Quiñones pide a los alcaldes que atajen la falta de efectivos de las policías locales

«Los alcaldes y alcaldesas tienen que ser conscientes de que contamos con un número limitado de agentes, y que no se puede suplir el déficit de policías locales de esta manera porque además es la pescadilla que se muerde la cola». Aseguró, además, que aquellos municipios que tienen la plantilla de agentes municipales más mermada son los que han reclamado con mayor fuerza este apoyo de seguridad.

No es un problema que tenga fácil solución; no inmediata, al menos. La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, anunció la pasada semana en Santander que lo idóneo sería «convocar una oposición masiva, pero aunque pudiéramos hacerlo, no habría espacio para todos los aspirantes en las academias». Han sido muchos años en que la tasa de reposición ha sido de cero, «y ahora nos costará unos años llegar a la situación que se tenía tiempo atrás».

Con todo ello, este pasado fin de semana se intensificó la vigilancia en Castro Urdiales, donde los dos anteriores se habían congregado huestes de jóvenes ávidos de fiesta que habían dado rienda suelta al desenfreno por las calles, multiplicando las peleas, los botellones y cualquier otro tipo de práctica de ocio nada recomendable en tiempos de pandemia. Hasta 91 agentes de la Benemérita pusieron coto, primero por carretera, y luego en el casco urbano, a todas estas infracciones. Coincidió que el tiempo tampoco acompañó a las actividades en la calle y todos estos factores desembocaron en dos jornadas tranquilas.

La solución inminente de los consistorios más turísticos para atajar el problema del incremento de población estival pasa por la contratación de auxiliares de policía. En Noja van a sumar diez profesionales en este régimen que, pese a no ser considerados un agente de la autoridad, sí tienen atribuciones para realizar controles del tráfico y de playas. «Es lo que podemos hacer para abarcar la diferencia de habitantes que tenemos en verano», explica el alcalde, el regionalista Miguel Ángel Ruiz. Hay 2.500 vecinos censados en Noja, pero en verano llegan a vivir en la localidad hasta 70.000 personas. «Si no hacemos algo, es imposible controlarlo todo».

En Comillas sucede algo parecido, y por eso contrataron el pasado día 15 a tres auxiliares. «También hemos sacado una plaza para cubrir una vacante de policía local que tenemos desde hace un tiempo. Es algo que necesitamos cubrir para poder tener un servicio de noche, que ahora, en verano, es esencial», cuenta la alcaldesa, la también regionalista Teresa Noceda.

San Vicente de la Barquera es otro ejemplo de municipio turístico que ha pedido ya con insistencia el apoyo de la Guardia Civil. «Nosotros vamos a contar con cuatro plazas de auxiliares de policía que se incorporarán el próximo 1 de julio», explica el socialista Dionisio Luguera, su regidor. «Y además, en enero queremos convocar tres plazas más de policía para poder completar la plantilla», avanza el regidor.

Por el plan estival de seguridad acudirán a la región 30 efectivos más de la Guardia Civil, que serán distribuidos especialmente por estos municipios. «Todavía no se ha decidido cómo se va a hacer, pero buscaremos favorecer a aquellos territorios que más impacto turístico tienen», concretó Quiñones.