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Apostamos por la convivencia con el lobo. Aprobamos un Plan que aseguraba la conservación de la especie sin poner en peligro la cabaña ganadera, ni el sector primario. El plan funcionaba a la perfección hasta que la ministra cambió las reglas del juego de forma ... unilateral e injusta. No aceptamos su imposición y seguiremos luchando contra ella.
La protección del lobo frente al ganadero fue un atentado contra el medio rural y la puntilla para la ganadería extensiva. Vamos a seguir defendiendo ante quien sea, donde sea y sin complejos el control poblacional, aunque ya tenemos el compromiso de Núñez Feijóo de que sacará al lobo del listado de especies protegidas cuando llegue a La Moncloa.
La ganadería y el lobo han convivido durante milenios. Hemos de encontrar un punto de equilibrio y trabajar por encontrar soluciones para la convivencia. Desde luego, lo que tenemos claro, es que la ganadería no puede estar sola y ser siempre quien cargue con las pérdidas de los ataques.
Hay que defender al ganadero frente al lobo. Es necesario sacarlo del Lespre o que se active una excepción que nos permita el control poblacional. Hay que volver a poner en marcha el 'Plan de Gestión del lobo', que fue redactado con un gran consenso y con una participación vital de Ciudadanos.
Hay que apoyar sin fisuras a los ganaderos que son víctimas de los ataques del lobo frente al ecologismo de despacho que les criminaliza por defender su medio de vida. Hay que sacar al lobo de la lista de especies protegidas, elaborar un censo de ejemplares y actualizar el sistema de ayudas a los ganaderos afectados.
Apoyamos la gestión no cinegética del lobo pero somos conscientes de que es un problema real para el sector ganadero. Vamos a articular las medidas necesarias para una buena convivencia entre ambos, cruzándose lo menos posible. Y cuando suceda y haya daños, que las indemnizaciones sean justas y se paguen con diligencia.
La simplificación y reducción de cargas burocráticas para facilitar a las empresas, a los autónomos y los particulares su relación con la Administración. Es fundamental reducir la burocracia para favorecer la actividad de los agentes económicos, mejorar su relación con la Administración y propiciar un entorno más favorable a emprendedores y empresarios.
Una reforma fiscal para bajar los impuestos a todos los cántabros.
Creemos que Cantabria necesita leyes en una serie de áreas, tales como el trabajo autónomo, la economía social, la cultura, el deporte, la salud pública o una nueva ley de protección y bienestar animal, entre otras, pero, quizá, la más urgente y prioritaria sea la Ley Integral de Vivienda para Cantabria.
No sé si la primera, pero me parece fundamental sacar adelante el Plan de Ordenación del Territorio. Un plan que lleva en un cajón más de cinco años, que Revilla se comprometió a aprobar en los dos primeros años de legislatura y que, para variar, incumplió. Hablamos del diseño del futuro de Cantabria.
Es urgente proteger al sector primario de los ataques de los ecologistas radicales y urbanitas que no han pisado el campo en su vida y maltratan a quienes nos dan de comer. Recuperar los controles del gasto público que eliminó el PRC. Bajar de manera radical los impuestos. Y fomentar de manera prioritaria la reindustrialización.
No se cual será la primera, pero urgentes hay varias: una Ley de Vivienda que recoja y mejore lo contenido en la norma estatal, la Ley de Desarrollo Sostenible e Igualdad de Oportunidades en el Medio Rural… Y el PROT. El PROT lleva 20 años siendo urgente. Tiene que salir pronto, sin duda.
No. Los ayuntamientos tienen mucho que ver con el arraigo de la gente a sus pueblos y son una seña de identidad. Así lo ha demostrado el Gobierno, por ejemplo, con el blindaje por ley del Fondo de Cooperación Municipal. Ahora queremos ir más allá y desarrollar las comarcas para favorecer la prestación de los mejores servicios a los vecinos.
No se trata del número, sino de garantizar la prestación de servicios públicos de calidad con independencia de si es Cantabria urbana o rural. Desde el máximo respeto a la autonomía municipal, la prestación de servicios básicos mediante mancomunidades puede dar respuesta a las necesidades para acceder a la educación, la sanidad y los servicios sociales.
Son la parte de la administración más cercana a la ciudadanía y nunca deberíamos decir que tenemos demasiados. Debemos ayudarlos a que atiendan a sus vecinos de forma eficaz y eficiente y, por ello, nuestro compromiso es el de impulsar el fondo de cooperación local y avanzar en la comarcalización de servicios allí donde se necesite.
