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Antonio Moreno
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Antonio Moreno
Poco queda del entusiasmo con el que Antonio Moreno empezaba su aventura empresarial en Cantabria hace apenas cuatro meses, como gerente de Diavida, adjudicataria del ... transporte sanitario programado del Servicio Cántabro de Salud (SCS). Pero pese a la presión sindical, con una nueva amenaza de movilizaciones; al examen «con lupa» de la Gerencia de Atención Primaria, que controla y penaliza las incidencias; y a los retrasos que arrastran cada día en la recogida de pacientes, asegura que no tira la toalla, defiende que «el contrato es viable económicamente», aunque, eso sí, pide colaboración «porque hay factores del problema que dependen del SCS».
–A Diavida le llueven las críticas desde que llegó a Cantabria, ¿funciona tan mal el servicio como transmite su comité de empresa?
–No. No está funcionando tan mal. Sí es cierto que hay días que se quedan pacientes que reciben el alta hospitalaria sin poder ser trasladados porque hay un volumen brutal, casi el doble de lo previsto en el pliego de condiciones (hemos llegado a tener 70 en un día, una barbaridad). Con los vehículos que hay y ese incremento tan grande es imposible. Y más, si se retrasan los traslados por lo que tardan los celadores en bajar a los pacientes.
–¿El mayor problema es la gestión de las altas hospitalarias?
–Sí, sacarlas en tiempo. Pero es que desde que llega la ambulancia hasta que recoge al paciente puede pasar 45 minutos, una hora. Y mientras tanto esa ambulancia está esperando, y el retraso se va acumulando. Nos pasa todos los días. Si tú sabes que va a tardar eso, aprovechas y haces otro servicio mientras, pero no podemos hacerlo porque no nos informan. Y eso sumado a que nuestro personal no está colaborando...
–¿En qué se traduce esa falta de colaboración de su plantilla?
–Se está viendo rutas que, sin motivo ni justificación, llegan tarde. Y me consta que hay quienes están animando a los pacientes a poner quejas, es muy triste.
–¿Siente que hay una campaña de derribo a Diavida?
–Sí, desde el principio a Diavida se le ha querido echar, no lo entiendo. Veníamos muy motivados y con ganas de hacer las cosas bien, pero a alguien no le interesa que esto vaya bien. Nosotros vamos a seguir intentando hacerlo lo mejor posible.
–Frente a quienes decían que con la bajada presupuestaria del contrato y el número de ambulancias ofertadas era inviable sacar este servicio en condiciones, usted mantenía que se podía hacer. ¿Lo sigue creyendo?
–Sí. Nosotros ahora mismo tenemos una facturación de casi 500.000 euros al mes, el gasto real en plantilla es el 90% de esa factura. Como hay retrasos e incidencias, debido a múltiples factores, ese 10% restante de momento nos lo valoran como cero (no lo estamos cobrando). Yo he pedido al SCS que me dejen defenderlo, porque tenemos bastantes incidencias diarias por fallos en los avisos que recibimos: ir a por pacientes que no había que recoger, porque se había anulado ese traslado pero nadie nos lo había comunicado.
–¿Puede demostrar ante Sanidad todos esos avisos fallidos?
–Sí, son parte de las alegaciones que hacemos cuando nos abren expediente. La Gerencia de Atención Primaria es quien controla el cumplimiento del contrato, pero tiene que tener en consideración la información que recibimos mal por parte de los hospitales.
–¿Y eso lo ha trasladado al Servicio Cántabro de Salud?
–Claro, saben que está ese problema ahí. Lo que me duele es que encima de no ponérnoslo fácil, digan que nos van a mirar con lupa, en vez de solucionar el problema grave que tienen en el transporte sanitario de Cantabria. Deberían valorar que Diavida no está cumpliendo por muchos factores del propio SCS y que si Diavida desaparece va a entrar otra empresa y mínimo el contrato va a subir 5 o 6 millones.
–¿Ve voluntad por parte de Sanidad de arreglar las cosas?
–Nos hemos reunido con el SCS para darle solución cuanto antes a las incidencias ocasionadas. Con los hospitales la relación es buena, pero es verdad que en las peticiones de ambulancia no hay filtro. Todos los pacientes de alta nos los marcan como que necesitan camilla. Se están dando casos de pacientes que están en silla de ruedas en Valdecilla Sur y que no se les puede llevar a su domicilio, que igual está a cinco minutos, porque nos han pedido el traslado en camilla; en consecuencia, están esperando allí cuando se les podía haber llevado sin problema mucho antes. Eso no lo llego a entender. Eso es un error gravísimo de clasificación.
