El Puerto justifica las concertinas porque el vallado no atajaba el acceso de polizones

Tras recibir la documentación, Juventudes Socialistas concluye que la APS contrató la instalación de concertinas «sin haber elaborado previamente ningún tipo de informe que justificara su utilización frente a otros métodos o valorara los riesgos que conllevaban». Tampoco solicitó al Ministerio del Interior incluirlas en el Plan de Seguridad del Puerto, «aunque estas constituyen una modificación sustancial del mismo por el riesgo que generan». Respecto a esto último, la APS se defiende al apuntar que dicho Plan, redactado en 2018, recogía los dispositivos instalados hasta ese momento en sus terrenos y que la instalación de concertinas fue posterior a esa fecha.

La organización juvenil se interesó por dos cuestiones: conocer las razones que llevaron a decantarse por este material y no por otro y si se había notificado al Ministerio del Interior su instalación. «El Puerto no fue capaz de aportar ninguna justificación sobre la primera cuestión y se amparó en la Ley franquista de secretos oficiales para evitar responder a la segunda», lamenta el secretario general de las Juventudes, Yago Nan. Como apunta, la APS no elaboró ningún tipo de informe argumentando las razones que llevaron a la instalación de concertinas frente a otros medios. «Nos quedaremos sin saber por qué no prefirieron instalar cámaras y sensores de alta tecnología como existe a la altura del Centro Botín (en donde atracan los ferri con destino a Reino Unido) o cualquier otro medio más humano».

Aunque la APS no se ha pronunciado sobre una posible retirada de las concertinas -el tramo ya instalado tuvo un coste de 15.000 euros-, paralizaron en enero de este año la instalación del segundo tramo, que iba a abarcar mucho más espacio -estaba presupuestado en 188.100 euros-.