Secciones
Servicios
Destacamos
Mantenerse al frente de la organización que creó hace 47 años cuando los siguientes que alcanzará son los 90 (los cumplirá en mayo) tiene para Modesto Chato algo de estrategia: demostrar que, a los 89, una persona «piensa, trabaja, corrige a su equipo» y puede ... acudir -tras esta entrevista- a un acto social en Santander, aunque sea ayudado por un bastón. Chato lleva la mitad de su vida defendiendo que «una persona de 85 años está tan plena de derechos como otra de 25», una idea que, allá en los inicios de las que se llamaron Aulas de la Tercera Edad fue «tan innovadora que hubo quien me tachó hasta de iluminado y loco». Esto no fue obstáculo para que él la cultivara en ámbitos locales, nacionales e internacionales. Primero fundando Unate en 1978. Luego creando la Fundación PEM (Patronato Europeo del Mayor) en 1994 y, más tarde, la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores (Fiapam).
- ¿Cómo le explica a alguien que desconoce qué es esta organización a qué se ha dedicado usted en las últimas décadas?
- Me he dedicado a atender las necesidades de los mayores, a darles el sitio que les corresponde. A poner en marcha servicios para mejorar su calidad de vida. En Cantabria, empezamos en Santander, pero enseguida vimos de que había mucha más necesidad de una conferencia sobre arte o actividades para mejorar lo cognitivo (o para acompañar) en las zonas rurales. Hemos abierto centros donde, con iniciativas muy concretas, hemos dignificado la vida a mucha gente mayor. Ahora trabajamos para abrir otro en Los Tojos. Ha sido muy enriquecedor.
-¿La organización arrancó centrada en la formación y luego ha ido ramificándose hacia otros muchos proyectos?
- Cierto. Solo que el aprendizaje ya era una estrategia social que buscaba sacar a la gente de su casa, generar espacios de sociabilidad de calidad. Ahora trabajamos en reconstruir vínculos comunitarios, en fomentar la participación de las personas mayores en todos los ámbitos, en acompañar a mujeres mayores supervivientes de violencia de género… Diría que todo esto se aceleró a partir de la pandemia, aunque era una diversificación que iniciamos con el Plan de Acción 2019-2029, que ha sido nuestra hoja de ruta.
– ¿Qué cifras le ponemos a este curso 2024-2025? (en alumnos, sedes y actividades paralelas)
- Arrancamos con unos 2.150 alumnos y alumnas en ocho municipios. Las clases se iniciaron el 30 de septiembre y esperamos estabilizar el número (en unas semanas) en unas 2.400 personas de 50 años o más participando en alguna de las 300 actividades que ofrecemos. De todas ellas, 1.490 ya son socias de la entidad. De forma paralela ofrecemos una programación cultural que el curso pasado interesó a otras 5.500. En el área de acción social, con actividades comunitarias, el curso anterior tuvimos 1.600. También trabajamos de continuo en la sensibilización sobre los derechos de las personas mayores. Esto incluye presencia en congresos y actividades a lo largo y ancho del país, campañas mediáticas, celebración de efemérides… Como verá, una actividad tremenda.
- Es de suponer que los retos que había por delante al principio se han ido concentrando en una puñado de ideas. ¿Cuáles serían?
- En realidad son los mismos y se resumen en uno: los derechos de las personas mayores. Es decir, trabajamos para no ser vistos como objeto de asistencia o ayuda sino como sujetos de derechos. Queremos tener un papel importante en la sociedad, el que nos corresponde. Eso, últimamente, está muy relacionado con el combate del edadismo: las discriminaciones por edad siempre han sido muy invisibles y cada día son más intensas.
- Ponga algún ejemplo de estas discriminaciones de las que no somos conscientes.
- Mujer mayor que va al médico acompañada de su hija y el médico le explica el diagnóstico sobre la madre a la hija y le da a ella las instrucciones. Dar por hecho que a los abuelos y abuelas les encanta cuidar o recoger a los nietos y no tener en cuenta sus planes antes de pedirles una ayuda... Llamar abuelos/as a todas las personas mayores ignorando que hay miles que no tienen nietos; restarle autonomía a las personas mayores por «hacerles el favor» de aligerarlas de tareas...
- ¿Algún proyecto que le parezca fundamental se les está quedando en el tintero a las Administraciones cántabras (Gobierno regional y ayuntamientos)?
- Muchos. Seguimos acumulando acciones puntuales centradas en la asistencia y en la dependencia y olvidamos la diversidad y la complejidad de un grupo de edad que es heterogéneo. Sigue pendiente diseñar políticas públicas integrales en las que las personas mayores tengan algo que decir y mucho que fiscalizar. Hay más 'actividades' que políticas y ese déficit no sólo lo detectamos en Cantabria.
- ¿La sociedad mira ya con otros ojos a sus mayores o todavía queda tarea por hacer?
- Falta muchísimo. Muchas veces se mira a las personas mayores con una especie de 'ternura' que se traduce en una infantilización o en el ninguneo. También necesitamos que no se nos considere un problema. Parece que deberíamos sentirnos mal por vivir más años y por envejecer mejor. Lo que en realidad es un éxito colectivo se plantea siempre como un factor de crisis en una sociedad que sigue mirando la vejez con las gafas demográficas y sociológicas de los años 80 del siglo XX.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.