–¿Arrepentido de embarcarse en este contrato en Cantabria?
–Más que arrepentido, desilusionado. Si llegado el momento, Diavida no estuviera aquí, se va a comprobar que los problemas del transporte sanitario programado van a seguir igual, sea cual sea la empresa que lo gestione.
–El comité de empresa, que encabeza UGT, quiere a Diavida «fuera de Cantabria», ¿usted va luchar por quedarse?
–Por supuesto que voy a seguir luchando. No entiendo por qué quieren a Diavida fuera de Cantabria. ¿Es porque no he llegado a un trato económico con dos personas? No lo llegué a denunciar, pero me lo estoy planteando.
–¿Cree que hay algo detrás de ese rechazo de UGT a Diavida?
–No sé, pero en una asamblea de UGT se dijo que estaba todo orquestado para que saliera Diavida y entrara HTGroup (Autransa-Ambuibérica) otra vez. Hay que tener poca vergüenza, no se dan cuenta de que detrás de Diavida hay familias, yo vengo a Cantabria a ganarme la vida, no vengo a robar a nadie, y no miran las consecuencias del daño. Hemos invertido más de 4,5 millones en vehículos y otro millón más en las instalaciones, depósitos, taller... Y el SCS tampoco está considerando todo lo que se ha hecho, solo se centra en penalizar.
–¿A cuánto ascienden las penalizaciones de los expedientes?
–Los expedientes no han tenido efecto porque nos defendimos y no tenían sentido. Ahora nos están penalizando con ese 10% de la facturación (la parte variable) que no hemos cobrado.
–¿Diavida está perdiendo dinero en el contrato de Cantabria?
–No, cubrimos gastos. Me gustaría que el SCS colaborara con nosotros, porque insisto en que el contrato es viable económicamente. De hecho, lo estoy sacando adelante con ese 10% menos. Y lo triste es saber que, aunque mejoremos el servicio, algo saldrá después para seguir atacando a la empresa.
–¿Qué cambios necesita el servicio para ser más eficiente?
–Vamos a cambiar los cuadrantes, a amoldar los turnos. No podemos concentrar a la mayoría de los trabajadores por la mañana; necesitamos reforzar la tarde, que es cuando se nos acumulan las altas. Queremos disponer de 28 ambulancias en movimiento hasta las ocho de la tarde. Y eso lo queremos implantar desde febrero. Además, en lugar de utilizar a los conductores por zonas, vamos a organizarlos como si Cantabria fuera un área única. Por ejemplo, un conductor que viene de Castro en la primera ruta del día, le tienes que dar a continuación otras rutas cercanas, de forma que después termine en Castro. Pero no limitarse a ir y venir a Castro, porque mientras tanto esas ambulancias están paradas, sino establecer otro turno que salga de Castro a media mañana. Así, dispondríamos de tres o cuatro ambulancias libres para imprevistos, que hasta ahora no hemos tenido.
–Va a tener complicado hacer esos cambios si no tienen a los trabajadores de su parte, ¿puede garantizar que no habrá más retrasos en las nóminas?
–Quiero aclarar que no le debo nada a nadie. En enero vamos a hacer la subida que toca, como ha aclarado la comisión paritaria. Por desgracia, en la nómina de octubre el problema fue que el Banco Santander nos paralizó la financiación tras la Dana de Valencia; a raíz de eso tuve que firmar con otra financiera, que nos pide recibir una confirmación del SCS de que la factura es correcta para proceder al pago. Es simplemente mandar un correo electrónico. ¿Qué pasó en diciembre? Nosotros emitimos la factura en plazo, pero el SCS tardó en dar el visto bueno porque la persona que tiene que hacerlo estaba de vacaciones. Legalmente, Diavida cumplió, pero la realidad es que mis trabajadores cobraron tarde; desde el SCS deberían considerar que me generan un conflicto laboral. Yo me he comprometido a pagar antes del día 6, pero necesito que confirmen a la financiera la facturación a tiempo.
–¿Qué les pide a sus trabajadores?
–Si son profesionales, solo les pido que hagan su trabajo. Nada más. El comité sabe que estamos sacando adelante las instalaciones, que se han colocado aseos y duchas provisionales mientras se terminan las obras en las bases, que las cinco ambulancias bariátricas llegan este sábado, 25 de enero, a Santander, que el taller está preparándose... pese a todo, avanzamos, pero les da igual.
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