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«El progreso del pueblo gitano viene de la mano de la educación, del empleo y de la lucha contra la discriminación y el antigitanismo», defiende Sara Giménez, así que la educación, ese «primer caballo de batalla» y ese «gran ascensor social que corrige las ... desventajas», tiene que estar en el centro de las políticas públicas de cualquier administración. Ese es uno de los mensajes que ha dejado esta mañana, en el Parlamento de Cantabria, la directora general de la Fundación Secretariado Gitano, organización que ha presentado allí mismo un informe nacional sobre la situación educativa del pueblo gitano.
Los datos que incluye el informe, presentado en primer lugar en el Congreso de los Diputados y ahora de gira por las comunidades autónomas, han mejorado ligeramente en la educación obligatoria respecto al estudio realizado hace una década, pero no ha sido así en las etapas posteriores. Hay cifras preocupantes, como la del fracaso escolar. «¿Cómo va a progresar una nueva generación de gitanos y gitanas si tenemos un dato de fracaso escolar que es alarmante?», se ha preguntado Giménez después de señalar que seis de cada diez niños gitanos no concluyen la ESO. «Si quieres el progreso de los tuyos en imposible conseguirlo» obviando esa cifra, ha añadido.
El informe también revela «la gran desventaja educativa» de la que parte la infancia gitana y que luego redunda en esas cifras de fracaso o abandono temprano de la educación, ha recordado Giménez. Por ejemplo, los niños y las niñas gitanos empiezan «mucho más tarde» la Educación Infantil; en 3º de Primaria, con ocho años, un 23% ya ha repetido curso una vez, y, en 5º de Primaria, ese porcentaje alcanza el 40%. «Y llegamos a la Secundaria y no se termina» esa etapa, ha concluido Giménez, que entiende que esa brecha educativa que se ensancha con el paso de los cursos deriva en unas cifras de fracaso que superan, con mucho, las de la población escolar en general. Ocurre lo mismo con el abandono educativo: es del 13,3% en términos globales, y de más del 86% entre el alumnado gitano.
¿Y qué explica esto? Una razón de peso, ha argumentado Giménez, es que el 87% de familias gitanas viven situaciones de exclusión social o pobreza. Y ese punto de partida marca porque «la pobreza se hereda». La falta de conectividad o de apoyos educativos para sacar adelante una asignatura son un lastre, ha indicado la directora general, que entiende, además, que, en muchas ocasiones, «las propias familias gitanas no ven la educación como una herramienta de futuro para sus hijos».
El sistema tiene que corregir esa desventaja de partida, han insistido tanto Giménez como Rosa Pérez, la responsable de la Fundación en Cantabria, porque no se puede «dejar en la estacada a una nueva generación» de gitanos. ¿Cómo hacerlo? Con «medidas específicas». «Vengo reclamarles más voluntad política para medidas específicas», les ha dicho Giménez a los representantes políticos que han acudido a escucharla al Parlamento.
Isidro Rodríguez, adjunto a la dirección general de la Fundación, ha desgranado en su intervención los datos del informe, que puede consultarse al completo en la web de Secretariado Gitano. Rodríguez ha insistido en las soluciones: «un plan específico» de refuerzo y orientación educativos, porque está comprobado que son herramientas que «funcionan»; garantizar el acceso a la educación infantil, y la lucha decidida contra la segregación escolar, porque un sistema educativo nunca será inclusivo «si tenemos centros y aulas segregados». En este sentido, Giménez ha puesto el foco en otro aspecto: en que la historia del pueblo gitano aparezca en los libros de texto.
La presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, y el consejero de Educación, FP y Universidades, Sergio Silva, han acompañado a los representantes de la Fundación esta mañana.
Silva ha reconocido que la realidad educativa que esboza el informe «no es satisfactoria y está alejada de lo que a todos nos gustaría». No obstante, estos datos «nos va a servir de acicate y herramienta de trabajo» para «seguir mejorando» la situación educativa del pueblo gitano, ha dicho el consejero. «Si queremos optar por la calidad eso pasa por que haya inclusividad. La educación es el mejor ascensor social posible. Lo sigue siendo hoy en día. La educación es un elemento de cohesión social», ha destacado Silva.
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