Ojo, que quema

Y lo que es la vida, unos quemados y otros con un bronceado espectacular de tantas vacaciones. Están tan relajados que ni se acuerdan de cuándo fue la última vez que ocuparon su escaño en la calle Alta. Ya se lo recuerdo yo, con el Debate sobre el Estado de la Región, allá a finales de junio. Y la vuelta, me dicen que el próximo 17 de septiembre. Casi tres meses de plácido descanso. Eso sí que son vacaciones, para que luego se quejen de los maestros, que llevan todo el verano «estresados» pensando en la eliminación parcial de la jornada reducida de septiembre y junio en Infantil y Primaria. Con lo bien que estaban ellos sin hacer huelgas y, mira ahora, una nada más empezar el curso. Por cierto, el consejero de Educación también tendrá la crema a mano ante tanta protesta, pero si no que se la pida a los padres -que nos la pida-, que sabemos lo que es estar quemado.

O que se la pida a la alcaldesa de Santander, que la habrá usado para curarse de las heridas tras el adiós al MetroTus después de siete meses de quiero pero no puedo. O al 'señor ex' (exministro-exalcalde), ese sí que acabó quemado. O al súper delegado del Gobierno, que con tanto cargo no tardará en utilizarla. O incluso a Revilla, que aunque esté curtido, aún no sabe lo que va a hacer con su futuro (o sí) y la puede acabar necesitando. Bendita crema de Beranga, que falta nos va a hacer en este próximo curso (político y escolar) para aliviarnos de tanta quemadura.