Los profesores respaldan la vuelta a clase, aunque hay «preocupación» por las bajas

Lo que harán los colegios e institutos a partir del próximo lunes es aplicar «con rigor» el protocolo marco fijado en el Consejo Interterritorial del pasado día 4 -que no entraña muchos cambios a excepción de la reducción de las cuarentenas a siete días- y también desplegar con idéntica firmeza sus planes de contingencia. «Nos corresponde ahora el cumplimiento estricto de las medidas con el máximo rigor, con la máxima responsabilidad, igual que hicimos el primer día de clase después del confinamiento», subraya Norberto García, director del IES Montesclaros (Reinosa).

Ventilación cruzada, distancia, mascarillas e higiene de manos serán, un trimestre más, los pilares preventivos en los centros educativos de Reinosa, en todos los centros. Sanidad prevé que la curva covid siga creciendo en las próximas semanas, reflejando los efectos de la Nochevieja. ¿Y qué más hacer en los centros? García y su equipo, por lo pronto, harán labor pedagógica: se reunirán con las familias, el alumnado y los docentes para insistir en ese «cumplimiento riguroso de los protocolos» que evite contagios, brotes. «Es importante que cumplamos las tres partes».

Los centros hacen ese esfuerzo comunicativo. Y le plantean a la administración que haga otro. Lo plantean los institutos: proponen un sistema de sustituciones «extraordinario» en estos centros, uno que procure el reemplazo de un profesor de baja en 24 o 48 horas, indica García. Sería similar al de Infantil y Primaria, cuyos maestros son relevados en un día, una medida que celebran todos los directores de colegios consultados ya que «funciona muy bien».

«Nos preocupa la posibilidad de tener muchas bajas laborales [simultáneas] por contagio o cuarentena», explica el director. «Le hemos planteado a la Consejería que en un momento extraordinario como este, el sistema sea también extraordinario». Incide en esto Pilar Lobeto, directora del IES María Telo (Los Corrales de Buelna). En la última reunión con la Consejería a cuenta del Consejo Interterritorial, «le manifestamos nuestra preocupación por las bajas de profesorado. Planteamos un sistema extraordinario -en Secundaria es semanal- por si en un centro faltan muchos profesores a la vez», revela Lobeto, por otro lado, decidida a retomar el segundo trimestre de forma presencial. Mantendrá reuniones con las familias para evitar relajación con la parte del protocolo que más les atañe: no enviar a sus hijos a clase con síntomas. «Es importantes el compromiso de todos».

La cuestión de las sustituciones también está sobre la mesa en el Colegio San Agustín (Santander), sobre todo, que el hecho de que en los primeros días del nuevo trimestre haya un «goteo» de bajas en el centro. «Suponemos que se cubrirán rápido, que se va a agilizar esta cuestión», confía Luis Fernando Daimiel, director del San Agustín. Hay otros asuntos, como la posibilidad de que se acaben eliminando las cuarentenas para el aula completa, que Daimiel considera crucial aclarar y evitar así la «incertidumbre». En cualquier caso, tras tres cursos en pandemia, en el colegio tienen certezas sobre su capacidad de acción: «Tenemos claro que en el centro está todo controlado, estamos muy atentos».

Cantabria despidió el primer trimestre con una incidencia covid en el ámbito educativo más alta de lo normal: 168 grupos de Infantil y Primaria en cuarentena, y uno más en Secundaria. En cualquier caso, las aulas confinadas representaban poco más del 6%. Los centros reflejan inevitablemente lo que ocurre a nivel social y lo han hecho en la misma medida en esta sexta ola, la ola Ómicron, muy contagiosa y expandida en un contexto con menos restricciones que, por ejemplo, hace un año.

Los colegios han concentrado la mayoría de las aulas confinadas en la recta final del año. Más allá de sus protocolos específicos, en ellos se educa al alumnado que más tarde ha comenzado a vacunarse. La campaña de los menores de 12 años arrancó a mediados de diciembre. Con todo, los colegios, y así lo enuncia María José Rioseco, directora del CEIP Aguanaz (Entrambasaguas), apuestan irrevocablemente por la presencialidad y por seguir aplicando sus «estrictos» protocolos. «Afrontamos la vuelta con cautela y cierta preocupación por la alta tasa de incidencia en menores, pero convencidos también de que la presencialidad del alumnado de Infantil y Primaria en las aulas es la mejor decisión que se podía adoptar», revela. Natalia Velasco, directora del CEIP Manuel Llano (Santander) está de acuerdo: «La presencialidad es necesaria, era lo más lógico y juicioso. No hemos dudado en ningún momento sobre la vuelta a clase», refiere. Rioseco añade que la vacunación será clave: «Esperamos que la incidencia disminuya tanto por las dosis de refuerzo entre el personal docente, como por las primeras dosis en el alumnado de Primaria».

«Se ha demostrado que los centros son espacios seguros», apunta en este sentido Jésica Torre, directora del CRA Río Pisueña. La transmisión secundaria en el aula es prácticamente nula, incide. A partir del lunes, en este Centro Rural Agrupado se tomarán -y reforzarán- todas las medidas. Torre tiene un matiz que hacer en este asunto: «Nos gustaría tener más potestad para decidir algunos cambios, pequeños cambios que podrían darnos más seguridad».