Es una organización territorial decimonónica y obsoleta, que no tiene sentido en el siglo XXI. Italia, Alemania y Reino Unido ya hicieron un ajuste municipal y comarcal en sus países. Sin perder la esencia de los pueblos, hay que fusionar ayuntamientos y mancomunar servicios para ofrecerlos de más calidad y a un mejor precio.
Hay que estudiar las distintas posibilidades que hay para mejorar la gestión de los servicios públicos de todos los cántabros, como las mancomunidades, de manera que se mejore la calidad de vida los vecinos a través de una mejor gestión y administración local.
No. Son los que tienen que ser. Son las instituciones mas cercanas a la gente, las más accesibles. Económicamente no es un gran dispendio porque en la gran mayoría los cargos públicos apenas cobran las dietas. Son personas implicadas con sus pueblo, se preocupan por ellos. Garantizan su futuro.
Estamos a favor de que las playas luzcan como deben y su estado hoy es inaceptable. El PSOE no los quería y después sí. El PP los quería, luego no y ahora sí. Nosotros hemos mantenido siempre la misma postura. Queremos playas bien cuidadas, sin elementos que constituyen un daño paisajístico evidente. Hacen falta soluciones urgentes para rellenar los arenales de cara al verano.
Estamos totalmente a favor. Está constatado que es la única manera de preservar la playa de Los Peligros frente a la dejación a la que nos condenan el Gobierno de Sánchez y sus socios regionalistas que se niegan a los rellenos. Ambos son los únicos responsables de la pésima imagen que hoy ofrece un enclave idílico de Santander.
Si Santander quiere conservar un arenal artificial como es el de La Magdalena, debe estudiar todas las opciones posibles y viables para garantizar su continuidad. Desde luego, los espigones no parecen la mejor de las opciones para lograrlo, además de tener un importante impacto paisajístico.
Estoy a favor del mantenimiento de los arenales de esas playas. Y entre las opciones que se ofrecieron en los informes de los especialistas había más posibilidades que los espigones, aunque ahora se quieran ocultar. Prefiero otra forma de mantener las playas que esas piedras. Sesenta mil euros cuesta mover la arena, me parece asumible y preferible.
Creemos que hay que terminar la construcción del segundo espigón, diseñado por el Instituto de Hidráulica y como la mejor manera de conservar nuestra playa.
Nosotros ya denunciamos en su momento que los espigones causaban problemas porque alteraban un ecosistema de enorme valor natural, cultural, simbólico y paisajístico. Hay que buscar una alternativa acorde con los factores de vulnerabilidad ambiental y climática de nuestra costa.
En la medida de lo posible, sí. Es la manera de luchar contra el cambio climático y de hacer nuestras ciudades más cómodas y habitables, pero para ello es imprescindible un buen sistema de transporte público y alicientes como la propuesta de nuestro candidato en Santander, Felipe Piña, para que el TUS sea gratuito de lunes a viernes de 07.00 a 09.00 de la mañana.
Abogamos por un modelo de convivencia donde en el centro de las ciudades tenga prioridad el peatón, pero facilitando el acceso de vehículos para garantizar la actividad laboral y económica. Las ciudades tienen que contar con un transporte público de calidad, como el que tiene Santander, y facilidades para el aparcamiento.
Si realmente hablamos de movilidad sostenible y de transición ecológica, es una cuestión que, como están haciendo muchas ciudades europeas, deberemos abordar. Es necesaria una estrategia tendente a la reducción del vehículo privado, fomentando el uso de vehículos alternativos no contaminantes, así como favorecer el uso del transporte público.
Estamos a favor de la racionalidad. Y de avanzar en ciudades sostenibles, más vivibles y cómodas para los ciudadanos sin poner en peligro la supervivencia de negocios y empresas. Con periodos de carencia que no sean traumáticos. Nos sacan de quicio los catastrofistas y los que llevan anunciando el fin del mundo desde 1982.
Estamos en contra de obligar a vecinos y trabajadores a comprarse un vehículo nuevo para acceder a su vivienda o a su lugar de trabajo. Las zonas de bajas emisiones van a perjudicar, sobre todo, a vecinos y a los comercios locales que quedan dentro de estas zonas. No podemos estar a favor de estas restricciones.
Es importante hacer más habitables las ciudades y rebajar sus niveles de ruido y contaminación. Es importante llevar a cabo medidas para que descienda el número de vehículos que transita por nuestras ciudades con una red de transportes públicos interconectados.
