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El Puerto de Santander inaugurará el próximo viernes, día 10, los tramos 1 a 4 del Muelle de Maliaño tras concluir su rehabilitación, en la que se ha venido trabajando durante año y medio. La ejecución de estos trabajos permitirá avanzar en el ... cambio de configuración de la zona, con el traslado de la terminal de ferris a esta área, liberando la Estación Marítima para el atraque de cruceros.
La inauguración oficial del muelle se ha retrasado unos días respecto al calendario previsto para realizarla con su rampa instalada, un elemento que ya está terminado pero cuyo traslado desde la rampa de Varadero requiere una marea alta. El mal tiempo en la fecha en que inicialmente estaba programada la operación obligó a aplazarla.
Septiembre de 2017 El peso de una máquina hunde 25 metros del cantil del tramo 4 del Muelle de Maliaño, que cae al mar.
Diciembre de 2018 Se cierra el paso al Muelle de Maura por su estado estructural.
Junio de 2021 Se desploman 130 metros de los tramos 5 y 6 del Muelle de Maliaño.
Abril de 2022 Se reabre a los viandantes el Muelle de Maura, ya restaurado.
Marzo de 2023 Inauguración de los tramos 1-4 del Muelle de Maliaño, que permitirán trasladar hasta allí la terminal de ferris, dejando libre la Estación Marítima y el Muelle de Albareda para la llegada de cruceros.
Para que esta nueva terminal se encuentre plenamente operativa habrá que esperar a la puesta en funcionamiento de la estación de Gas Natural Licuado (GNL), el combustible que alimenta los nuevos buques de Brittany Ferries, como otros barcos de moderna construcción, que podrán repostar allí. Se espera que esté lista en las próximas semanas.
La Autoridad Portuaria de Santander adjudicó la obra de los cuatro primeros tramos del Muelle de Maliaño en junio de 2021 a la UTE Ferrovial Construcción S. A. - Servicios Públicos y Contratas S. L., por un importe de casi 19 millones de euros, con un plazo de ejecución de dieciocho meses.
El proyecto ejecutado ha consistido en la demolición del antiguo muelle y la construcción de uno nuevo sobre pilotes, para disponer de una longitud de atraque de 390,20 metros, con una anchura de 16 y 8 metros de calado. Esta infraestructura permitirá que amarren buques ro-ro cargo y ro-pax (ferris) y, ocasionalmente, también cruceros y pequeños barcos inactivos en su extremo sur. A la vez, esta actuación sirve para trasladar a Maliaño 1-4 las líneas regulares de ferris, liberando el Muelle de Bloques y la Estación Marítima para su uso por cruceros.
En cuanto a las características técnicas de la obra, se ha construido un muelle pilotado cuya estructura está diseñada para una sobrecarga de uso del muelle de 3,00 t/m2, formada por tres filas de pilotes de hormigón armado con camisa de acero perdida en la parte exenta hasta 2 metros por debajo del lecho marino. La camisa perdida tiene un diámetro interior de 1 metro y 4 milímetros de espesor. En el tramo enterrado por debajo de la camisa perdida, el pilote se ha hormigonado contra el terreno mediante entubación recuperable, y tiene un diámetro de 1,20 metros. Las filas de pilotes tienen una separación entre ejes de 6 metros, y longitudinalmente la separación entre pilotes es de 5. Se trata de una obra singular teniendo en cuenta que la estructura pilotada se ha hecho prácticamente entera desde el lado del agua a través de dos pontonas.
Para poder cumplir los plazos de ejecución, la adjudicataria aceleró el ritmo de los trabajos, contando diariamente con más de 180 operarios, distribuidos en dos turnos, para mantener la actividad desde las seis de la mañana a las diez de la noche. Tras completar el grueso del proyecto, las últimas semanas se dedicaron a instalar norais, defensas y otros elementos necesarios para el muelle.
19
millones se han invertido en la construcción de los nuevos tramos del muelle
La necesidad de rehabilitar el Muelle de Maliaño se hizo ya evidente cuando, en septiembre de 2017, cayeron al agua más de 25 metros del cantil, incapaz de soportar las 150 toneladas de una máquina zanjadora y su remolque, que también acabaron en la bahía. Sucedió en el Muelle 4, uno de los tramos construidos entre 1928 y 1932, atendiendo a un proyecto denominado 'Nuevos muelles de hormigón armado y ampliación de la zona de servicio', elaborado en 1926.
El antiguo muelle se sustentaba en una serie de pilotes, que soportaban un tablero de 10 metros de anchura, con diferentes tipologías estructurales: desde el tramo 1 hasta casi el final del 6, el tablero se apoyaba en dos alineaciones de pilotes y en el muro de ribera; de ahí, y hasta el tramo 7, el muelle se apoyaba en tres alineaciones de pilotes, incluyendo una alineación adicional próxima al muro.
Según explicó en su día la Autoridad Portuaria, el derrumbe se produjo por el sobrepeso de la maquinaria allí estacionada, una carga que no hubiera soportado ni aunque el muelle hubiera sido nuevo. No obstante, el cierre, en 2018, del Muelle de Maura, por donde discurre el paseo marítimo, debido a las deficiencias estructurales que se advirtieron, y el desplome, en 2021, de una franja de 130 metros de los tramos 5 y 6 del Muelle de Maliaño, alertaron sobre el estado de conservación de los muelles.
Este último colapso se localizó en una zona en que la estructura se encontraba rota y fuera de servicio, con pilotes de más de medio siglo de antigüedad, levantados con métodos de cálculo de resistencia distintos a los actuales y que, pese a su deterioro, nunca fueron reparados. De hecho, antes de que el suelo cediera y cayera al mar ya existía un proyecto para demoler los tramos 5 y 6. En cualquier caso, su rehabilitación no se encuentra entre los planes más próximos del Puerto, centrados actualmente en Raos 9, el silo y la terminal de contenedores.
Respecto al resto de la línea del muelle, los tramos 10 y 11 del Muelle de Maliaño, construidos en los años setenta, presentan un buen estado de conservación, como el Muelle del Almirante o de Bloques, que es el punto donde actualmente atraca el ferri. El Muelle de Albareda, en la zona frente al Centro Botín, también se mantiene en buenas condiciones. Le sigue el Muelle de Maura, ya reparado y abierto de nuevo al público.
El último tramo, antes del espigón de Puertochico, corresponde al Muelle de Calderón: este fue rehabilitado en los años noventa y desde entonces se utiliza como paseo, o en ocasiones como punto de amarre de embarcaciones históricas, o como escenario puntual de alguna actividad, pero nunca con fines de carga y descarga portuaria.
Los tramos 1 al 4 del Muelle de Maliaño que se inauguran esta semana se encuentran frente a los antiguos tinglados de Antonio López y la Biblioteca Central. En esa área, donde antes se ubicaba la Zona Franca, y tras derruir las naves, se liberó una superficie de 19.000 metros cuadrados, que ahora ocuparán las nuevas infraestructuras preparadas para recibir a los ferris.
Como parte de los servicios que ofrecerá el Puerto, Repsol está finalizando la construcción de una terminal de suministro de GNL para el uso como combustible marino. La terminal del búnker de GNL cuenta con un almacenamiento de 1.000 m3 y flexibilidad de suministro para distintas embarcaciones.
Esta terminal entrará en funcionamiento en las próximas semanas y dará servicio, entre otros, al buque Santoña de la compañía Brittany Ferries, que va a operar regularmente en Santander. Este buque reducirá en un 46% las emisiones de CO2 por pasajero en las rutas entre Reino Unido y España y su primer atraque en Santander está previsto el próximo miércoles.
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