PSOE y PRC tumban las enmiendas de la oposición a la Ley de Memoria Histórica de Cantabria

Tal y como era previsible por la mayoría absoluta que tienen regionalistas y socialistas en la Cámara, estas enmiendas del PP, Ciudadanos y mixto-Vox han sido rechazadas por idéntico resultado: 21 votos en contra -los que suman PRC y PSOE- y 14 a favor (las que suma la oposición).

En la defensa de las enmiendas, los tres grupos proponentes han planteado los mismos argumentos en contra de este proyecto de ley del Gobierno, impulsado desde la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte que dirige el vicepresidente Pablo Zuloaga, que ya han mantenido desde el inicio de la tramitación de esta norma.

Así, han sostenido que se trata de una ley «parcial», «sectaria» «ideológica» y «manipuladora» de la Historia; que busca «reabrir heridas», crear «división» en la sociedad por unos hechos del pasado y además «sin ningún tipo de rigor histórico» y supone un «ajuste de cuentas» de un bando frente a otro y que rompe la «reconciliación nacional» de la Transición.

Toda la oposición ha coincidido en señalar que el texto del Gobierno no reconoce a todas las víctimas, solo a las de un bando (las ajusticiadas por el bando nacional en la Guerra Civil y por el Franquismo) y no a las del otro (las que lo fueron por el bando republicano), estableciendo «víctimas de primera y de segunda», «ensalzando» a unas y «arrinconando» a otras e, incluso, solo considerando «víctimas» a las de una parte y a la otros «verdugos».

Además, creen que esta ley busca el «adoctrinamiento» en los colegios a través de la imposición de una «verdad oficial», «la del PSOE», y trata de eliminar las libertades de los ciudadanos.

Así, han criticado la «orwelliana» Comisión de la Verdad -así la ha calificado Vox- que prevé crear este proyecto de ley, en la que, según ha dicho, será Zuloaga el que nombre «a dedo» a sus integrantes para establecer «cuál es la verdad» y sancionar a quien «disienta» de ella.

Por su parte, desde el Gobierno de Cantabria y de los grupos que lo sustentan en el Parlamento han negado estas acusaciones y el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, ha defendido que se trata una «ley buena para Cantabria», que busca una comunidad «más democrática, igualitaria y tolerante» y que «garantiza el futuro y la concordia» de la región.

En contra de lo que sostiene la oposición, Zuloaga ha asegurado que busca «cerrar heridas» con el reconocimiento y la reparación del dolor de «todas» las víctimas sin pretender «desmerecer a unas para salvar a otros». «Es para todas», ha afirmado el vicepresidente.

«Una cosa son las palabras y otras los hechos», le ha respondido el portavoz parlamentario del PP, Íñigo Fernández, tras escuchar estas palabras del vicepresidente.

En la misma línea, su homólogo de Cs, Félix Álvarez, que considera que «entre el discurso de Zuloaga» y lo que dice la ley «hay un abismo». «No nos engañe», ha dicho.

Desde la oposición, sobre todo, desde PP y Cs, se ha propuesto que, en lugar de continuar con la tramitación del proyecto de ley del Gobierno, se devuelva al Gobierno y todos los grupos parlamentarios trabaje en una proposición de ley de «consenso» y «de víctimas», que busque atenderlas y reparar el daño, que permita crear las herramientas para que el Gobierno regional --y no otros, ha añadido--, localicen, cuando sea posible, los restos de éstas (de un bando y del otro), los recupere y los entregue a sus familias.

A juicio del PP, que el Parlamento de Cantabria aprobase una ley de consenso sería el «mejor tributo y reconocimiento» a las víctimas de uno y otro bando, en el que los dos «cometieron barbaridades en aquel tiempo» que aborda la ley.

Ha insistido en que ésta sería la «mejor reparación posible» para las víctimas y no que el Gobierno, y los grupos que lo sustentan en la Cámara, «usen sus votos» para «imponer una Ley de Memoria Histórica» a la otra parte de la Cámara.

Los portavoces del PRC y PSOE en la Cámara, Pedro Hernando y Noelia Cobo, han expresado su oposición a las tres enmiendas y han defendido la necesidad y el objetivo de esta ley, en la que consideran que puede haber cosas que «mejorar» y que se puede hacer en la fase de enmiendas parciales.

Hernando cree que, entre los aspectos mejorables, podría figurar el ámbito temporal al que se refiere la misma; las «excesivas» comisiones que prevé crear o el «sesgo» de algunos artículos, algo que su grupo se ha mostrado dispuesto a hacer y para lo que espera contar con la oposición, aunque solo con una parte de esta, PP y Cs, porque, a su juicio, con Vox «no se puede contar» en este ámbito.

Cobo también ha afirmado que su rechazo a las enmiendas a la totalidad no será «obstáculo para poder seguir dialogando sobre posibles enmiendas parciales».

También Zuloaga ha afirmado que no se trata de un «texto cerrado» y cree que hay «aspectos que se pueden mejorar» a través de las enmiendas parciales, como el ámbito temporal de la misma, que abarca desde la II República, la Guerra Civil, el Franquismo y la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cantabria; la composición de los órganos que se palntean crear y las comisiones que surjan de esta ley). Pero ha aclarado, solo aquellas que vengan «a sumar» y «no restar».

Sin embargo, desde el PP se ha sostenido que el proyecto de ley es un «disparate» que «no se puede arreglar» mediante enmiendas parciales. «O la reescribimos entera o no vale», ha afirmado Fernández, que cree que esta ley «falla desde el Preámbulo. Cs también considera que hay que »rehacerla« entera.

Cobo ha opinado que la oposición, al proponer trabajar en un texto nuevo, solo busca «disimular» al plantear un «consenso» en el que, en realidad, «no cree».

La portavoz socialista ha opinado que las tres «OPAS hostiles» de la oposición con sus tres enmiendas a la totalidad de esta ley «pone de manifiesto que ya no quedan diferencias» entre PP, Cs y Vox. «Si quiere tener un estilo propio y separarse de la extrema derecha no diga las mismas cosas», ha indicado a la formación naranja.

Además, ha censurado que pidan la devolución del texto de la ley al Gobierno pero sin presentar uno alternativo.

En contestación a las críticas de la oposición a la ley sobre la, a su juicio, distinción entre víctimas según su bando, Cobo ha afirmado que, aunque «todas duelen», en su opinión «equiparar ambos bandos» en la Guerra Civil es «obviar 40 años de Dictadura» en un «ejercicio de abstracción intencionada» sobre el concepto real de víctima y su sufrimiento.

También Cobo y Hernando han apuntado a que mientras durante esos 40 años una parte de las víctimas fue «premiada», «loadas» otras, las del otro bando, sufrieron cárcel, exilio o muerte. Además, han acusado a la oposición de «confundir educación y adoctrinamiento».