No faltan en los municipios rurales, pero sí hay una carestía importante en el entorno de la bahía y muy especialmente en Santander, como consecuencia de la demora del Plan General y la imposibilidad para actuar en el centro, en zonas como el Cabildo. Es fundamental desbloquear esa situación y más en el actual contexto de encarecimiento de precios.
Faltan políticas de vivienda, un gobierno serio que facilite a los ciudadanos el acceso a una vivienda. Es imprescindible una Ley de Vivienda y un plan para saber cuántas viviendas hacen falta y dónde, además de orientar la oferta pública a jóvenes o personas con un empleo precario.
Es evidente que en Cantabria hay vivienda vacía; tanto como que los precios de alquiler o compra se escapan del alcance de quien más necesita acceder a ellos. Nuestra propuesta es la creación de un parque de vivienda pública de alquiler asequible que ayude a considerar el acceso a la vivienda como un derecho de las personas.
Estaría bien ampliar la oferta, pero no sólo con la construcción de nueva vivienda. También habría que incentivar a propietarios para que saquen al mercado viviendas que ahora están fuera por inseguridad jurídica. Este es un país que trata mejor a los okupas y a los jetas que a los ciudadanos honrados que pagan impuestos y crean riqueza.
Faltan políticas que faciliten el acceso a la vivienda de los jóvenes para que puedan iniciar sus proyectos de vida y formar una familia, si lo desean. Hay que bajar los impuestos y aplicar bonificaciones para que esto pueda suceder, porque los jóvenes quieren tener lo que han tenido sus padres y sus abuelos: una casa, un trabajo estable y un salario suficiente.
Cantabria tiene cerca de 47.000 viviendas vacías. 13 de cada 100 viviendas de Cantabria están vacías. Este dato deja claro que no faltan viviendas en Cantabria, lo que faltan son políticas de vivienda valientes y audaces que garanticen el derecho constitucional a la vivienda de todos las personas de nuestra tierra.
Mejorando la gestión de la atención especializada. Somos una de las comunidades que más dinero destina a la sanidad por habitante, 1 de cada 3 euros del presupuesto, por lo que el problema de las listas de espera tiene más que ver con la gestión que con un tema económico y para resolverlo es preciso que todas las partes asuman su responsabilidad.
Somos los únicos con un plan de reducción de listas de espera. Nuestro objetivo es ambicioso, pero firme: en un año queremos acortarlas hasta los 60 días para consultas hospitalarias, 30 para pruebas diagnósticas y que nadie supere los 180 para una cirugía. En la legislatura reduciremos a la mitad la lista de espera, con un máximo de 90 días en espera quirúrgica.
La espera para la cirugía la padecen todas las regiones, agravada por el covid. Nuestra apuesta es la prevención, con una gran inversión en atención primaria, optimizar las jornadas de mañana aumentando el porcentaje de actividad quirúrgica, la extensión al horario de tarde y la derivación a centros concertados para las mayores demoras.
Primero, llegando a un acuerdo con los médicos para que se opere por las tardes y amplíen su horario pagándoles las horas extras como merecen. Pero lo fundamental, y que llevamos reclamando meses, es un pacto por la sanidad en el que profesionales de la sanidad, gestores, economistas y sindicatos diseñen un sistema de calidad y sostenible.
Hay que escuchar a los profesionales y sentarse con ellos para estudiar sus demandas. Los cántabros necesitamos una sanidad de calidad, que llegue a todos los rincones, también a las zonas rurales. Hay que eliminar el gasto político innecesario para reforzar la Atención Primaria y mejorar las condiciones laborales de los profesionales.
Tenemos que llegar a un acuerdo con los profesionales para elaborar un plan de choque. Sin externalizar las actuaciones, con más presupuesto y profesionales, sin duda lo que el SCS necesita en este momento. Las listas de contratación son sólo uno de los problemas estructurales de nuestro servicio de salud.
Intensificando las medidas para garantizar los servicios y la calidad de vida en los municipios en riesgo. La instalación de cajeros contra la exclusión bancaria, la gratuidad del transporte escolar o la apertura de aulas de 1 año han contribuido ya a recuperar población. Pero la clave está en una financiación autonómica acorde al coste real de los servicios.
Defendemos que la gente elija dónde quiere vivir en libertad, y eso sólo es posible si se tiene empleo, vivienda y acceso a unos servicios públicos de calidad. Son imprescindibles medidas de discriminación positiva, empezando por una fiscalidad diferenciada. Hay que apoyar al sector primario, que es el que más fija población en el medio rural.
