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El futuro del Puerto de Santander, que lo habilitará para recibir los nuevos ferries, comienza a hacerse realidad con la obra que cambiará su fisonomía y la forma en que opera en su frente más urbano, que transcurre paralelo al centro de la ciudad. Hay ... dos intervenciones importantes: el traslado de la estación de ferries y la construcción de una estación de suministro de Gas Natural Licuado (GNL). Ambos trabajos han empezado ya en el espacio liberado en el muelle de Maliaño en sus tramos 1, 2, 3 y 4 tras la demolición el pasado febrero de las antiguas naves.
Se liberaron 19.000 metros cuadrados en el espacio que antaño ocupó la Zona Franca, frente a la Biblioteca Central y hacia el Barrio Pesquero. Un espacio que ocupará la nueva terminal de ferri, que incluirá la estación de suministro de GNL, combustible principal de los buques de nueva construcción.
19millones de euros es la inversión presupuestada para toda la obra
La Autoridad Portuaria (APS) comunicó ayer que ambas obras transcurren en plazo y que se ha adjudicado ya la nueva rampa RoRo que completará el servicio de ferri con los citados muelles de Maliaño. Con un presupuesto total de 19 millones de euros, está previsto que todo esté finalizado para marzo de 2023. A día de hoy, las máquinas están iniciando la urbanización del parking de la terminal de los nuevos barcos por un importe de 2 millones de euros y con un plazo de ejecución de seis meses.
La nueva infraestructura alcanzará los 375 metros de atraque y los 8 de calado, con posibilidad de subir hasta los 9,5 metros con dragado, de manera que se permitirá la llegada de buques RoRo, ferries y también de los cruceros que recalen en la capital cántabra de manera ocasional.
La nueva infraestructura para proveer de gas licuado a los nuevos buques -entre los que se encuentra el Salamanca y el Santoña, los próximos barcos de la compañía Brittany Ferries que navegarán con este combustible- transcurre de manera paralela a los trabajos de la nueva terminal del ferri. Está ya en marcha la obra civil y en diciembre estará todo listo para realizar las primeras pruebas en enero.
La construye el consorcio formado por el Puerto de Santander, Repsol LNG Holding, RLH, ESK y Enagás y está pensada sobre todo para abastecer a los ferries, que tienen una capacidad de 1.000 metros cúbicos de almacenaje.
«Estamos trabajando con firmeza y haciendo grandes inversiones para ejecutar la hoja de ruta que nos conducirá a 2023 con las nuevas infraestructuras terminadas», informó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria Francisco Martín. «Es nuestro compromiso y el de nuestros clientes, y en este momento todo transcurre según lo previsto pese a los inconvenientes que hemos tenido con la huelga del transporte y con el incremento del precio de los materiales debido al contexto mundial».
Con este nuevo paso, el Puerto avanza en su transformación hacia un horizonte «en el que procuraremos ser más competitivos y también más sostenibles». Todo en un contexto en el que se buscará la simbiosis con la ciudad, liberando más espacios junto a la actual Estación Marítima. «Este puerto tiene la peculiaridad de que linda con la ciudad y por eso es importante que logremos una integración lo más amable posible en cada nuevo paso que demos. Con estas nuevas obras lo hemos intentado», zanja Martín.
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