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El arco acristalado será el conector del renovado edificio. La cubierta y sus miradores completan los elementos más singulares de la intervención. DM

El Proyecto Pereda convierte el icónico arco del Santander en la puerta entre la ciudad y la bahía

La entidad financiera anuncia que concluirá en 2023 la transformación de su sede social en un museo abierto a la sociedad, que acogerá su Colección privada y espacios polivalentes para la innovación y la cultura

Guillermo Balbona

Santander

Viernes, 26 de julio 2019

En una ciudad en la que no abundan los elementos urbanos y arquitectónicos icónicos, el Proyecto Pereda, destinado a transformar la histórica sede social de Banco Santander en museo y centro cultural, generará dos nuevos espacio: el emblemático arco se convertirá en «puente y puerta abierta a la ciudad» y la cubierta acogerá un mirador, a modo de terraza pública panorámica.

El arte vertebrará e integrará los espacios, ya conocidos y nuevos, del edificio de Paseo de Pereda, ubicado entre los números 9-12, concebido para convertirse en el nuevo hogar de la Colección del Banco Santander. En realidad un nuevo museo, que en palabras de Ana Botín, presidenta de la entidad, se postula como centro cultural abanderado por el arco acristalado que ejercerá de «conector, de puerta urbana entre la ciudad y el frente marítimo». No obstante las galerías expositivas serán el «núcleo esencial» del proyecto que propiciará un espacio continuo de exhibición plasmado en las plantas 2, 3 y 4, gracias además a la conexión generada por el arco. El objetivo es albergar una gran parte de los fondos de la Colección del Santander que, como ya se avanzó, está integrada por más de mil obras. Ana Botín anunció que el 'Proyecto de Transformación' contempla acoger muestras temporales.

La cubierta generará una terraza pública panorámica y un pabellón mirador con un espacio multiusos

Banco Santander anunció que espera iniciar en un año la reforma de sus sedes en la ciudad con una inversión que superará los 60 millones en su conjunto. La sede social del Paseo Pereda será el epicentro con la exposición de la Colección, mientras que la de Hernán Cortés (antiguo Mercantil) será un «espacio unitario mutifuncional», el cual podría estar listo en dieciocho meses según la estimación de la entidad. El objetivo, avanzado ayer, es concluir en cuatro años la transformación de su sede social, situada en el Paseo de Pereda, de modo que sea una edificación «abierta a la sociedad que acogerá la colección de arte de la entidad y espacios polivalentes dedicados a la innovación y la cultura y emprendimiento».

El arquitecto David Chipperfield –autor entre otros proyectos de la remodelación de las isla de los museos de Berlín y de la ampliación de la Royal Academy de Londres– destacó como elemento clave de la intervención el arco que atraviesa la sede del banco, que «se acristalará y servirá de puente entre sus dos volúmenes, en sus orígenes dos edificios separados». El Santander invertirá más de 40 millones en este proyecto, a los que se suman los 20 que destinará a la transformación de la antigua sede de Banesto, en la calle Hernán Cortés, donde instalará sus oficinas aunque también será un edificio abierto a la ciudad. La remodelación, que es fruto de un diseño de Cruz y Ortiz Arquitectos, incluye otra terraza panorámica en la que se celebrarán actividades.

Las maquetas, en el Palacete

El Palacete del Embarcadero de la Autoridad Portuaria, transformado para la ocasión en una tribuna del Santander con su despliegue corporativo, acogió un acto social con más de setenta invitados en el que los arquitectos Chipperfield y Antonio Ortiz presentaron las señas de identidad del doble proyecto que supondrá la intervención en ambos edificios históricos de la ciudad. Hasta el 4 de agosto el Palacete será el escaparate público de las actuaciones urbanísticas y arquitectónicas previstas.

Dos grandes maquetas, proyecciones, infografías y fotografías, con textos didácticos de ambos estudios, acercarán los objetivos al ciudadano. La presidenta, Ana Botín, subrayó que en el edificio del Paseo de Pereda se expondrá la colección de arte privada. Son más de mil piezas, entre las que se incluyen obras de Zurbarán, El Greco, Van Dyck, Rubens, Picasso, Sorolla, Chillida o Miró, la mayor colección privada de José Gutiérrez Solana del mundo, una colección de tapices de los siglos XVI al XVIII y una colección «única» de numismática, monedas y billetes, desde el siglo III antes de Cristo, según recordó Ana Botín.

