«Quiero quitar el sambenito del 'pobre pescador', te puedes ganar bien la vida»

-¿A qué se sale en esta época?

-A lo que haya en la mar. Poco. Podemos todavía pescar anchoa porque queda cuota, pero no da la cara, no aparece. Chicharro no tenemos y nos hemos estado manteniendo con la caballa, el estornino. Pero, para hacerse una idea, esta semana hemos estado pescando bogas, que vale 30 céntimos. No recuerdo un otoño tan malo. Además, con los temporales no podemos salir tres días seguidos. En el cerco estamos subsistiendo y la flota pequeña, a lo que entre. Pero con temporales, nada.

-Ya puede hacer balance del año.

-Ya está todo el pescado vendido, nunca mejor dicho. Los números de las empresas están hechos y dentro de poco la mayoría de la flota va a parar. El barco de cerco ha pescado verdel, pero se ha pagado menos. La anchoa hemos tenido las mismas capturas en la primavera y, aunque el precio no ha sido más, hemos pescado anchoa más grande. Por eso el precio medio ha sido mejor y ha sido una buena campaña. Con el bonito, de capturas ha sido parecido, pero es el segundo año seguido que no agotamos la cuota y hemos tenido un problema de precios gordísimo, un 25% menos. En general, el 23 ha sido peor que el 22 porque también ha seguido el aumento de precios de los combustibles. Los que compaginan cerco y bonito, regular. Los de sólo cerco todo el año (sin chicharro en verano, con la sardina cerrada y encima la anchoa en verano no entró), malo. Y la flota de otras artes, la pequeña, la olvidada, un año nefasto.

-Para los que no conocen el tema. ¿Cuánto sale el gasoil del barco de un día de pesca?

-Es muy relativo (el precio varía), pero, para hacerse una idea, unos 2.500 euros en un día de bonitos. Aquí hay que decir que el salario de los pescadores es a la parte. Es la costumbre, como lo hacían nuestros abuelos. Pero el tema del gasoil se lo come sólo el armador.

-Las cuotas son el gran asunto. ¿Cómo se presenta 2024?

-A falta del último estudio biológico de la anchoa, parece que vamos a tener la misma que el año pasado, del bonito que nos van a incrementar y del verdel que nos van a bajar algo. En general, va a ser parecido. ¿Cómo se presenta? Yo siempre soy optimista. Mientras haya cuotas y los biólogos digan que el stock de las especies está bien, siempre pienso que vamos a pescar. Luego la mar nos pone en nuestro sitio. Este año desapareció la anchoa en julio y no volvió.

-Al hilo de eso, se habla mucho del comportamiento de las especies y del efecto del cambio climático. ¿Cómo lo ve?

-No soy científico, pero sí que han cambiado los comportamientos. Una canción dice que primero viene el verdel y luego la anchoa. Pues los último años es al revés y el verdel se retrasa como un mes. Los franceses llevaban mucho sin pescar anchoa y este año la han pescado muy al norte. El bonito no se ha arrimado tanto a tierra. A los peces les influye la temperatura del agua o las corrientes. Yo no soy científico, pero creo que influye.

-Ha sido reelegido con todos los votos a favor y sin otra candidatura. Llama la atención en un mundillo que, a veces, es complicado, ¿no?

-He estado dos años en el cargo y uno siente satisfacción cuando le votan todos. Pero también responsabilidad. Mi labor es defender lo que la flota de bajura decide. No con mi decisión, con la suya. Y cuando me dan una decisión, la defiendo se enfade quien se enfade. Somos muy pequeños y en Madrid no siempre se nos tiene en cuenta. Pero ahí estamos para intentar que no salga perjudicado el sector en Cantabria, que es importante.

-Le doy unos datos. En 1985 había 2.570 tripulantes y 380 barcos. Ahora 708 y 128. ¿Cómo se explica esto?

-La flota se ha tenido que reconvertir, ha habido crisis y los barcos se vendían o se desguazaban. Pero también pescamos lo mismo con muchos menos barcos. La flota de Cantabria es pujante y, con menos, los kilos de pescado los seguimos llevando a tierra. Hay un problema, que es el relevo generacional. La mayoría de barcos de bajura es patrón-armador. Si el armador cuando se jubila no tiene un hijo, es complicado. Yo llegué a tener cinco barcos. Tuve que vender dos y desguazar otro. No era capaz de cubrir los puestos que me exige la legislación. Es un problema en todo el Cantábrico y aquí no se podía estudiar Patrón de Litoral o de Altura. Los de aquí tenían que ir a Gijón o a Pasajes. Ahora se está haciendo en Laredo un centro integrado para impartir lo que no se ha impartido nunca.

-Hay polémica con Santoña...

-La polémica la han creado los políticos y no pensando en los pescadores. No se han puesto a pensar qué es bueno para el sector. Deberían ir a las cofradías de su pueblo a hablar de esta polémica artificial.

-Menos barcos, problemas con las cuotas, relevo generacional... Aún así ha dicho más de una vez que merece la pena.

-Esto son empresas y unas van mejor y otras peor. En general, con la recuperación de la anchoa o la vuelta de la entrada del bonito al Cantábrico, en el mundo de la mar, desde 2015, se ha ganado dinero. Igual el armador menos, pero sé lo que pago a un tripulante y a un técnico titulado. Quiero quitar ese sambenito del 'pobre pescador'. Esta es una profesión en la que te puedes ganar la vida muy bien y un titulado puede ganar como un médico. Es una profesión dura, pero te da satisfacciones.

-Sigue en la Federación, pero no en la Cofradía de Laredo. Ha dicho que estaba cansado de discutir y que cree que Laredo no tiene lo que merece.

-A Laredo le hicieron un puerto maravilloso, aunque sin pensar en el sector pesquero. Se quería hacer un puerto deportivo y, de paso, resolver las demandas de los pescadores. Y el puerto funcionó, pero estaba concebido para unas cantidades de otra época, con facturaciones de un millón de cuando no podían entrar barcos porque no había calado. Lógicamente, tenemos carencias de fundamento. He sido muy reivindicativo y he conseguido poca inversión. Parecía que invertir, tras la polémica por lo que costó el puerto, generaba críticas, como si fuéramos el aeropuerto de Castellón. La Cofradía ha hecho inversiones que no le correspondían y yo, que vengo de la empresa privada, igual no he sido hábil para convencer a la clase política. He discutido con todos los partidos y creo que ahora hago más bien a la Cofradía de San Martín fuera que dentro.

-Precisamente en Laredo hay una familia que pide que saquen del fondo del mar a un pescador del Vilaboa Uno. ¿Cómo lo ve?

-He hablado con el párroco de Laredo, que está intentando ayudar. Lo que me cuentan es que a la familia no la reciben. Deberían recibirles y darles explicaciones. Y si no se va a sacar el cuerpo, que se lo digan claramente.