La procesión de Ciudadanos
El partido acoge el aluvión de afiliaciones entre el optimismo y la desconfianza de los militantes de primera hora hacia los recién llegados
Jesús Serrera
Santander
Domingo, 4 de marzo 2018, 08:18
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Jesús Serrera
Santander
Domingo, 4 de marzo 2018, 08:18
No empujen, hay sitio para todos, pero pónganse a la cola’. Esta leyenda podría enmarcarse a la entrada de la sede de Ciudadanos para recibir a la nutrida procesión de los que acuden estos días a enrolarse en el partido de moda. Descolgados de la ... política voluntariamente o a la fuerza, con antecedentes muy diversos y hasta contrapuestos, jóvenes debutantes y también veteranos, gentes de todo oficio y condición desencantadas de los grandes partidos… Todos son bienvenidos aunque, claro, no habrá acomodo para todos en las listas electorales de mayo de 2019.
Los dirigentes de Ciudadanos acogen esta efervescencia militante con una complacencia cautelosa, pues conocen muy bien y en carne propia los riesgos inherentes a los movimientos políticos de aluvión. Para empezar, el partido en Cantabria tuvo su origen en una ruidosa escisión de la UPyD. Y ya en esta misma legislatura, cuando sus contados representantes electos se habían convertido en los ‘reyes del mambo’ de la gobernabilidad de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento de Santander, sobrevino otra fractura y buena parte de los militantes al mando del diputado regional Juan Ramón Carrancio dejaron el partido para fundar la OLA, que hoy buzonea su propaganda en busca de un futuro improbable tras los comicios del año próximo.
Las biografías de las incorporaciones más notorias de las últimas semanas acreditan la disparidad de trayectorias y convicciones. Rafael Sebrango defendió en su día sin tapujos la anexión de Cantabria a Castilla, mientras que Pacu Sierra fue un animoso concejal regionalista en Santander y cantabrista de izquierdas; Joaquín Solanas, todo un director general del Gobierno regional del PP y Javier Ceruti, un conocido activista en la defensa del patrimonio natural y cultural de la región. También en el PSOE sospechan que se producirán fugas más temprano que tarde.
El ritmo de afiliación a Ciudadanos crece con cada encuesta, como las últimas de Andalucía que le otorgan el segundo puesto en el escalafón, tras el PSOE y ya por delante del PP. También en Cantabria van a encargar sondeos para saber hasta dónde puede llegar la progresión de un partido que a día de hoy sólo ocupa cuatro escaños: el diputado en el Congreso y coordinador regional Félix Alvarez, el parlamentario regional Rubén Gómez y dos concejales en Bezana. Eso es todo.
Ciudadanos manejaba la modesta previsión de extender la estructura del partido a 20-25 municipios de los más poblados, ahora cree verosímil mejorar el objetivo a medida que van surgiendo grupos, en distintas fases de integración, en Cayón, San Vicente de la Barquera, Cabezón de la Sal, Suances, Laredo, Santoña, Guriezo o Castro Urdiales. El activo secretario de organización, José López, está al mando de la oficina de reclutamiento y también se encarga de apagar los fuegos de la desconfianza de los militantes de primera hora hacia los recién llegados. El dirigente nacional Fran Hervías contribuyó a tranquilizar a las tropas en su reciente visita a Cantabria.
La afiliación a Ciudadanos es más sencilla que en otros partidos, pero los dirigentes manejan una suerte de periodo de prueba para separar el grano de la paja, para discriminar entre los que llegan a trabajar por la causa con humildad franciscana y los que sólo buscan un puesto noble en las listas electorales. Ya se lo han tenido que decir a alguno: no hay problema por haberse demorado en dar el paso o por venir de otro partido, pero hay que ponerse a la cola.
Alguna excepción habrá. Por ejemplo, entre los notables que acaban de aterrizar, y los que están por llegar, o entre esos alcaldes del PP que no saben para dónde tirar, a la espera de que los tribunales resuelvan sobre la legalidad del congreso que rompió en dos a su partido. Claro que a Ciudadanos no le gusta nada ese papel de salvavidas de náufragos en apuros. Las especulaciones sobre fichajes están a la orden del día, algunos con fundamento porque ya ha habido contactos y otros dirigidos a desacreditar a los regidores populares entre sus propias filas.
El crecimiento singular de Ciudadanos contrasta con la incertidumbre en torno a los eventuales candidatos electorales. De hecho, la expansión actual en la que está inmerso el partido aconseja a sus dirigentes aplazar hasta enero de 2019 los procesos de primarias que decidirán las cabezas de cartel. El líder regional, Félix Álvarez, es una opción firme como candidato autonómico, aunque el incierto calendario electoral constituye una incógnita añadida. Si tiene que dejar el Congreso para venir a Cantabria, su escaño sería para Graciela Gómez, ahora integrada en el ‘lado oscuro’ de la OLA de Carrancio, Y eso no: al enemigo, ni agua.
Ciudadanos había pensado en situar a una mujer como candidata en Santander para paliar la escasa presencia femenina en los cargos visibles del partido, y en Torrelavega también ha valorado el predicamento de la exalcaldesa socialista Blanca Rosa Gómez Morante. De momento, sólo son ideas para explorar con otras que vayan emergiendo. Con el viento soplando a favor, lo que le van a sobrar a Ciudadanos son aspirantes a los carteles electorales.
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