Los puntos limpios recogen «el doble» de televisores tras el 'apagón' de la TDT

La Sociedad Regional de Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía (MARE) dispone de esta amplia red de puntos limpios que se encarga de recoger los residuos domésticos que, por su volumen, características o peligrosidad, no deben tirarse a los contenedores habituales que hay en las calles.

El pasado 14 de febrero se apagó la denominada Televisión Digital Terrestre (TDT) anterior para dar paso a la de alta definición (HD). Aunque la mayoría de los televisores ya están adaptados para ver el nuevo formato -tiene el sintetizador en su interior-, el 2% del parque nacional no lo estaba. El problema residía en que los decodificadores externos más antiguos no eran compatibles. Esto obligaba al usuario a comprar uno nuevo -la opción más económica- o a cambiar de televisión directamente -una opción algo más cara-.

Algunos han optado por la segunda, a tenor de las cifras comunicadas por MARE. «Aquí sí que lo hemos notado. No en el número de personas que vienen cada al centro, sino que muchas de ellas lo hacen para depositar sus viejos televisores», explicó ayer a este periódico uno de los trabajadores del Punto Limpio de Camargo. Todos los martes y jueves pasa un camión que los retira -también otros residuos- y los lleva hasta el vertedero de El Mazo, donde son clasificados.

«Los ciudadanos que traen aquí sus viejas televisiones y aparatos de TDT hacen bien. Es lo que debe hacerse. Desde MARE, los reenviamos a los centros recicladores -en Zaragoza y Palencia- para que extraigan las piezas que puedan ser reutilizadas y dar un tratamiento correcto a las que no», subraya Ruiz.

El apagón de la antigua TDT estaba previsto para enero del año pasado, pero la pandemia del covid trastocó los planes del Ministerio para la Transición Ecológica, que se vio obligado a retrasarlo hasta este. A pesar de que fue anunciado con tiempo suficiente, algunos usuarios dejaron para última hora la compra de un nuevo sintetizador o de una nueva televisión.

En Cantabria, como en muchas de las comunidades autónomas del país, esto último produjo falta de dispositivos, en momentos puntuales, en los almacenes de las tiendas y centros comerciales especializados. «Hemos estado trayéndolos de todas las partes del mundo, y aún así no dábamos abasto», aseguraba en este periódico el pasado sábado Ernesto de las Heras, que es responsable del Bazar Canarias en Santander.