«Cuando los progresistas se quedan en casa gana la derecha»

Peor fue aún en el Senado, donde se minimizó la presencia de la formación progresista frente a los tres representantes cosechados en primavera. Dos de ellos fueron a parar a las filas 'populares', mientras el PSC-PSOE se quedó en uno. Isabel Fernández será el rostro cántabro en la Cámara Alta. El 23,21% del total escrutado supone dos puntos menos respecto a los anteriores comicios.

No fue una noche de gran ambiente en Bonifaz, que se contagió del frío meteorológico que ha castigado a la región en los últimos días. Apenas unos pocos militantes hasta las once de la noche mientras la cúpula del partido se encerraba en la planta superior para seguir el escrutinio. Un recuento que desde el inicio dejó claro que la candidatura liderada por Casares no iba a poder mejorar los registros alcanzados por la lista encabezada en abril por Luis Santos Clemente, con cerca de dos puntos porcentuales por debajo desde la apertura de las primeras urnas. El silencio dominó el ambiente, tan sólo roto por el programa de televisión desde el que se seguía en la sala principal del edificio la evolución de la noche electoral.

Al final, los socialistas se dejaron 15.104 votos respecto al 28-A, unos apoyos de los que se benefició sobremanera el PRC, su aliado en la gestión doméstica autonómica y su gran rival en Cantabria desde hace prácticamente una década cuando, al menos hasta ahora, le ha ido fagocitando en los comicios regionales. Este 10-N el partido liderado por Miguel Ángel Revilla, que volverá a tener a José María Mazón en la Carrera de San Jerónimo, se quedó a 6.850 papeletas, por las 38.268 de hace apenas medio año, una diferencia que también se explica con el descalabro de Ciudadanos en la Comunidad, que se queda sin presencia en la capital nacional.

En definitiva, el PSOE cántabro regresa a unos valores incluso por debajo de los cosechados en 2016, cuando contabilizó 79.407 apoyos, el 23,55% del total. La principal conclusión de estas legislativas es que Casares y sus compañeros no han podido mantener la ola alcista de abril, en un contexto nacional en que el proyecto de Pedro Sánchez obtuvo 120 diputados, tres menos que los 123 del 28-A. Además del asiento de María Jesús Calva, Ferraz cedió terreno en Navarra, Baleares, Madrid y Ceuta. Por el contrario, ganó un diputado en Andalucía y otro en Aragón.

Había mucho que explicar desde Bonifaz, más si cabe toda vez que la formación progresista ha sido la única que ha cambiado de cabeza de cartel en la Comunidad para estos nuevos comicios. Tras la aparición televisiva de Sánchez llegó el turno de los próceres del PSOE en Cantabria. A las doce de la noche, con la sede con más ambiente y con presencia de miembros del Ejecutivo autonómico, llegó el turno de los discursos, precedidos de los aplausos de medio centenar de militantes. Abrió el turno Casares. «Hoy el PSOE ha ganado las elecciones generales», arrancó. «El desbloqueo político en este país está más cerca y esperemos que el conjunto de partidos asuman el resultado de lo que han votado los españoles y españolas», remachó el futuro diputado.

De lo general, a lo particular. «No hemos podido repetir los resultados históricos del pasado 28 de abril. El PSOE ha bajado cerca de un 2% en la Comunidad. Especialmente preocupante es el auge de la extrema derecha. La irresponsabilidad de PP y Cs tiene consecuencias. Cuando uno abraza los discursos racistas y xenófobos, quien pierde es el conjunto de la democracia española».

Casares igualmente quiso «agradecer a las personas que han votado con tranquilidad y normalidad». Igualmente, mostró su «preocupación por la bajada de la participación, con ocho puntos menos. Cuando los progresistas de Cantabria se quedan en casa, gana la derecha».

El cabeza de lista fue el único que se dirigió desde el atril a la militancia. Posteriormente, Isabel Fernández analizaba a este periódico que «ha sido una jornada en la que han influido muchas cosas, incluida la meteorología. Hay que hacer una lectura nacional, por lo que estamos contentos con el resultado. En lo que respecta a Cantabria, trabajaré aún más por los ciudadanos desde el Senado». El secretario general de los socialistas cántabros, Pablo Zuloaga, sostuvo que «lo que más preocupa es el resultado de la ultraderecha en Cantabria».

Dentro de las causas que explican la caída del PSOE en la región, buena parte de ella hay que buscarla en las grandes ciudades. Sólo en Santander, los socialistas se dejaron cerca de 4.000 respaldos en relación a hace medio año, al atesorar 21.507 papeletas por las 25.600 del 28-A. El descenso igualmente se produjo en porcentaje de voto, con una bajada de dos puntos. En Torrelavega, donde la formación progresista volvió a imponerse, experimentó un retroceso de más de 1.600 partidarios, 8.249 por los 9.898 de abril. Aquí el desplome en porcentaje de sufragios fue todavía mayor, ocho puntos menos. Estos fueron los principales exponentes de la pérdida de apoyos socialistas, pero el recorte se notó en los principales municipios de la Comunidad.

Se presenta, en definitiva, un escenario similar al vivido por el PSOE en los últimos años con la salvedad del clímax de primavera. Una victoria que en su momento el propio secretario general de Bonifaz, Pablo Zuloaga, definió como «histórica» y que Casares no ha podido mantener.