«Quiero apoyar a los jóvenes con talento»

-Usted venía del mundo de las finanzas. ¿Cómo se llega de ahí a una vida de cine?

-Siendo ya banquero de inversión en Nueva York y Londres tuve la suerte estudiar un MBA (máster) en la Universidad de Nueva York. Al lado de donde vivía estaba la Escuela de Cine de Nueva York, una de las mejores del mundo. Todas las mañanas, de camino a la escuela de finanzas, miraba con envidia a los de la de cine. Pero nunca antes me había planteado que yo pudiera cambiar mi rumbo. Como fin de máster, con mi compañero de piso, hicimos un trabajo que era sobre una productora, que después se convirtió en Morena Films. Yo seguí trabajando en finanzas, hasta que lo dejé en 2000. La productora la creamos en 1999. Si no te gusta lo que haces, por mucho que te paguen, no merece la pena.

-Han conseguido un hecho bastante excepcional: que el público reconozca el nombre de una productora. El nombre de Morena Films empezó a hacerse fuerte con 'Altamira', y con 'Campeones' arrasaron.

-'Campeones' es la tormenta perfecta. Es la película que te dicen que puede pasar, pero que quizá sólo te ocurra una vez en la vida. En estos veinte años hemos producido 75 películas, series, largos y documentales, pero ninguno con este éxito. Creo que tiene más valor porque nadie nos la quería comprar. Salvo Televisión Española y Movistar, todos rechazaron la película porque era con personas con discapacidad y decían que no la iba a ver nadie. Así que tuvimos que arriesgar nuestro propio dinero, tanto Guillermo Fresser, a través de su productora Películas Pendelton, como Morena Films. También ha servido para visibilizar el trabajo que hacen los trabajadores sociales y familiares.

-¿Puigdemont le hizo una actuación de Goya cuando le entregó el premio de la Fundación Cinema for Peace por su documental 'Dos cataluñas', y que posteriormente devolvió?

-Fue una encerrona en toda regla. Antes de la entrega de premios ya advertí que no quería ninguna sorpresa. Sospechaba que algo podía pasar. Creo que nunca he estado tan cabreado en mi vida. Fui víctima de ese juego de los independentistas de manipular la verdad.

-Su productora, Morena Films, está muy enraizada con Cantabria. Además de rodar aquí, organiza la Semana del Cine en Santander. ¿Por qué esta apuesta por la región?

-Tanto Lucrecia Botín, nuestro socio más importante, como yo tenemos un especial arraigo a Santander. Bueno, ella más. A raíz de hacer un documental sobre el Centro Botín iniciamos conversaciones para aportar algo, desde el punto de vista cinematográfico, a esta explosión creativa que se está dando en la ciudad. Así creamos la Semana del Cine Internacional de Santander, que el año que viene celebrará su cuarta edición y que se centrará en el cómic y el cine.

-¿Hay algún proyecto que se esté fraguando para volver a rodar en Cantabria o, al menos, alguno en su mente?

-Quiero apoyar a los jóvenes con talento. Estoy convencido de que hay muchos en Cantabria y me encantaría encontrarlos para poder rodar algo aquí. Pienso que la región necesita que se apoye a la gente joven. La mayoría de las políticas e iniciativas están enfocadas a los mayores. Hay que conseguir que el talento no se vaya a otros lugares. Si además atraemos a talento internacional y competimos con otras regiones, como el País Vasco, en situar a Cantabria como lugar de rodaje de series y películas, fomentando las ayudas, conseguiremos que la región se conozca mucho más fuera.

-¿Ha vuelto a Altamira? ¿Ve ahora la cueva con otros ojos?

-Voy todos los años con los invitados de la muestra de cine y cada vez me gusta más. Me fascina. Hay mucho que contar aún de esta cueva. Y de otras cuevas. En eso los franceses nos llevan la delantera.

-Contar con un mecenas como el diseñador de zapatos de las estrellas, Stuart Weitzman, que ha hecho posible el proyecto de la cueva de La Garma, con el que, a través de la realidad virtual se abre al mundo, debe ser emocionante. ¿Cómo se encuentra el mecenazgo en España?

-Me da pena que tenga que venir alguien como Weitzman a patrocinar un proyecto tan español como este. Es verdad que en EE UU llevan años con la cultura del mecenazgo y con políticas que lo favorecen, pero es que en España no hay nada. Hay excepciones, como la familia Botín. Sólo hay que ver el Centro Botín y el proyecto Pereda (en la sede de Banco Santander). Pero estoy seguro de que en el futuro los habrá. Solo así se saca adelante un proyecto como el de La Garma. A través de la realidad virtual se puede ver una cueva inaccesible para el público.

-Dígame la verdad: ¿Le ha regalado Weitzman algún zapato?

-(Risas) ¡No hace zapatos para hombre! Pero él siempre se fija mucho en los zapatos que llevan las mujeres.

-¿Qué le ilusiona en este momento?

-Tengo un documental que estreno en septiembre, que rodé en la Antártida con Greenpeace, y también empezamos a rodar con Guillermo Fresser, el director de Campeones, una segunda película, 'Historias lamentables', que va a ser muy divertida.

-¿Dónde le gusta perderse más, en el mar o en la montaña?

-Soy un enamorado del mar. Me gusta la vela y la bahía de Santander es el mejor sitio para navegar. Y si además para comer tenemos una marmita, el plan es perfecto.