El Puerto de Santander elevará la valla para intentar frenar la «masiva» entrada de inmigrantes ilegales

«Esto es algo que de alguna manera tenemos que cortar», ha admitido al respecto el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Jaime González, quien ha avanzado que dentro de «poco» tiempo se va a elevar la altura de la valla, para que sea «más difícil» saltarla.

Además, ha defendido la necesidad de contar con más recursos humanos preparados para atender este problema, y ha apuntado igualmente a la necesidad de implementar tecnologías que permitan identificar dentro de los vehículos a personas que se hayan subido fuera del puerto, como en gasolineras, y que accedan así a los buques camufladas entre la mercancía.

El objetivo de estas actuaciones es ser «más contundentes» para tratar de contrarrestar la «masiva afluencia» de inmigrantes ilegales y evitar que esta situación «evolucione por su voluntad», ha señalado González este martes, en respuesta a preguntas de los periodistas sobre la entrada ilegal de polizones, a la que se ha referido como un «intrusismo reiterado, diario, diurno y nocturno».

Así, ha indicado que los inmigrantes irregulares acceden al Puerto saltando la valla que separa estas instalaciones del resto de la ciudad o subidos en vehículos industriales, como camiones, de ahí la necesidad de «endurecer y asegurar» la defensa de este espacio y que el prestar un «mejor» servicio portuario.

«Cuando una zona de servicio como la portuaria está cerrada y asilada del tránsito urbano es porque bajo ningún concepto se puede traspasar», ha sentenciado el presidente de la APS, institución que -ha recordado- debe proteger el servicio que presta la compañía Brittany Ferries, que en la actualidad realiza seis escalas semanales en Santander durante todo el año.

Los buques de la naviera bretona son los más afectados por el acceso ilegal de extranjeros, pero este «intrusismo» también ha afectado a barcos que cubren rutas transoceánicas, ya que en uno que se diría a Estados Unidos encontraron seis polizones y, después de tres días de navegación, tuvo que dar la vuelta y regresar a Santander.

«Tenemos que defender el negocio y la actividad industrial» que se realiza en el Puerto, ha reclamado su presidente, que aboga así por la puesta en marcha de medidas «más contundentes» ante este fenómeno, y una vez desalojados los campamentos de inmigrantes ilegales en la zona de Calais y de que en el puerto de Bilbao se haya levantado un muro de cuatro metros de cemento para dificultar o impedir el acceso a los barcos con destino a Inglaterra.

De ahí que en la capital cántabra también se quiera «reforzar» el aislamiento de estas instalaciones de la ciudad y hacer más difícil el acceso a los barcos que operan en Santander, ha indicado el presidente de la APS.