DM
Imagen principal - El Proyecto Pereda convierte el icónico arco del Santander en la puerta entre la ciudad y la bahía
Imagen secundaria 1 - El Proyecto Pereda convierte el icónico arco del Santander en la puerta entre la ciudad y la bahía
Imagen secundaria 2 - El Proyecto Pereda convierte el icónico arco del Santander en la puerta entre la ciudad y la bahía

Estos fondos los fue reuniendo el Santander durante su historia que ha ido creciendo con las incorporaciones de otras entidades, caso del Hispano Americano y Banesto. Ana Botín hizo hincapié en que el reto es que el Santander, un banco del siglo XXI, siga liderando la banca del futuro. «Y nuestra sede tiene que ser un reflejo de ello; de nuestra capacidad de innovación, de nuestra modernidad, de nuestro foco en las personas, al tiempo que de nuestra historia y de nuestras raíces; local y global. Y quiero que sea también reflejo de nuestra ciudad: abierta y moderna, transparente y cercana, que sabe evolucionar desde su tradición y adaptarse a los cambios».

Para llevar a cabo la remodelación del edificio Pereda se cuenta con David Chipperfield. En lo que se refiere al de la calle Hernán Cortés, la transformación correrá a cargo de los prestigiosos arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, cuyo estudio ha sido el responsable de la restauración del Risjksmuseum, en Ámsterdam; las estaciones de ferrocarril de Basilea y Sevilla o el diseño del Wanda Metropolitano de Madrid. El plazo estimado de ejecución de este proyecto, que convertirá estos edificios en un referente cultural, intelectual e institucional de Santander y de Cantabria y contribuirá a favorecer su progreso económico y cultural, será de unos 20 meses en el caso del edificio de la calle Hernán Cortés y 36 para el del Paseo de Pereda.

La previsión es que las obras comiencen dentro de un año, aproximadamente, una vez obtenidas las correspondientes licencias municipales. Durante la ejecución de las obras, además de contar con la colaboración de empresas cántabras, se estima que trabajen en las mismas una media de 150 personas. Además, se crearán otros 50 empleos directos para la explotación de ambos edificios que han sido diseñados para ser sostenibles y energéticamente eficientes. «Queremos devolverle a Santander y a Cantabria todo lo que nos ha dado y ayudarlas a crecer, con un crecimiento sostenible, inclusivo y que llegue a más personas para que construyamos una sociedad más próspera», dijo Ana Botín. En este sentido, el Santander pretende ayudar también a los emprendedores y contribuir al desarrollo social y económico de Cantabria. Por su parte, Chipperfield calificó el inmueble como un edificio «muy importante en la ciudad y también distinto y curioso, que tiene aspecto de banco, de fortaleza donde se guarda el dinero, pero que tiene que transformarse en una casa abierta para cumplir su nueva función». El «corazón» del proyecto, dijo, «es el arco que lo atraviesa, pero que al mismo tiempo lo vincula con la ciudad». El reto, explicó, «ha sido aprovechar esa estructura para crear un edificio único, permeable y amigable. Aspiramos a que se convierta en un puente aún más sólido entre Santander y el banco».

En el caso del antiguo Mercantil, en HernánCortés, el inmueble ha sufrido distintos avatares y reformas, «manteniendo sin embargo la claridad de su estructura de pilares de fundición en torno al patio». Uno de sus atractivos residirá en la terraza panorámica concebida por Antonio Cruz y Antonio Ortiz: «La transparencia será máxima y permitirá comprender de una vez no solo cada planta sino el edificio completo a través del atrio vertical», según reza el proyecto. En la planta baja habrá una oficina comercial mientras que las superiores se destinarán a oficinas administrativas de la entidad.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en su intervención defendió el proyecto como «un pelotazo para Cantabria y para la ciudad. Así de sencillo», tras agradecer que el primer banco de la Unión Europa mantenga su arraigo en la región y su compromiso con inversiones como estas. Revilla, «muy ilusionado» con el futuro de la región en estos próximos cuatro años, dijo ante la audiencia: «Te voy a pedir una cosa, Ana. Me gustaría inaugurar este centro como presidente. Hazlo por favor, no me obligues a presentarme otro vez». Revilla destacó que la suma de este proyecto a los que tiene en marcha la ciudad y al Mupac, que espera que se construya en esta legislatura, hará «un circuito cultural que no lo tendrá ninguna ciudad de España».

Por su parte, Gema Igual, alcaldesa de Santander, dio las gracias por «regalar» a la ciudad unos proyectos, que, a su juicio, suponen «un paso firme para poner a Santander en el centro de la cultura». Antes de la puesta de largo en el Palacete Ana Botín había entregado los proyectos a la alcaldesa en el Ayuntamiento. La entidad ya ha alquilado locales en los alrededores de los edificios para albergar las oficinas durante el tiempo que transcurran las obras.

El «corazón» del renovado y remodelado inmueble del Paseo de Pereda será su museo, con las galerías expositivas permanentes configuradas por más de 2.600 metros cuadrados. Y, a su vez, contendrá salas polivalentes presididas por un espacio multimedia de más de 700 metros cuadrados para «exposiciones interactivas que cuentan historias sobre el edificio, el banco y la ciudad, que se ubicará en la planta baja y primera del ala oeste del edificio».

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