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Mercado de La Esperanza en Santander. Doce de la mañana. El recinto es un ir y venir de clientes en busca de los mejores alimentos de la región y de comerciantes ávidos de vender. Los productos llenan los mostradores: merluza, rape, salmonetes de todos los ... tamaños, bogavantes de los que meten miedo, cigalas tamaño XXL y también S «para tomarlas fritas como aperitivo» y, por supuesto, percebes gallegos, «de los buenos»; tampoco faltan en los puestos del piso de arriba chuletas, chuletones y entrecots y, destacando por encima de ellos, el lechazo «de Palencia», por cuartos, enteros o «cómo usted se lo quiera llevar, que yo se lo preparo», comenta un carnicero servicial. Frutas, verduras, carnes, pescados y mariscos «frescos y de calidad», dicen unos y otros entre el trasiego de mujeres (mayoría) y hombres (muchos) cargados de bolsas con las compras del fin de semana y también de cara a las Navidades. «¡Ay, la Navidad!», exclama Rocío (62 años), «¿pero ha visto usted cómo están ya los precios? 'Disparaos'», declara esta clienta entre sorprendida y asustada.
Pues sí. Tomen nota. Los productos frescos más demandados en las fiestas navideñas están hoy, de media, un 15% más caros que en noviembre del año pasado y, lo que es más preocupante, en una escalada que no parará hasta Nochebuena y que se mantendrá hasta Fin de Año y Reyes. ¿Hasta dónde llegarán? Buena pregunta... sin respuesta.
Vanesa Mazo
Mariscos Ana y Vanesa
La estrella en este ranking de precios es el besugo. El kilo de este preciado pescado cuesta ya 40 euros, un 38% más que hace 365 días. «¡Está imposible!», insiste Rocío, fiel compradora en el Mercado de La Esperanza y que no recuerda «algo igual» en los últimos años. El problema es que hay muy poco besugo. «Hay días que su precio en la lonja llega hasta los 70 euros y, a ese precio, la gente no te lo compra, evidentemente. Lleva al alza todo el año y su venta se limita a ciudades con más poder adquisitivo que Santander», explican en pescados Enrique.
Y en una situación similar está el rape, apuntan, que se paga a 39 euros el kilo (el corte), cuatro más que hace un año y, también, «subiendo» en su cotización a medida que se aproximan las fiestas. Llegará hasta los 45 o 50 euros, eso siempre que no aparezca un temporal de los fuertes, que impida la salida de los barcos, y este pez de enorme boca se ponga a precio de oro. Si en lugar de besugo o rape apuesta por el machote, sepa que tendrá que sacar 35 euros de la cartera por uno de un kilo.
roberto de maría
Pescados Mary
¿Los mariscos? Pues prepare el bolsillo si quiere degustar esta Nochebuena o Navidad unas gambas de Huelva (a 50 euros el kilo, un 19% más caras que hace un año), un buen percebe (a 58 euros, tras una subida del 21%) o un bogavante (a 48 euros, cinco más que en noviembre de 2020). La cotización de las ostras no ha subido de momento, pero claro, cada unidad cuesta dos euros. Las nécoras van poco a poco a más: 22 euros el kilo. Y si usted se quiere quejar, mejor no lo haga, porque Santander tiene la ventaja de que es puerto de mar y aquí, el transporte de los productos nos lo ahorramos, que tal y como está el gasoil es un buen pellizco. Y si no, pregunte en el mercado de El Val de Valladolid o en el de San Miguel de Madrid. «Nosotros compramos directamente al barco, lo hacemos todo nosotros y no hay que sumar la subida de la gasolina», recuerda Roberto de María, de Pescados Mary. «Salvo algunos productos que vienen de Galicia y del País Vasco, que sí que llegan con una subida mínima. El Mercado de La Esperanza es uno de los más baratos de España», asegura el vendedor.
ismael gil
Carnicería Ismael
Entre las carnes, el producto estrella sigue siendo el lechazo, sobre todo el de Palencia, el más demandado en la región. Pero vaya haciendo cuentas para cuadrar su factura: el cierre de muchas ganaderías en Castilla-León por la pandemia ha provocado también un alza en su precio. El kilo, «sin cabeza ni asadura», está ahora mismo a 22,90 euros, que es lo mismo que decir que ha subido un 12% en comparación con un año atrás.
Frutas y verduras mantienen un precio similar al del noviembre anterior, «con una diferencia de céntimos», aseguran en El Valenciano. «Las uvas aledo, típicas de Navidad, están a 3,40 y en las fiestas siempre suben». La piña, a 2,60, «más barata que hace un año», subraya Carmen, propietaria del puesto.
El Mercado de La Esperanza es el punto final de esa tormenta perfecta que está afectando a la economía de todo el país. El lugar en el que se aprecia cómo las subidas de la luz, de la gasolina, del transporte, etc... están repercutiendo ya directamente en el bolsillo del ciudadano. Los datos hablan por sí solos: la inflación se ha disparado al 5,5% y toca máximos que no se han visto desde 1992. Los salarios en Cantabria han subido solamente el 1%. Echen cuentas y estén listos para afrontar la mesa de Navidad más cara de los últimos años.
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