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A Patricia y Agustín, los propietarios del punto de venta de Herrera de Camargo que ha vendido una pequeña parte del quinto premio de la Lotería de Navidad, la incertidumbre les ha durado apenas media hora. Ya tenían colgado el cartel con el 74770 en ... la pared que acababa de llevar el trabajador de la delegación de Loterías en Cantabria y no sabían ni cuántos décimos habían repartido. Mucho menos quién o quiénes habían sido los agracidados. A las doce menos diez de la mañana, una hora después de que los niños de San Ildefonso cantaran el 74770, entraba por la puerta Julia Andrade con una alegría de oreja a oreja que la delataba.
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«Me ha llamado mi hija. Primero me dijo la terminación y después el número entero. Y era», explicaba esta vallisoletana afincada en Camargo. Vive en Muriedas, pero todos los días acerca a sus hijos hasta el colegio de Herrera y de forma periódica hace una visita a Patricia y Agustín para comprar tabaco y comprar un décimo. Ya había echado la cuenta: seis mil euros que servirán para celebrar un poco mejor estas fiestas navideñas. El único pellizco de este número que ha caído en Cantabria.
No había terminado la frase cuando un vecino del pueblo cruzaba el paso de cebra y salía del Restaurante Amelia, justo enfrente del estanco, con una botella de champán y tres copas para la foto protocolaria. La suerte le ha tocado de rebote. Cada semana juega a la Lotería Nacional. Siempre al mismo número. Pero no a este. Cuando fue a por el del sorteo del Gordo de Navidad pidió el de todos los días y no había. Así que optó por uno similar. 74770. Ganadora sin querer.
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