Puntual y muy ruidosa, así ha llegado la alerta de Protección Civil

A eso de las diez de la mañana tres jubiladas lo comentaban tomando el café. «A ver, que va a llegar la alarma». Una, bien informada, repartió explicaciones. Que era –la mujer lo había leído en El Diario Montañés– como parte de un ensayo ante un supuesto escape de Gas Natural Licuado organizado por el Gobierno regional, junto a Repsol y el Puerto. Un simulacro. Que sonaría fuerte, en el entorno de Santander... «Yo he avisado a fulanita y menganita para que no se asusten». Y un poco sí que asusta. El pitido llegó a eso de las 10.45. Fuerte, estruendoso. Con algo de escándalo. En un sitio como el Mercado de La Esperanza, por ejemplo, se hizo notar. «Venga, la alarma, la alarma», voceaba con gracia una pescadera con ese acento que sólo se puede escuchar en la plaza.

«Pues nosotros éramos cuatro y sólo me ha sonado a mí». Fue el tema del día. En mitad de una rueda de prensa de Presupuestos del Ayuntamiento. Pitido. En el juicio por los supuestos sobresueldos de Castro. Pitido. «No se preocupen, es para que sepamos que funciona», tranquilizaba la presidenta de la Sala. En un cole. Pitidos. «A unos nos ha sonado y a otros no».

Eso –que no le sonara a todo el mundo– tiene truco. La herramienta que el Gobierno puso a prueba –no es la primera vez– permite el envío masivo e inmediato de avisos de alerta a las personas que puedan verse afectadas por una emergencia o catástrofe, a través de notificaciones a sus teléfonos inteligentes conectados a las antenas incluidas en el área geográfica determinada. Lo bueno de este servicio, explican las autoridades, es que llega a un amplio sector, incluso a los que tienen el teléfono silenciado, bloqueado o en modo 'no molestar'. Y no solo suena, también vibra. Pero, ojo, no funciona en móviles sin cobertura, apagados o en 'modo avión'. Y tampoco llega a todos a la vez, al menos con el ensayo de este miércoles. Algunos usuarios han escuchado la estridente sirena incluso un minuto más tarde que el resto. Y más. Desde el Gobierno de Cantabria explican que si no se recibe en la zona marcada –«yo vivo en San Román y no me ha llegado», contaba una vecina– puede ser por estar fuera del alcance del sistema de triangulación, por tener un teléfono antiguo o no actualizado o por tener los permisos para el envío de emergencias capado.

«Aviso de Protección Civil» o «Alerta presidencial», ponía en el encabezamiento del mensaje. Luego, en el texto, tanto en castellano como en inglés, se explicaba que era «un simulacro del sistema de aviso a la población en situación de emergencia grave». A continuación, se pedía perdón por el susto. «Disculpen las molestias, creemos importante –seguía– que la población conozca los mecanismos de aviso disponibles por los servicios de emergencias. Gracias por su colaboración».

Y sí que hubo algún susto. Para unos turistas madrileños que estaban en la plaza. «'¿Qué está pasando?', le decía a mi marido». Ellos le dieron a «aceptar y listo». A otros les costó más. Una mujer extranjera de cierta edad con cara de angustia miraba a todo el mundo. «Señor, por favor, ¿por qué está sonando?».

Sustos y reflexiones. Más de uno se acordó de la tragedia de Valencia –y de la polémica por todo lo sucedido–. Otros tomaron nota: «Para la próxima sé que no queda constancia del mensaje una vez que tocas el móvil. No me ha dado tiempo a leerlo, ni he podido ver el texto a continuación, una vez que le di a aceptar». Para la siguiente.

Lo que se ha puesto en práctica este miércoles es uno de los posibles escenarios contemplados en el Plan de Emergencia Exterior (en este caso ante un escape químico) de la instalación de almacenamiento, descarga de cisternas y carga de buques con GNL que Repsol LNG Holding tiene en el Puerto de Santander.

Para el desarrollo del ejercicio se ha constituido el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) y un Puesto de Mando Avanzado (PMA) de manera real, como se haría en caso de emergencias y, para no entorpecer la actividad diaria en el entorno portuario, la intervención en zona se ha figurado con representantes de los cuerpos operativos a través de tableros y planos en los que se han situado los efectivos desplegados y las misiones a realizar.

El supuesto ponía sobre la mesa la rotura de una tubería de GNL con escape durante el suministro a un buque, por lo que se ha analizado la incidencia desde tierra y mar, contando con la presencia de personal de Brittany Ferries para conocer las acciones que realizaría el barco, sus mecanismos de intervención, maniobras y las competencias en la emergencia diseñada.

En el ejercicio han participado alrededor de 40 profesionales del propio Servicio de Protección Civil del Gobierno, 112, bomberos autonómicos, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local de Santander, policía portuaria, bomberos de Santander, Cruz Roja, Puerto de Santander, Delegación del Gobierno, Capitanía Marítima de Santander, Salvamento Marítimo, Dirección General de Medio Ambiente, 061 y la propia empresa.

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