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Los nervios y los reencuentros protagonizaron el regreso a las aulas para los estudiantes de enseñanza Secundaria, que vieron como la jornada de presentación del curso giró en torno a una de las principales novedades de este año escolar: la prohibición del uso de los ... teléfonos móviles en los centros educativos. La medida del Gobierno regional, que entra en vigor este curso, persigue que los estudiantes no puedan utilizar ni móviles ni relojes inteligentes durante toda la jornada lectiva. De incumplirse lo dispuesto en las instrucciones específicas que están ya en manos de los centros, los profesores tendrán potestad para «la retirada del dispositivo móvil a la alumna o alumno incumplidor», que previamente se apagará y se devolverá al término de la jornada. Solo se podrán usar en horario lectivo para fines educativos y previo aviso del profesorado. El teléfono se tendrá que apagar antes de entrar al centro. La decisión genera malestar entre los estudiantes y satisfacción entre las familias.
A las puertas del instituto La Albericia (Santander), el trasiego de alumnos que entraban y salían del centro contrastaba con la calma de algunos padres, a la espera de que terminaran las presentaciones de sus hijos. «Me parece una maravilla la decisión de prohibir los teléfonos», confesó Ana Belén Gutiérrez. Un comportamiento que esperaba que también se trasladase al profesorado: «Que den ejemplo los profesores, yo en mi trabajo no puedo utilizarlo». En el caso de Rosa Martínez, su hija es diabética y lleva el teléfono encima, pero apagado. «Lo tiene por precaución, pero en el centro tienen varios números para localizarme si hiciera falta, así que veo bien que no les dejen utilizarlo».
En la cara opuesta de la moneda se encuentran los alumnos del centro, que no conciben no poder usarlo «ni para ver la hora». Antonio y Hugo, alumnos de Bachillerato, creen que se pierde el uso como herramienta de aprendizaje: «Se pueden hacer muchas cosas con él, si te lo prohíben, no vamos a estar nunca modernizados. Algunas de las actividades de clase se pueden realizar a través del móvil, es un retroceso para nuestro apartado académico». Aunque también reconocen su función recreativa durante el recreo: «Lo usamos para echar un vistazo a redes sociales, como Instagram y TikTok».
No se podrán usar durante la jornada lectiva La restricción atañe a todoel centro.
Teléfonos y relojes inteligentes La prohibición afecta a dispositivos con acceso a internet.
Con permiso del profesorado Tendrán la última palabra para autorizar su uso académico.
Retirada del dispositivo Los alumnos podrán recuperar su dispositivo al final de la jornada.
Los profesores den ejemplo Se anima que la medida alcance a todos la comunidad.
Alcance La aplicación se extenderá a las actividades extraescolares y complementarias.
Muchos de los estudiantes presentes, teléfono en mano, creen que la medida retirar el dispositivo móvil no es «justa». «No deberían poder quitártelo, porque es algo personal», subraya Bruno, alumno de bachillerato. A su lado, en la parada de autobús frente al instituto se encuentra Paula. «Es verdad que a veces el recreo se puede hacer aburrido y está bien ver cosas en el móvil, aunque hay que hablar más con los compañeros», apunta. «La primera vez te lo quitan y devuelven al final del día, pero si pasa más de una vez puedes estar varios días sin él y avisan a tus padres. Puedo sobrevivir sin el teléfono, pero no me haría gracia».
La prohibición también atañe al reloj inteligente. La mayoría permite la comunicación con otros dispositivos y tiene acceso a internet. Mariano, cabreado, niega con la cabeza ante tanta prohibición: «Es que no se puede ni ver la hora ya, no sé porque está al mismo nivel que un móvil».
Durante la jornada de presentaciones, la entrada y salida de alumnos del centro era una constante. Algunos ya sabían cómo iba a funcionar si requisaban alguno de los dispositivos. «Si veo que empiezan a quitar teléfonos, no me quedará otra que dejarlo en casa. Aquí no quiero que esté mi teléfono durante días hasta recuperarlo», explica Valeria.
Aunque cada centro de enseñanza va a tener la última palabra a la hora de gestionar la prohibición de los teléfonos móviles y relojes inteligentes, la Consejería de Educación ha elaborado unas instrucciones en las que regula su prohibición tanto en clase como en el patio, aunque sean tiempos de descanso o recreo. Solamente se podrán emplear cuando haya razones personales, familiares o de salud debidamente acreditadas ante la dirección del centro, o el profesorado entienda que la clase requiera del uso de estos dispositivos. También anima a los centros a que los acuerdos sobre el uso de los dispositivos alcance a todos los miembros de la comunidad educativa.
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