Las protectoras se enfrentan «a la máxima cota» de abandono de perros

Por suerte para ella, llegó a oídos de unos voluntarios de Cantabria que dedican parte de su tiempo libre a la defensa de los derechos de los animales, en lugar de a otra persona que quisiera perpetuar el maltrato. Estos voluntarios informaron del asunto en la asociación Galgos de Casa, una protectora dedicada al rescate y recuperación física y mental de esta raza canina, que inició el trámite para su adopción y el pago de los portes del perro, que llegó a Cantabria procedente de Sevilla.

Una vez en la protectora ubicada en Suances, se le dio un nombre, Nina, y comenzaron seis meses de rehabilitación emocional y de su salud. El veterinario salvó su pata (lo que se pudo, porque ya no se podía operar) y le puso las vacunas y el chip de identificación. A continuación, se le buscó un hogar, «donde la tratan como un miembro más de la familia y lo verificamos con las fotos y vídeos que nos envían».

Casos como el de Nina se repiten a diario y evitarlos depende de estas personas anónimas. «Nos dedicamos a esto corriendo con los gastos de nuestros bolsillos. Somos cerca de 30 asociaciones, ONG y refugios en Cantabria, en los que nos esforzamos por dar una segunda vida a animales maltratados y abandonados. Hacemos el trabajo sucio de las administraciones», asegura Eva Ceballos, al frente de Galgos de Casa.

Las protectoras y refugios consultados por El Diario Montañés para este reportaje advierten de que se enfrentan «a las máximas cotas de abandono» en la región. Cada centro dispone de sus propios registros, ya que no existe un sistema centralizado que reúna los datos totales sobre servicios de recogida, altas, bajas y sacrificios de animales abandonados.

En Galgos de Casa anotaron entre septiembre y diciembre de 2021 un pico de avisos, que les llevó a realizar la recogida de 25 galgos. «La cifra es superior a otros años y equivale a casi la mitad de la recogida de todo un año», señala Ceballos.

Por su parte, Javier Díaz, propietario del centro Dogstar Resort Canino, en Quijas, ha registrado «un aumento del 50% de recogidas de animales abandonados estas pasadas Navidades. Sin embargo, «el pasado verano tuvimos un notable descenso, del 70%. Por lo tanto, va cambiando el comportamiento social sin que se pueda anticipar lo que va a ocurrir». De media, este centro canino registra 80 adopciones al año y entre 60 y 90 recogidas.

En el Refugio Canino Torres, en Torrelavega, gestionan la salvaguarda de 100 perros, entre el propio refugio y casas de acogida. En este centro informan de que en 2021 se recogieron 150 perros abandonados, mientras que el año anterior fueron 160.

En paralelo al incremento de abandonos, aumenta cada año el número de adopciones que se efectúan, sin tomar como referente la cifra del primer año de pandemia, en especial durante el confinamiento, cuando se dispararon las adopciones.

«Crece cada día la concienciación social para adoptar y acoger animales abandonados. Por primera vez, la balanza entre abandonos y acogidas comienza a equilibrarse. No obstante, no se trata de equipar estas cifras sino de conseguir la gestión ética y moral adecuada, que se basa campañas de esterilización de los animales para evitar camadas indeseadas», apunta Victoria Cedrún, presidenta de DEAN, la Federación en Defensa de los Animales de Cantabria.

Además, continúa Cedrún, «en la mayoría de los municipios de la región no existe un servicio de recogida de animales, pese a que es obligatorio por ley, y en las asociaciones no damos abasto», lamenta Cedrún.