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El exceso de velocidad encabeza, de lejos, las infracciones de tráfico cometidas en la región. Los radares -fijos, móviles o de tramo- son los encargados de 'cazar' a aquellos conductores que revolucionan el velocímetro de sus automóviles. Cada día de 2018 se registraron, de media, ... 114 denuncias de este tipo. 41.544 en total. Suponen el 54,5% de las sanciones registradas en la Jefatura Provincial de Tráfico -que suma las cifras de la Guardia Civil y de los ayuntamientos-. Los números «son estables» con el paso de los años. Respecto a 2017, las infracciones registradas por los radares sólo han disminuido un 1,5%. «La diferencia es mínima, aunque hay que tener en cuenta que hay un radar más en funcionamiento», afirma el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.
El radar que más denuncias acumula en la región es el que está situado en el kilómetro 144 de la A-8, a la altura de Saltacaballo en dirección a Santander. «Recoge entre el 45% y el 50% del total de infracciones», señala. Sólo en 2016 recaudó cerca de 950.000 euros. Los dos que le siguen son los ubicados en la S-10, en la zona conocida como la 'curva de Pegaso'. El que se sitúa en el kilómetro 195 de la A-67, a la altura de Bezana y también en dirección a la capital cántabra, es el cuarto en número de sanciones interpuestas. El radar de tramo de Limpias, el único de la provincia, se instaló durante la Semana Santa de 2018. «En los primeros seis meses de funcionamiento, hasta el 31 de octubre, registró 2.510 denuncias». Situado en la carretera N-629, la ubicación se eligió porque es uno de los puntos negros de la región y acumula 19 víctimas mortales desde 1999.
Las multas por conducir sin ITV son las segundas en el ranking. En 2018, hubo 4.329 denuncias, un 21% más que durante el año anterior. «Es una cifra alta, llama la atención». En la mayoría de ocasiones, se trata de conductores a los que les ha caducado recientemente y todavía no la han vuelto a solicitar. Las sanciones por alcoholemia y consumo de drogas cierran el podio. En 2018, hubo 3.818 denuncias de este tipo. Un 15% más que durante el año anterior. «Más allá del propio consumo, este aumento puede deberse a que la Guardia Civil y la Policía Local realizan ahora más controles que antes. Algunos ayuntamientos grandes, como Santander, El Astillero y Laredo, han implementado esta práctica durante el último año», revela.
Un total de 3.095 denuncias de Tráfico tuvieron relación en 2018 con estacionamientos y paradas en lugares no permitidos. Un 7% más que el año anterior. «Es una de las infracciones más comunes». El uso del teléfono móvil durante la conducción también se encuentra entre las habituales. «No puede considerarse una distracción porque es una acción que requiere la voluntariedad del conductor. Quien realiza o contesta una llamada ya sabe que está infringiendo la ley», apunta. El número de multas asciende a 2.499, ligeramente superior a las del año anterior. No utilizar el cinturón de seguridad (2.132), conducir sin el seguro obligatorio (2.100) y los problemas relacionados con el permiso de conducir (1.463, la mayor parte coincide con que el documento está caducado) son las sanciones que cierran el listado.
De la mano de las sanciones va la pérdida de puntos. Y el exceso de velocidad vuelve a llevarse el oro entre las infracciones que más restan. Del total de 51.948 puntos perdidos en 2018, 13.108 se fueron al pisar el acelerador más de la cuenta. Un 25% del total. «No es tanto como cabría esperar porque la mayoría de infracciones cometidas de este tipo se encuentran recogidas en el primer tramo», cuenta Tolosa. Hace referencia a aquellos que en una carretera con un límite de 50 kilómetros por hora circulan a un máximo de 70 y a los que en una vía de 120, llegan a los 150. «Representan el 87% de los sancionados. Dentro de la gravedad, se encuentran en el escalón más bajo». La sanción correspondiente son 100 euros de multa, pero no conlleva pérdida de puntos.
El consumo de alcohol y drogas al volante se llevó 9.354 y 6.666 puntos respectivamente en 2018. Aunque las sanciones por beber se mantienen estables con el paso del tiempo -el número de puntos perdidos apenas ha variado en los últimos dos años-, las drogas han restado prácticamente el doble que en 2016 -en aquel momento, fueron 3.396-. «Desconozco si el consumo es mayor», reitera Tolosa. «Pero los controles sí han aumentado».
Entre las ocho infracciones más comunes al volante, seis han desatado más denuncias en 2018 que en 2017. Las impuestas por los radares, sin embargo, son una de las que ha disminuido -un 8,9% en dos años-. Es importante tener en cuenta, además, que en 2018 se puso en marcha el radar de Limpias. «La presencia de este tipo de dispositivos sí alerta a los conductores e influye en su precaución».
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