Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando hace cinco años, llegó a Valdecilla el proyecto para instalar un centro de protones contra el cáncer –entonces una empresa privada había elegido al hospital cántabro para invertir 40 millones en esa idea y convertirlo en referente del sistema nacional público de salud en ... la lucha contra el cáncer–, el jefe de Oncología Radioterápica,Pedro Prada, reconocía: «No me lo podía creer». Él, que fue el imán de aquella novedosa iniciativa por su trayectoria profesional, cuando en España la vía de los protones solo se había abierto en el ámbito privado (con dos centros en Madrid: Quirón y Clínica Universitaria de Navarra), ahora lo que no se puede creer es que, a estas alturas, se haya perdido la ventaja con la que partía Cantabria en la carrera por la implantación de esta prometedora técnica en la sanidad pública de España. Y mucho menos contaba con el sinfín de obstáculos que se han encontrado a lo largo de su tramitación.
«Se ha perdido mucho tiempo, eso es una realidad», asegura Prada en declaraciones a este periódico tras conocer que el proyecto del País Vasco –uno de los diez que se activaron a partir de la millonaria donación de la Fundación Amancio Ortega– avanza a un ritmo que ha permitido llegar en apenas dos años a la licitación de la obra del futuro centro de protonterapia de San Sebastián, mientras que en Cantabria han pasado cinco desde que se planteó la idea y aún falta ese último paso por dar. Aunque ya será solo cuestión de días, puesto que ayer mismo el Consejo de Gobierno aprobó el compromiso de gasto: 25 millones costará abrir el gran agujero que alojará la máquina que está fabricando la empresa Varian (valorada en 27,1 millones) y acondicionar las instalaciones en la superficie disponible en el área de Oncología Radioterápica. Ni los 11 de los que se habló al inicio del plan, ni los 19 con los que contaba el consejero de Salud, César Pascual, hace apenas cuatro meses, cuando ya reconocía que la construcción iba a resultar más cara de lo que se había calculado por su complejidad (en pleno corazón de un hospital en funcionamiento) y envergadura. El búnker se abrirá a continuación de la Torre D, en el espacio comprendido entre ésta y la Facultad de Enfermería.
Proyecto de Valdecilla
Marzo de 2019 Se publica la oferta de una empresa dispuesta a invertir 40 millones para instalar la protonterapia en Valdecilla.
Octubre de 2021 El Gobierno autoriza el acuerdo para un contrato de 38,5 millones, que queda desierto en diciembre.
Marzo de 2022 Se decide dividir el contrato en tres: máquina, dirección de obra y la construcción del búnker.
Septiembre de 2022 Se adjudica la compra de la máquina a Varian tras la suspensión del proceso por un recurso de IBA.
Junio de 2022 El recurso de los aparejadores paraliza el proceso de redacción de obra.
Febrero de 2024 Aprobado el gasto de 25 millones de euros para que el SCS licite la obra.
Proyecto de San Sebastián
Octubre de 2021 Amancio Ortega anuncia que donará diez máquinas, una para País Vasco.
Diciembre de 2022 Se adjudican las unidades, a cargo de IBA.
Enero de 2023 Osakidetza decide la ubicación del centro.
Enero de 2024 Licitada la obra de construcción por 60 millones.
Pese a que la competencia ya está ahí, el jefe de Oncología Radioterápica, que ha defendido y empujado el proyecto ante cuatro consejeros de Sanidad distintos (los tres socialistas de la pasada legislatura y la anterior –Luisa Real, Miguel Rodríguez y Raúl Pesquera– y el actual, del PP) mantiene su apuesta decidida por ser referente nacional. «Aún es posible, nosotros desde el servicio lo tenemos todo programado para empezar a tratar pacientes al día siguiente de echar a andar la máquina.Si desde la administración cumplen con los plazos, que apuntan que la licitación de la obra ya es inmediata, estamos en condiciones de empezar a la par que el País Vasco», asegura.
La previsión de Osakidetza es iniciar en julio la construcción en el actual aparcamiento situado entre el Hospital Donostia y el centro oncológico (Onkologikoa). Con 24 meses por delante para levantar un edificio de 9.625 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas (dos subterráneas), y siempre que no encuentre imprevistos por el camino, eso supondría que la infraestructura podría ponerse en funcionamiento para el verano de 2026. Se trata, eso sí, de una obra de mayores dimensiones, con una inversión de 60 millones de euros, y eso que no tienen que hacer desembolso por la máquina, que fue regalo del dueño de Inditex. Esa y las otras nueve destinadas a Madrid (2), Cataluña (2), Andalucía (2), Galicia, Valencia y Canarias, que fueron adjudicadas a finales de 2022 en un paquete conjunto a la firma IBA, la misma que compitió con Varian por instalar la protonterapia en Valdecilla y cuyo recurso tras no resultar elegida fue un motivo más de retraso a la lista.
