PRC y PSOE se reunirán la semana que viene para negociar el pacto y respetarán la lista más votada

Los primeros contactos informales, que ya se han producido con algún café y llamadas de teléfono, apuestan por elaborar un «pacto global» que incluya el Ejecutivo regional y los ayuntamientos, donde ambos respetarán que gobierne la lista más votada. Hasta ahí, ningún problema. Pero el presidente regional quiere antes un compromiso previo de Pedro Sánchez sobre la ejecución de las conexiones ferroviarias con Palencia y con Bilbao, la construcción del apartadero necesario para la viabilidad del centro logístico de La Pasiega y el pago de los 121 millones de euros pendientes por las obras de reconstrucción del Hospital Valdecilla.

Las direcciones regionales de PRC y PSOE ya han trasladado a sus candidatos municipales sus preferencias y les han dado vía libre para ponerse a trabajar en pactos. Los socialistas y regionalistas de Camargo ya lo tienen todo cerrado a falta del acuerdo regional. «Ya está todo prácticamente atado», señalan fuentes de ambos partidos. También se sentaron ayer en Torrelavega el regionalista Javier López Estrada, que fue la fuerza más votada, y el alcalde socialista en funciones, José Manuel Cruz Viadero, quien ya tiene asumido quedarse como número dos de la Corporación. A partir de ahí, habrá un intenso tira y afloja por el reparto de las carteras, ya que los socialistas quieren algunas de las que ahora están en manos del PRC. En cualquier caso, López Estrada cuenta con los votos del PP como as en la manga por si las cosas se ponen mal.

Con respecto a los pactos municipales, el PRC espera que sus representantes en los municipios se alineen, «siempre que sea posible», con el acuerdo que se alcance a nivel autonómico, aunque sin perder de vista que los comités locales tienen libertad a la hora de decidir sobre los pactos locales, tal como recogen los estatutos regionales.

Sin embargo, la idea que tienen PRC y PSOE es trabajar en un acuerdo global, igual que ya hicieron la pasada legislatura. Las secretarias de Organización regionalista, Paula Fernández, y la socialista, Noelia Cobo, se han emplazado en una conversación informal y han quedado en arrancar las negociaciones la semana que viene después de que ambas fuerzas celebrasen ayer sus ejecutivas, en las que dieron por hecho la reedición de la alianza. Fernández y Cobo no profundizaron en grandes acuerdos. Aún es pronto. Fue una primera toma de contacto. Antes de discutir sobre puestos y sillones, las dos partes quieren hablar de un programa conjunto en el que estén cómodos para gobernar los cuatro años. Sabedores ambas, además, de que sus relaciones no pasan por su mejor momento.

Los regionalistas quieren hacer valer su mayoría de 14 diputados, el doble que los socialistas, en la confección del nuevo Ejecutivo. Entienden, como ya apuntó Revilla la misma noche electoral, que tienen derecho a un trozo más grande de la tarta. Sin embargo, en la dirección del PSOE van a un acuerdo de máximos y no quieren menos de lo que acordaron hace cuatro años. Es decir, la mitad del Gobierno, incluidas algunas de las empresas públicas más potentes y una vicepresidencia para Pablo Zuloaga, aunque no contemplan mantener el 'cajón de sastre' que diseñó Eva Díaz Tezanos: Universidades, Investigación, Política Social y Medio Ambiente. Por ello, están abiertos a remodelar el Ejecutivo durante las negociaciones. Quieren unir, por ejemplo, Sanidad y Política Social. Además, apuestan por mantener sus «señas de identidad», incluida Educación.

Este puede ser uno de los principales pulsos que mantendrán durante la elaboración de los acuerdos. Revilla lleva meses diciendo que el PRC la iba a asumir durante esta legislatura. La implantación del calendario escolar abrió una guerra entre padres, profesores y el departamento dirigido por Francisco Fernández Mañanes, que derivó en hasta cuatro huelgas y la reprobación de su número dos. Revilla expresó en público su malestar por la gestión que se había llevado a cabo del asunto y, en una comida del PRC en el parque de Mesones, ya avisó de que en el próximo Ejecutivo, el que ahora tiene que comenzar a conformarse, Educación iba a recaer en un consejero de su formación política.

Los regionalistas también consideran prioritario hacerse con el control de Economía para evitar los tijeretazos que han sufrido de forma reiterada durante los últimos cuatro años sin poder hacer nada. Este departamento es considerado como uno de los transversales, al igual que Presidencia, ahora en manos del PRC, con lo que los socialistas podrían llegar a pedir un cambio de cartera. Todo dependerá de cómo jueguen cada uno sus cartas. La Ejecutiva del PRC designó ayer a la comisión encargada de las conversaciones con el resto de los partidos, formada por la secretaria de Organización, Paula Fernández, y los diputados electos Rosa Díaz, Guillermo Blanco y Pedro Hernando. El PRC hablará en primer lugar con el Partido Popular, por ser la segunda fuerza más votada, con quien espera mantener una primera reunión a principios de la próxima semana.

Posteriormente concertará encuentros con el PSOE y con Ciudadanos. También contactará con Vox, aunque en este caso para dejar claro que el diálogo «no tiene razón de ser», dado que este partido defiende postulados contrarios a los principios regionalistas.

Al margen de las negociaciones, el PSOE de Cantabria mostró ayer su satisfacción al conocer que finalmente son siete los diputados con los que cuenta el partido socialista en el Parlamento de Cantabria para la próxima legislatura. También quisieron hacer hincapié y recordar cuáles son los retos que afronta Cantabria de cara a los próximos cuatros años: la creación de más y mejor empleo; la lucha contra la despoblación en el medio rural; el desarrollo eólico; terminar con la brecha digital; la transición ecológica o la defensa de los servicios públicos. Además, el PSOE exigirá compromisos en la tramitación legislativa de proyectos pendientes como el PROT o la Ley LGTBI.