Cantabria pide que se sume la UME a la búsqueda del joven desaparecido en Picos de Europa

El joven desaparecido llegó en torno a las cuatro de la tarde del pasado sábado al Casetón de Ándara. «Nos saludamos. Le pregunté de dónde era. Me dijo que de León. Luego continuó diciendo que quería subir al Pico Valdominguero y que luego tenía planes de bajar por la Canal de Jidiellu; pero no iba preparado para nada», cuenta Enrique González, guarda del refugio de Ándara, el último lugar donde se vio al leonés desaparecido desde hace tres días en Picos de Europa. «No llevaba crampones ni piolet, ni ropa adecuada para invierno. Le dije que no estaba en condiciones de subir porque no le iba a dar tiempo a llegar pero me aseguró que tenía material para dormir de vivac», relata el guarda. «Le insistí en que no subiera y me dijo que me haría caso; pero cuando nos despedimos vi que subía. Hizo caso omiso de las advertencias».

Fue el hermano del desaparecido el que dio la voz de alarma al 112 de Castilla y León el pasado miércoles al mediodía, día de Navidad. El montañero pretendía descender hasta Sotres en una exigente ruta de varios días entre Bejes y Covadonga. Un itinerario que quería hacer en solitario. La alarma saltó cuando el joven no llegó al punto de encuentro en el día de Navidad.

El Ejecutivo cántabro comenzó este miércoles la búsqueda con el helicóptero del Gobierno por la zona. Tras la batida sin éxito, hoy se ha reactivado el dispositivo con el nivel 1, en el que además del rastreo por aire, se incorporan medios terrestres y drones. El operativo finalizó ya este jueves y se retomará a primera hora del viernes

En el puesto de mando situado en Sotres, un equipo de Protección Civil del Gobierno coordina la operación en la que interviene también un equipo de drones y al que se sumarán un helicóptero de la Guardia Civil de Asturias, de los bomberos de la comunidad vecina y de León. «Tenemos las sospechas de que ha llegado al Pico Valdominguero y que ha comenzado a descender por la Canal de Jidiellu o por la Pica del Jierro. Por eso ahora nuestros esfuerzos por tierra están enfocados en esas zonas», acreditan fuentes del operativo desplegado allí. Todo forma parte del macizo oriental. Si no hay noticias del joven en esa zona, el rastreo se extenderá al macizo central.

El operativo de este jueves consistió en un puesto de mando avanzado único de efectivos cántabros y asturianos en Sotres, donde desde primera hora se ha retomado la búsqueda. Hasta la localidad asturiana acudieron desde Cantabria 14 personas: cuatro rescatadores por tierra, un técnico de guardia, tres de la Cruz Roja, un piloto de dron y un equipo de cinco personas del helicóptero.

Ayer en el sector de la Canal de Jidiellu estuvo trabajando un equipo de Cantabria y el GREIM de la Guardia Civil de Cangas de Onís. Por su parte, en la zona del Canal del Jierro buscan las unidades de drones de Asturias y Cantabria con la tecnología Lifeseeker, un sistema que permite detectar teléfonos móviles encendidos. En ese área también trabajan efectivos del Grupo de Rescate del SEPA y la Unidad Canina. Entre Ándara y el Pico Valdomingueru trabaha un segundo equipo de rescate de Cantabria y el Greim de Potes. A todo ello se suma el helicóptero con vuelos en los tres sectores.

El Casetón de Ándara, última localización del desaparecido de la que tuvo constancia la familia, es un singular refugio de montaña localizado en el corazón de Liébana, a unos 1.700 metros de altitud en el macizo oriental de los Picos de Europa. El acceso al refugio es posible desde Bejes, o Sotres. El desaparecido, precisamente, venía desde Bejes, desde donde salió el día 21 de diciembre con la previsión de que descendiera hasta la zona de Sotres.

Los que conocen la zona saben la dificultad que puede encarnar este tipo de rutas largas de varias jornadas y más en invierno con hielo y nieve: «La parte de Bejes al refugio es sencilla, sin nigún problema, pero desde Ándara hacia Covadonga ya es otra historia, es muy muy complicado, hay muchos caminos y tienes que saber muy bien por donde vas, si no estás perdido... Yo tengo mucha experiencia y no me atrevería a hacer algo así, esa zona es alta montaña, muy abrupta y complicada incluso para los expertos», explica Toño Ruiz de Villa, con más de cincuenta años de experiencia en montañismo, al tiempo que hace hincapié en la dificultad para los equipos de búsqueda: «La esperanza está en los drones que detectan el calor por temperatura para encontrar a los desaparecidos, pero con este hielo y frío se complica todo muchísimo».

«Lo sensato y que todo el mundo le recomendó era tomar las Vegas de Soto, pero decidió coger un atajo por Jidiellu, una zona complicadísima e imposible para alguien que no lleva material adecuado, una auténtica locura», insiste este aficionado a la montaña que sigue de cerca la búsqueda.