Cabe recordar que la donación de Amancio Ortega desinfló de un plumazo las expectativas del proyecto de Cantabria, que iba a ser pionero en España hasta ese momento. Pero no fue lo único que ha ido alejando la posibilidad de que Valdecilla pueda convertirse en el primer hospital público en tratar pacientes con protonterapia. El último contratiempo ha sido la propia demora en la licitación de la obra, que había sido anunciada para el pasado noviembre, pero no pudo ser por las vueltas que ha habido que dar al pliego para adaptarlo a los matices añadidos por los técnicos.
En la etapa inicial, allá por 2019, la terapia de los protones no encontró el respaldo político de la Consejería, entre otras cosas porque el plan implicaba una colaboración público-privada, una fórmula que suscitaba el rechazo del ala socialista del Ejecutivo bipartito. Así que en la siguiente legislatura, ya con Miguel Rodríguez como titular, se retomó, pero prescindiendo de la empresa que trajo la idea e impulsándolo directamente desde el propio Gobierno. Eso sí, se contaba con poder sufragarlo con unos fondos europeos que nunca llegaron a este fin. Entre otras cosas porque requería unos plazos que resultaron imposibles de cumplir. En noviembre de 2021 ya estaba designado el emplazamiento y las dimensiones del búnker. Para seguir con la comparativa con el proyecto vasco, fue hace justo un año cuando se anunció que se ubicaría en el parking del hospital de Donostia, donde ya empezarán las obras dentro de seis meses. En Valdecilla, la previsión del SCS ahora son cinco meses desde la licitación de la obra. Es decir, que sitúa el arranque de las obras para el próximo septiembre (si no hay nuevos impedimentos antes).
Porque en la historia por capítulos de la protonterapia de Valdecilla, nadie contaba con que el concurso inicial iba a resultar fallido, cuando el contrato (entonces valorado en 38,5 millones) incluía tanto la compra de la máquina como la obra del búnker y el acondicionamiento de las dependencias. Aquel fue el primer revés de la sucesión de obstáculos de los años siguientes. No solo suponía empezar el proyecto de cero, para licitar por separado la unidad –se adjudicó la compra en septiembre de 2022–, la dirección de obra y la construcción, sino que cada licitación estaba sujeta a sus propios plazos y a sus posibles recursos, que tampoco faltaron.
Y a medida que iban pasando las hojas del calendario, la inversión para que Valdecilla disponga de protones para combatir el cáncer también ha ido creciendo. Si en 2023, tras el cambio de Gobierno, se cifraba el desembolso en «cerca de los 50 millones», redondeando por lo alto, ahora ya está confirmado que se superará esa cuantía.La incógnita es si Cantabria está aún a tiempo de recuperar la delantera y liderar la protonterapia.
Mientras la tramitación administrativa, y sus múltiples contratiempos, han ralentizado la puesta en marcha de la protonterapia, el equipo de Oncología Radioterápica de Valdecilla ha ido avanzando en varias líneas paralelas, que supone camino andado por delante del resto de comunidades. Ya ha empezado a contactar con personal especializado, a sabiendas de que a medida que se abran unidades de protones, habrá más dificultades de contratación. Tiene preparado un plan de investigación en cáncer, de la mano de la Universidad de Cantabria, con el que aspira a convertir a la región en un referente internacional en técnicas avanzadas de tratamiento con protones. Clínicos, biólogos, matemáticos, ingenieros, tecnólogos y docentes han trabajado de forma conjunta en su diseño. Dispone también de un plan formativo cuyo objetivo principal es proporcionar educación de calidad a los profesionales de la Oncología Radioterápica y profesiones afines. Este proyecto desarrolla e implementa un programa de entrenamiento de alto rendimiento en el contexto de realidad virtual. Pero, además, Valdecilla ya tiene prevista la obra en la que se colocarán los planificadores de tratamientos, una herramienta que, a futuro, servirá para determinar qué ventajas aporta la protonterapia y para qué pacientes resultará más efectiva. Hasta que se disponga de la máquina en el propio hospital, puede ser utilizada para contrastar indicaciones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.