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El Puerto de Santander verá cumplida una histórica reivindicación con la construcción de su nueva sede, una actuación prevista en su plan de inversiones 2024-2028 para la que se ha reservado una partida de 6,5 millones de euros.
El hecho de que la ... obra esté contemplada en el paquete cuatrienal de proyectos debería implicar que el futuro espacio que albergue las instalaciones de la Autoridad Portuaria debería estar concluido para 2028, aunque, a día de hoy, le queda un largo camino por recorrer hasta hacerse realidad. De hecho, ni siquiera se sabe si la sede del Puerto de Santander, que debe mudarse forzosamente de su actual ubicación para permitir la reordenación del área portuaria y ampliar la superficie de trabajo de Britanny Ferries, se trasladará al edificio ya existente de Tabacalera, como quieren sus responsables, o si será preciso construir uno nuevo.
Desde el Puerto se admite que «no hay novedades» al respecto, de forma que, aunque se consigne ese dinero en el fondo para inversiones del ente, nada podrá hacer con ello a falta de un proyecto concreto.
Antes de embarcarse en el diseño de una nueva construcción que acoja sus dependencias, la Autoridad Portuaria debe haber descartado previamente toda posibilidad de establecerse en Tabacalera. Ha sido ésa una aspiración en la que sucesivos presidentes del puerto -desde Christian Manrique, que lo dirigió entre 2008 y 2011- han venido insistiendo ante el Estado, propietario del inmueble, que nunca ha llegado a dar luz verde a la operación.
Hay que partir de la innegable necesidad de que la sede del puerto deje libres sus actuales dependencias, ubicadas en el interior del recinto portuario, frente a la calle Antonio López, en un edificio construido en los años 70 que, por otro lado, no reúne unas características arquitectónicas excepcionales. El terreno en que ahora se encuentra servirá para ceder más espacio operativo a Brittany Ferries, después de que se haya reordenado su zona de atraque y se haya dotado de un depósito de gas natural licuado para suministrar combustible a sus buques modernos.
La cesión del inmueble de Tabacalera estuvo a punto de consumarse durante la presidencia de Manrique, hasta el punto de que se estaba ultimando el acuerdo con la Agencia Tributaria y se habían establecido los primeros contactos con el arquitecto estrella inglés Richard Rogers para rehabilitar el inmueble. Pero la crisis y el cambio de Gobierno en España desbarataron la operación.
Para cuando Francisco Martín se puso al frente del puerto de Santander -fue presidente entre 2021 y 2023-, no quedaba ni rastro de aquel acuerdo, así que tuvo que retomar las gestiones partiendo de cero. En esa ocasión recibió la respuesta contraria: la socialista María Jesús Montero, ministra de Hacienda, rechazó en 2022 la petición, alegando que su intención era destinarlo -salvo el espacio ocupado por el centro cívico, una tercera parte-, a distintos servicios de la Administración General del Estado, lo que resultaba incompatible con la adscripción de superficies del inmueble a la Autoridad Portuaria. Según el Gobierno central, la construcción jugaba un importante papel en el proceso de reorganización que el Estado y la Delegación del Gobierno pretenden acometer para reubicar las sedes de los distintos ministerios repartidas por Santander y optimizar la ocupación de los inmuebles que tiene en propiedad para eliminar gastos en alquileres innecesarios.
A pesar de esta negativa, el actual presidente del puerto -desde 2023-, César Díaz, ya mostró su intención de insistir ante el Ministerio cargado de argumentos. Son muchos los factores que hacen del edificio de Tabacalera el lugar idóneo para su sede, y el primero, y más básico, es que el traslado a un bloque ya construido resultaría mucho más rápido y económico. Pero hay más razones de peso, porque esa mudanza cumpliría además el triple objetivo de rehabilitar y poner en valor un importante bien patrimonial de la ciudad; reorganizar las distintas sedes de la Autoridad Portuaria en un único inmueble y en las inmediaciones de la zona de servicio del puerto, y recuperar la superficie que ocupa la sede actual para ampliar espacio que ya demanda la operativa del ferri.
Francisco Martín añadía otro más, y era contribuir a esa integración entre puerto y ciudad en la que se viene trabajando desde hace ya años. Llevar la sede del puerto 'al otro lado de la valla' permitiría recuperar su presencia en Santander. «Hay mjuchos lugares donde puede situarsem pero Tabacalera es el lugar idóneo para el puerto, por su ubicación, frente a los terrenos portuarios, incluso por su fisonomía, que recuerda a la de una torre de control».
Un 'no' definitivo del Ministerio pondría en marcha la maquinaria para levantar la nueva sede. Un corto espacio de tiempo para llevar a cabo el proyecto -el periodo del plan de inversiones concluye en 2028-, teniendo en cuenta que ni siquiera está muy claro dónde podría alzarse el edificio -aunque se baraje la opción de la zona de Varadero- y que aún hay que diseñarlo y construirlo.
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