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Al alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, que junto a su homóloga de Polanco, Rosa Díaz, hicieron de anfitriones del ministro Óscar Puente en su segunda visita a Cantabria desde que tomó posesión, le tocó realizar un ejercicio de equilibrio para reprochar al titular de ... Transportes los más que evidentes retrasos que acumula la obra del ramal de continuidad y, a la vez, reconocerle que por fin los trabajos avanzan a buen ritmo y que la actuación ha entrado en su «fase final», como apuntó el propio ministro. ¿Eso quiere decir que la puesta en servicio de los 2,5 kilómetros de nueva vía que conectarán Sierrapando con Requejada y el complejo sistema de enlaces y ramales que permitirán desdoblar la A-67 y la A-8 para que cada autovía tenga su propio espacio están a punto de inaugurarse? Pues no. Aún quedan por delante doce meses. Si no vuelven a producirse las «vicisitudes» por las que Puente pidió disculpas –de forma indirecta– a los usuarios, las máquinas se retirarán definitivamente el próximo verano, tras siete años de obras, el doble de lo previsto cuando arrancaron, allá por el verano de 2018.
«Afortunadamente, en este momento, podemos decir que estamos ya en la fase final de su ejecución», celebró el ministro socialista, que vinculó los retrasos, entre otras causas, con la «complejidad técnica» del proyecto. Sea ese el motivo principal o sea que el Gobierno de España ha retirado parte del dinero presupuestado para destinarlo a otras comunidades autónomas, como aseguró el consejero Roberto Media, presente en la visita, lo que es estrictamente cierto es la segunda parte de la afirmación del ministro. Con un presupuesto de 125,5 millones de euros, del que ya está ejecutado el 79%(99 millones), el ramal de continuidad es una de las actuaciones más complejas de todas las que está acometiendo en la red de Carreteras del Estado, además de la más cara por metro construido. Es así porque se construye, a su vez, sobre el enlace previo de Sierrapando y porque, por las características de la vía, se ha tenido que llevar a cabo sin cortar el tráfico. Sin cortes, pero sí con molestos desvíos y estrechamientos de la carretera.
Óscar Puente
Ministro de Transportes
Las características propias de la obra son las que han obligado al Ministerio, según su máximo responsable, a ir realizando modificados sobre el proyecto inicial y estos, a su vez, han traído los sobrecostes y retrasos. Eso sí, en esta recta final, Puente afirma que a partir de ahora «se van a ir poniendo en servicio paulatinamente» algunos tramos a medida que vayan concluyendo las distintas fases. El primero, la próxima semana. Los cerca de 55.000 usuarios diarios podrán utilizar ya entonces el ramal Oviedo-Palencia, de unos dos kilómetros de nuevo trazado, en su disposición definitiva dentro del enlace de Sierrapando. Y también el ramal de incorporación desde Sierrapando a la A-67, que se había cortado provisionalmente.
Frente a los lentos avances de la etapa anterior, «este año hemos aumentado mucho el ritmo». Es visible, por ejemplo, en el falso túnel que se ha creado en la conexión Sierrapando-Requejada, en el que se trabaja actualmente. Estará acabado –los carriles de ambos sentidos– en octubre y, a partir de ahí, se procederá a la impermeabilización y cubrición con tierras de la estructura.
La ejecución del falso túnel es «el punto crítico de la obra», pues requiere construir dos tubos de 422 metros a cubrir con unos 700.000 metros cuadrados de material, un volumen equivalente a 200 piscinas olímpicas. Sobre esa superficie se pondrá vegetación autóctona. «Espero que no eucaliptos», bromeó el ministro señalando los árboles más cercanos a la boca norte de los túneles.
Las obras servirán para acabar con los frecuentes congestiones del tráfico en este punto. Reducir las molestias de sufren los cántabros que cada día pasan por este punto y también la que soportan los visitantes que, como el ministro, llegan de la Meseta a la costa por esta autovía. «Los vallisoletanos como yo entramos y salimos por aquí. Es la playa que tenemos más próxima y también la que sentimos más nuestra», aseguró.
Tras visitar Vitoria por la mañana, el paso de Puente por Torrelavega fue fugaz. De poco más de una hora. Lo justo para ver la obra del ramal y hablar del otro gran asunto que tiene entre manos su departamento en Cantabria: la llegada de la alta velocidad. Básicamente, para despejar dudas y garantizar que el AVE llegará hasta Reinosa. Que lo hará, según prevé el Ministerio, en 2033.
Tuvo que confirmarlo por las dudas que ha manifestado el Gobierno de Cantabria después de que Transportes anunciara la inversión de 60 millones para construir un viaducto que conecte la red de alta velocidad en Alar, cuando llegue a este lugar con la línea convencional. Una solución «provisional» que permitirá ahorrar 20-30 minutos de viaje mientras se construyen los tramos cántabros. Una inversión muy importante que, en opinión del PP, quizás avance la intención del Gobierno de España de no construir finalmente la línea AVE entre Alar y Reinosa, y convertir esa conexión provisional «en definitiva».
«Es una afirmación totalmente carente de fundamento. Quizás por desconocimiento técnico», aseguró Puente. La prueba, continuó, es que cuando ese enlace provisional entre en funcionamiento –allá por 2030–, los tramos cántabros ya estarán en ejecución: «Si podemos anticipar la puesta en marcha del tramo Palencia-Alar, antes de que terminemos los tramos cántabros, es tiempo que le ahorramos a la gente». En ese sentido, el ministro apuntó que este sistema es el mismo que ya se usó con la llegada del AVE a Galicia y el que se está usando en Extremadura.
«Me habría encantado que (Buruaga) también hubiese estado aquí». El ministro Puente quiso restar importancia al choque entre Cantabria y el Estado que generó su visita de este viernes después de que la presidenta autonómica lamentara no haber sido invitada, una «falta de respeto institucional sin precedentes». Según el socialista, lo habitual es que Transportes, cuando se produce una visita a una obra, se lo comunique al consejero del ramo. De hecho, señaló que unas horas antes había tenido un acto similar en Vitoria y la persona que le acompañó fue la consejera vasca de Fomento. Allí no hubo «el más mínimo incidente». En cualquier caso, insistió en que Buruaga podía haberse acercado hasta el ramal de Torrelavega y que, si no lo hizo, fue porque no quiso. Un argumento que no convenció al consejero popular Roberto Media.
Como él, sí estuvo en la visita una nutrida representación de cargos públicos locales y regionales. Aunque considera que lo importante es mirar hacia adelante, el alcalde de Torrelavega repartió la culpa de los retrasos entre el exministro Íñigo de la Serna (PP) por los problemas con las expropiaciones y los sucesivos ministros de Transportes socialistas. «Llevamos con orgullo ser un cruce de caminos, algo que ha marcado la historia de nuestra ciudad», apuntó Javier López Estrada, que entiende que esta condición también implica sufrir las molestias por obras como la del ramal. Por su parte, la regidora de Polanco, Rosa Díaz, recordó que, «aunque es una obra necesaria y buena para la comarca», su municipio ha sido el más afectado: primero con el derribo de dieciséis viviendas y todavía con el constante tránsito de camiones por el barrio Quintana y por Rinconeda.
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