El Puerto desactiva la amenaza de Brittany Ferries de suspender rutas tras el 'Brexit'

La naviera remitió meses atrás una «dura carta» firmada por el CEO de la compañía, Christophe Matieu, en la que protestaba por «las extraordinarias dificultades» experimentadas en los muelles de la capital para la importación de productos procedentes de Gran Bretaña, en especial de carácter perecedero. El problema no se circunscribía únicamente a Cantabria, sino que afectaba a otros territorios como Bilbao o Algeciras, pero la advertencia era clara: la misiva abría la posibilidad a suspender el tráfico en favor de puertos franceses, donde se registraban menos trabas a estas importaciones.

En el nuevo contexto 'posBrexit', Santander ha logrado desactivar esta amenaza y solucionar un problema que ni Bilbao ni, especialmente, Algeciras han podido resolver. El Puerto, de hecho, está atrayendo cargas que Brittany Ferries generalmente enviaba a la comunidad vecina.La APS ha optado por no pronunciarse, pero según ha podido confirmar El Diario Montañés, el presidente de la entidad, Francisco Martín, tuvo que enviar la carta de Matieu a Puertos del Estado al tratarse de un problema de alcance nacional.

De hecho, Puertos del Estado se apresuró a elevar la mencionada queja «al máximo nivel» e impulsar todas las acciones encaminadas a resolver la situación. En el foco, organismos como Sanidad Animal y Sanidad Exterior. El asunto, por tanto, excedía el ámbito funcionarial y alcanzaba el político. Desde que Gran Bretaña es país tercero las cargas tienen que pasar por Aduanas y, en función del contenido, siguen diferentes trayectos. Contenido sanitario, Sanidad Exterior; alimentación animal, Sanidad Animal. Santander llevaba casi 30 años sin recibir cargas de los denominados países terceros, con unas plantillas en estos organismos que han ido decayendo al no ver necesidad de refuerzo. Sin embargo, el 'Brexit' cambió el panorama de forma radical.

De hecho, la Delegación del Gobierno en Cantabria, a través de Ainoa Quiñones, también ha trabajado con el Ministerio de Política Territorial, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Agricultura y Pesca. Como medida urgente, y que ha ayudado a apaciguar los ánimos de Brittany Ferries, aumentar el número de inspectores y veterinarios para, al menos, mitigar los problemas padecidos.

Este movimiento ha sido clave, hasta el punto de que Cantabria da por desactivada esta amenaza derivada del 'Brexit'.

Aun así, todavía queda por ver cuál ha sido el peaje de esos primeros meses de titubeos administrativos. Como ejemplo, a comienzos de verano Santander ya había perdido algunos clientes que generalmente usaban Brittany Ferries para trasladar sus cargas desde Gran Bretaña. Fruto de aquellas demoras, optaron por marcharse a Francia, donde son varios los empresarios que confirman la menor exigencia de requisitos. Esta diferencia competitiva ha sido objeto de malestar no sólo en la esfera corporativa, sino también política, pues no se entendía la situación cuando la normativa es la misma entre los países integrados en la Unión Europea.

Fruto de estos esfuerzos en un segundo plano los últimos meses ya han sido más tranquilos para la importación de cargas procedentes de Gran Bretaña.

Consultado por este periódico, el director de Brittany Ferries en Santander, Roberto Castilla, explica que «han pasado más de diez meses desde que finalizó el período de transición del 'Brexit', y durante los meses que han transcurrido desde el 1 de enero de 2021 todas las partes implicadas en el transporte transfronterizo -desde las navieras hasta los transitarios, pasando por las autoridades nacionales- han ido aumentando sus conocimientos acerca de las formalidades necesarias que permitan el paso de las mercancías en ambos sentidos entre Reino Unido y Unión Europea en el menor tiempo posible. Los primeros meses fueron complicados tanto para los exportadores e importadores como para los transportistas. Después de las primeras semanas, y tras las consiguientes mejoras en las dinámicas y servicios de los actores implicados en la operativa, podemos decir que los tráficos se han estabilizado en Santander. Tenemos una relación muy fluida con los diferentes organismos y seguimos trabajando conjuntamente con la APS y las autoridades aduaneras y sanitarias para mejorar e incentivar los tráficos en el Puerto de Santander».

Diferente es la coyuntura ya mencionada de Algeciras, donde la encrucijada en Aduanas se mantiene y es de calado. Bilbao asimismo activó sus mejoras a menor velocidad que lo hizo Santander. Por el momento, el riesgo derivado del 'Brexit' parece abortado.

Mientras que las fuentes consultadas dan por zanjado el peligro de que Brittany Ferries derive tráficos a Francia por los retrasos en la tramitación de las importaciones procedentes de Gran Bretaña, sí que admiten otra preocupación activa y que está encima de la mesa: los destrozos que los polizones están produciendo en los remolques y en las cargas de la naviera.

A pesar de la batería de medidas e inversiones que la Autoridad Portuaria de Santander ha acometido para frenar los incidentes generalmente protagonizados por ciudadanos albaneses, el fenómeno se mantiene, con unos diez intentos por jornada.

La preocupación gira en torno a que para entrar en los diferentes escondites rasgan los toldos de los camiones, especialmente caros. Este problema el Puerto ya lo define como «endémico», puesto que de forma periódica se están ocasionando perjuicios a los operadores. Fuentes conocedoras de la situación admiten que el riesgo de perder clientes en este caso es mucho mayor.