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Esta misma semana está prevista la incorporación de un nuevo psiquiatra al equipo de salud mental infanto-juvenil de Santander, donde la baja sin cubrir durante un año de uno de los facultativos titulares ha generado un monumental atasco para el acceso a consulta ... que ha sido imposible de absorber por sus compañeras -una de ellas, además, con reducción de jornada-. La llamada de auxilio de las familias con niñas atrapadas en la anorexia (a través de Adaner) y con ocho meses de espera hasta llegar a una primera consulta con el psiquiatra infantil del Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha conseguido que se reactive la búsqueda de una solución al problema que también habían denunciado el pasado verano padres de niños con autismo, que se sentían «desamparados» por las demoras en la asistencia.
Incluso los propios facultativos del equipo de salud mental infanto-juvenil del área de Santander -ubicados en la instalación conocida como 'El Chalecito', junto a la Gerencia del SCS- habían reconocido que la atención que se estaba prestando a los menores era «deficiente, peor que nunca», como consecuencia de la falta de personal, mientras la demanda no deja de crecer.
Desde la Consejería de Salud admitían la semana pasada que no habían sido capaces de completar el equipo durante la baja prolongada de uno de los psiquiatras y confiaban en conseguir relevo ahora que ya había llegado a la jubilación y se podía ofertar la vacante (lo que implica mayor estabilidad y, por tanto, mejores condiciones laborales). Y así ha sido. Según confirma el jefe de servicio de Psiquiatría de Valdecilla, Jesús Artal, a lo largo de esta semana se sumará al equipo una nueva psiquiatra que aliviará la carga que acumulan sus compañeras y contribuirá a aligerar la saturación de la lista de espera. O puede quedarse en el intento, porque finalmente se trata de una contratación a tiempo parcial, de una profesional que tiene su plaza en Urgencias y que dedicará solo unas horas de la mañana a la atención infanto-juvenil.
No obstante, consciente de que no bastará para descongestionar la demanda acumulada durante meses, «porque tenemos un problema importante en infanto-juvenil», Artal anuncia que «vamos a reorganizar la asistencia para intentar bajar la lista de espera de todos los menores, pero en especial de los que sufren trastornos de la alimentación».
Para ello, «el plan de choque diseñado contempla contar con la colaboración de dos psiquiatras de la Unidad de Trastornos de la Conducta alimentaria (UTCA) de Valdecilla», para poner el foco en las menores de 15 años, que son las derivadas a las consultas ambulatorias de infanto-juvenil. Por encima de esa edad, las pacientes se atienden directamente en el hospital, pero desde ambos ámbitos de asistencia advierten de que el retraso en el tratamiento a edades tempranas -y se están dando casos con anorexia y bulimia incluso desde los 10 años- aumenta las complicaciones, con lo cual las consecuencias de esa gran demora acabarán llegando al hospital con «situaciones mucho más difíciles de revertir».
Para abordar esa reorganización de las consultas, Artal ha convocado una reunión este miércoles con su equipo en la que planteará el objetivo de reducir «en los próximos tres-cuatro meses» las listas de espera para menores. En ella, se expondrá la posibilidad de ampliar las consultas por las tardes (también para adultos), dentro de los programas especiales -las llamadas peonadas, que no sólo se aplican al ámbito quirúrgico, sino también a pruebas diagnósticas y consultas externas-. «Si se plantean bien, pueden ser un alivio», sostiene. Pero también es consciente de que si se limitan únicamente a primeras consultas, que es en principio a lo que está destinada esta actividad extraordinaria, «luego nos podemos encontrar con problemas para encajar las citas de las revisiones».
«La realidad es que tenemos una plantilla en la que vamos justos para todo, porque también han aumentado mucho las urgencias», declara Artal. «Pese a que estamos sometidos a mucha presión por el aumento de la demanda, somos tremendamente eficientes», añade, recordando el reciente premio BIC (Best in Class). Y confía en que la nueva unidad de ingresos agudos de Psiquiatría que se está habilitando en el Hospital de Sierrallana (Torrelavega), cuya puesta en marcha está prevista para 2024, también «contribuirá a descargar la presión sobre Valdecilla».
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