Secciones
Servicios
Destacamos
Seguro que usted sabe que no puede ir a Gijón a ver a un familiar o a comer una fabada. Prohibido. Pero es posible que ignore que sí que podía irse a pasar unos días de descanso a Marrakech, en Marruecos, siempre que llevara el ... resultado de su PCR, una reserva de hotel y que saliera desde el Seve Ballesteros (o sea, sin salirse de su comunidad). Tras casi tres meses sin viajes internacionales –el último fue el de Londres, el 10 de enero–, el aeropuerto recibió ayer el vuelo procedente de la ciudad africana, que después hizo el viaje de vuelta. Pero la novedad fue efímera. Porque lo que no sabían los que iban a bordo es que el país africano iba a anunciar mientras estaban en el aire que desde hoy, martes, cierra su espacio aéreo con España y Francia. La vuelta no tiene pinta de ser fácil.
«No te puedes ir a Burgos, pero sí te puedes ir a Marrakech. Eso me decían mis amigas cuando se lo dije», comentaba una mujer que esperaba para embarcar. Vizcaína, venía desde allí en su «coche particular», no había encontrado controles en el trayecto y viajaba al país africano «de vacaciones durante una semana». «Voy a ver a mi pareja». «Yo voy por trabajo», explicaba un poco más allá otra mujer mientras se despedía de dos familiares. En el interior, una estampa poco habitual en estos meses. La de una cola con maletas para facturar frente a mostrador de Ryanair. Casi todo, familias marroquíes. «Sí, sí. Claro que se puede ir. Con la PCR». Eso lo decía un hombre que viajaba con un familiar. «Nosotros no vamos por capricho. Ha fallecido mi suegro hace unos días y vamos para allá. Hay bastante gente –a última hora de la mañana el número de asientos reservados era de 96–». Residente en Torrelavega, contaba que era de nacionalidad española, aunque de origen marroquí. Lo que ignoraban todos ellos es que el Gobierno marroquí iba a anunciar unos minutos después el cierre de su espacio aéreo para los vuelos desde España y Francia desde hoy.
«Sí que nos la han pedido», respondían sobre la PCR los pasajeros que completaban el viaje en sentido inverso. Marrakech-Santander. Los primeros y los últimos, hasta nueva orden. «Fui a ver a mis padres. Trabajo en Vizcaya y ahora estoy de vuelta». Decía uno. Y eso mismo contaba otro que venía acompañado por tres mujeres y dos bebés. «Mi mujer, mi hermana y una amiga de mi hermana. Fuimos a Marruecos el 10 de marzo de vacaciones y ahora vuelvo porque trabajo en Vizcaya desde hace años».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.