Se combate con más y mejores servicios públicos. Con más inversión que garantice el afloramiento de nuevas fuentes de economía, como el deporte, la cultura o el ocio. Esto, unido a la inversión necesaria para acabar con las zonas blancas de internet, protegiendo al sector primario e impulsando el crecimiento de sector agroalimentario.
Es un problema complejo. A los que están o decidan estar en zonas con problemas de despoblación hay que facilitar los servicios esenciales en tiempo y distancias asumibles, hay que favorecer la implantación de empresas siendo fiscalmente atractivos, hay que potenciar la digitalización y hay que dotarlos de infraestructuras decentes.
Es un problema cada vez más grave en las zonas rurales, agudizado por un Estado autonómico que ha privilegiado a los gobiernos separatistas frente a una región que siempre ha sido fiel a España. Hay que impulsar una fiscalidad especial para las zonas más despobladas y medidas que promuevan la natalidad y faciliten la instalación de empresas.
Hemos redactado una Ley de Desarrollo Sostenible e Igualdad de Oportunidades en el Medio Rural que plantea solución a muchas de las dificultades a las que se enfrentan cada día y que viene a garantizar en los pueblos los mismos servicios y derechos que tienen nuestros vecinos y vecinas de las ciudades.
Absolutamente. La Pasiega es el pulmón que garantiza que el puerto de Santander pueda seguir su línea de crecimiento y alcanzar a medio plazo los 9 millones de toneladas anuales. Y al mismo tiempo, será un polo de atracción para nuevas inversiones y empresas, ya que hablamos de una superficie industrial con una ubicación óptima y perfectamente comunicada por carretera y por ferrocarril.
Sí, pero para que tenga éxito es imprescindible la implicación del Gobierno de España y a día de hoy seguimos sin saber nada. Con Revilla y Sánchez todo va a cámara lenta, necesitamos siglos para sacar adelante los grandes proyectos. Aún quedan muchos trámites administrativos que cumplir para materializar un punto estratégico que llega con 20 años de retraso.
Sí. La Pasiega tiene que convertirse en un centro logístico que nos permita crecer y situarnos como un referente del transporte en el norte de España. Es la solución a la demanda de espacios que reclama el Puerto de Santander y es una oportunidad para generar empleo y abrir el mercado laboral a más cántabros y cántabras.
Más nos vale. Después de tanto tiempo y millones que nos va a costar a todos los cántabros, tras la chapuza de quedar fuera de los fondos europeos, más nos vale. Será un importante impulso y se pondrán a disposición de empresas suelo industrial para que se instalen en Cantabria. También aumentará las posibilidades del Puerto de Santander.
Es fundamental llevar a cabo políticas de reindustrialización para toda Cantabria, porque en los últimos años, tamos viendo cómo muchas industrias se han marchado de la región, dejando a los trabajadores y a sus familias sin un empleo y un salario dignos. Hay que eliminar el exceso de regulación y las trabas climáticas que lastran su actividad.
No lo sabemos ¿Alguien de verdad lo sabe? ¿Qué empresas?¿Cuántos puestos de trabajo? Y mientras tanto, las industrias de Cantabria pasando malos momentos y con los trabajadores temiendo por sus puestos de trabajo. Llevamos años pidiendo responsabilidad al Gobierno y que reclame al estado nuestro Plan de Reindustrialización que aprobó el Congreso
Son infraestructuras imprescindibles para asegurar la competitividad de nuestra industria e impulsar el crecimiento de activos económicos como el puerto de Santander. Las comunicaciones ferroviarias son el futuro y por eso desde el PRC llevamos tantos años luchando para que sean una realidad también en Cantabria. Y por fin lo estamos consiguiendo. Ya tenemos en obra el AVE hasta Alar y avanzando el tren a Bilbao con el apoyo del Gobierno de España, el País Vasco y Europa.
Por supuesto. Cantabria necesita que el AVE llegue a Reinosa; el tren a Bilbao; aumentar la capacidad de la red de autovías, y unos trenes de cercanías modernos. El problema no es el diagnóstico, es el resultado y en este tema se ha comprobado que gobernar va más allá de ir a los platós de televisión y firmar libros.
