Todo a punto en Cabárceno para recibir a las jirafas

Ahora sólo queda esperar a que lleguen las jirafas. El Programa Europeo de Protección de Especies tiene que dar el visto bueno a las instalaciones antes de permitir el ingreso de los animales. La entidad también se encarga de valorar cuántas vendrán. «Nuestra intención es que vengan cuatro, aunque no sabemos si nos lo concederán», apuntaban ayer desde la empresa pública. La consanguinidad es uno de los asuntos que más preocupa al organismo europeo. Entre sus normas son muy tajantes y no permiten que se trasladen juntos animales de la misma familia porque, si se reproducen, las crías pueden desarrollar problemas de salud. «Valorarán si es posible enviar cuatro ejemplares que no estén emparentados. Si, por ejemplo, dos de los disponibles son hermano y hermana, llegarán menos -en ese escenario, tres-». El parque de Cabárceno es «un lugar idóneo» y es muy frecuente que los animales que viven allí se reproduzcan. Si el visto bueno del programa europeo tardará más o menos tiempo en hacerse efectivo es algo que desde Cantur desconocen. Por su parte, aseguran, ya está todo a punto para recibir a las jirafas.

La construcción de la nueva caseta, que comenzó en julio, ha supuesto una inversión de 243.000 euros y se ha desarrollado en el mismo lugar donde se encontraba la anterior. Levantarla en un emplazamiento diferente hubiera sido más complicado y más largo en el tiempo porque el terreno en el que se encuentra no es urbanizable.

Referente a la planta, sólo ha sido necesario ganar un pequeño trozo de terreno para desarrollar unas instalaciones de mayores dimensiones. Las labores previas de la reconstrucción de la caseta fueron de sostenimiento y estabilización de los taludes que rodean el lugar, para lo que se emplearon medios de voladura y redes de cable. Este nuevo edificio se ha diseñado para alojar hasta cinco ejemplares y dispone, además, de compartimentos desmontables en su interior para diferenciar los espacios en función de las necesidades de los animales.

En el diseño de la cuadra ha primado la eficiencia energética de las instalaciones y el bienestar de los animales. Para evitar que ocurra un incidente similar se ha instalado un sistema de calefacción mediante infrarrojos y se dispone de un aislamiento extra que permita unas condiciones de confort térmico adecuadas para esta especie, que precisa una temperatura mínima entre los doce y los quince grados.

Las formas del edificio y los materiales empleados se han seleccionado con la finalidad de conseguir la máxima integración en el entorno. Para ello se ha empleado madera en los revestimientos estéticos exteriores y la chapa en cubierta con tonalidades marrones.

Las instalaciones se completan con un sistema de detección de incendios, suministro de agua, red de fibra óptica para monitorización, suministro eléctrico e iluminación. De cara al futuro, desde Cantur contemplan la posibilidad de levantar un segundo recinto en el que albergar más ejemplares de esta especie.