Ambas infraestructuras son vitales para que Cantabria pueda seguir creciendo y desarrollándose. No hablamos únicamente de la conexión de alta velocidad con Madrid, sino que consideramos primordial la conexión con la 'Y vasca' y sus ramificaciones futuras, como salida a Europa por Irún y la conexión con los corredores del Ebro y del Atlántico, por lo que desarrollaremos los trabajos necesarios para que sean una realidad.
El AVE a Madrid enlazado al Corredor del Atlántico es fundamental. El tren a Bilbao de 58 minutos es un insulto y una tomadura de pelo. Nadie financiará un tren que costará miles de millones, al tener que ir en gran parte soterrado, para tardar lo mismo que en coche y casi lo mismo que en autobús o camión.
Es vital el desarrollo de las infraestructuras de transporte y sobre todo la inclusión en el Corredor del Atlántico, del que nos hemos quedado fuera por la desidia del Gobierno de Revilla y ahora intenta solucionar de manera chapucera. Necesitamos unas conexiones dignas con el resto de España para acabar con el aislamiento de Cantabria.
El AVE y el tren a Bilbao son importantes. Pero lo que es prioritario y urgente es la mejora de la red de Cercanías porque es la que más afecta a la vida cotidiana de nuestros vecinos y vecinas. Modernizar la red y los trenes, mejora y cumplimiento de los horarios, accesibilidad y extensión de la red por el territorio.
El Gobierno ya ha adoptado medidas para intensificar los controles sobre la contratación pública en todos los órganos y mesas de contratación. Además, ha comenzado a requerir la doble firma en los expedientes de contratación, para que no sea una sola persona quien tenga la potestad de influir en la resolución de los contratos públicos. Al participar en el proceso más de un funcionario, aseguramos el control sobre su labor.
Con buenos políticos, porque este escándalo no ha sido un problema de falta de controles, sino de negligencia de unos políticos a los que han robado durante años delante de sus narices millones de euros de los contribuyentes cántabros y no se han enterado de nada. Vamos a encargar una auditoría de los últimos 20 años en la Consejería para saber qué ha pasado todos estos años, cómo se ha gastado el dinero de los cántabros y si hay alguna responsabilidad.
No hay mejor control que el que pueda efectuar la propia ciudadanía. Por ello, trabajaremos por acercarle aún más las administraciones públicas, con respeto a los principios del Gobierno Abierto: Transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, integridad pública y colaboración.
Aumentando la transparencia en los portales donde se publican los pliegos de condiciones y, sobre todo, abriendo los ojos y no mirando para otro lado ¿20 años de comisiones ilegales, 23 empresas implicadas y nadie sabía nada? No se lo cree ni el que asó la manteca.
Recuperando la Oficina de Seguimiento de Gasto Público, eliminada por Revilla, exigiendo la devolución de hasta el último euro que la trama de Carreteras ha robado a todos los cántabros y endureciendo los controles de seguimiento y fiscalización del gasto.
Lo ocurrido en la Consejería es intolerable. Es evidente que no tenían mecanismos de control suficientes para que esto no pasara. O peor, puede que nadie llevase a cabo ese control. Creemos fundamental auditar externamente las consejerías y establecer cuantas medidas y controles sean necesarios para garantizar que nadie pueda delinquir con el dinero de todas.
Mantendremos las deducciones para que el impuesto de sucesiones y donaciones siga siendo el más bajo de España y también las rebajas del tramo autonómico del IRPF para las rentas medias y bajas más allá del actual contexto de inflación. Además, vamos a estudiar la desaparición del impuesto de patrimonio en relación con el impuesto de grandes fortunas creado por el Estado para hacerlo más competitivo e incentivar la vuelta de contribuyentes deslocalizados.
Vamos a bajar todos los impuestos, todos lo que se pueda y todo lo que se pueda: Bajaremos Transmisiones Patrimoniales y el IRPF, suprimiremos Patrimonio y nadie pagará en Cantabria por heredar de un familiar directo. Vamos a extender a los hermanos la bonificación que ya existe entre cónyuges y de padres a hijos.
Utilizar posibles bajadas de impuestos en campaña electoral solo puede significar dos cosas: demagogia o el anuncio de recortes en los servicios públicos. Con nuestros impuestos se sufragan los servicios públicos y mi compromiso es mantener unos servicios públicos de calidad.
Me encantaría, pero hay que decir la verdad a los cántabros. Para bajar impuestos sin que afecte a la calidad de los servicios esenciales, con una deuda de 3.500 millones de euros, es imprescindible reducir el gasto improductivo; reducir la administración; eliminar chiringuitos, empresas públicas y fundaciones; reducir consejerías y direcciones generales, y después de eso, bajar impuestos.
Por supuesto. Somos una de las regiones con la presión fiscal más alta de España, junto con Baleares. Hay que aliviar de manera urgente a las familias, las empresas y los trabajadores de esta asfixia, acompañado de una reducción radical de todo el gasto improductivo que sólo redunda en el bienestar de los políticos, no en el de los cántabros.
En materia de impuestos nuestro trabajo se orientará hacia el cumplimiento del art.31 de la Constitución, que nos habla de desarrollar un sistema tributario justo basado en los principios de igualdad y progresividad. La carga ha de estar en los que más tienen.
Sí, Vox. El PRC está en las antípodas de los planteamientos extremistas y hasta xenófobos de esta formación y somos incompatibles con sus posiciones en contra de la autonomía, que es nuestra razón de ser. Nunca nos podríamos entendernos con quienes aspiran a que el nombre de Cantabria vuelva a desaparecer y pretenden una vuelta atrás en el tiempo para incorporarnos a Castilla y León.
El Partido Popular aspira a gobernar en solitario y, para eso, lo único que hace falta es que Miguel Ángel Revilla no se oponga a que gobierne la lista más votada.
Evidentemente. El Partido Socialista no va a pactar jamás con ningún partido que discrimine a cualquier colectivo social o que intente hacer retroceder un ápice los derechos sociales que se han venido consiguiendo.
Huyo de los extremos y de los populismos, y si alguien es capaz de decirme alguien más populista que Revilla que lo haga. Ciudadanos es un partido liberal que aspira a crear alianzas y gobiernos desde el centro hacia la periferia y no al revés, como ocurre en España o en Castilla y León y ya vemos los resultados.
La prioridad de VOX es desterrar las políticas del PRC y la izquierda de Cantabria. Somos la alternativa a un Gobierno demagogo que ha instalado el caciquismo y ha sembrado la corrupción en nuestra tierra mientras los cántabros perdíamos en empleo, en poder adquisitivo, en industria, en despoblación, en servicios públicos.
La respuesta es evidente: ni con VOX ni con el PP. Nosotras no pactamos con quienes recortan derechos y libertades y privatizan nuestros servicios públicos. Jamás. Y con fascistas, racistas, machistas y aporofobos tampoco.
En esta legislatura hemos desarrollado una política turística que ha permitido alcanzar cifras récord de visitantes y pernoctaciones, después de superar una pandemia que paralizó el mundo y que puso en graves aprietos al sector turístico. Ahora tenemos apostar por la desestacionalización, con una oferta más vinculada a la naturaleza y a las experiencias urbanas de calidad para crear valor añadido y mantener la bandera de Cantabria como un destino de calidad.
Cantabria recibe una gran afluencia de visitantes en temporada alta en toda la región, pero no está masificada. El reto de Cantabria es desestacionalizar, diversificar e internacionalizar.
Sí. Cantabria debe apostar por la desestacionalización del turismo. Estamos convencidos de que Cantabria no puede seguir ligada al turismo de verano, sino que debe abrirse a un tipo de turismo que nos permita ser referencia, apoyándonos en nuestros recursos naturales y culturales excepcionales. Hemos de apostar por un turismo urbano, deportivo, rural o cultural, de modo que el turismo sea una herramienta más que posibilite el crecimiento económico, la internacionalización y la apertura de nuestro territorio.
Sería lo deseable. Yo vivo en el centro de Santander y en verano es complicado. Lo reconozco. Pero también en una fuente de recursos de la que no podemos prescindir. Hacer esa transición es compleja. Hay que incentivar, nunca imponer, como propone la izquierda más rancia y radical, con medidas que avancen en esa dirección.
Cantabria debe apostar por proteger e impulsar nuestro ingente patrimonio histórico, cultural y natural y que es foco de atracción de turismo. Exigimos las mismas reglas para toda España y que cree empleo de calidad. Queremos fomentar la hostelería y toda su industria auxiliar como fuente de riqueza para toda la región y fomento de nuestras zonas rurales.
El mayor problema en materia económica en Cantabria ha sido la terciarización de nuestra economía hacia un modelo turístico de bajo valor agregado, con trabajos temporales, estacionales y precarios. Con el patrimonio histórico, cultural y natural que tiene nuestra tierra se podría desarrollar, sin duda, un modelo turístico de mucha más calidad, con mejores condiciones laborales y mucho menos molesto.
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