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En un año normal, a estas alturas de invierno, la gripe común habría dejado más de tres mil casos diagnosticados en Cantabria. Sin embargo, este no es un año normal, y además de restricciones y medidas sanitarias, lo que ha traído el covid es un ... desplazamiento de la enfermedad más común en nuestros inviernos, hasta el punto de que en Cantabria, a día de hoy, no se ha registrado ningún caso de gripe. De hecho, en todo España, según el Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE), hasta el 10 de enero se han detectado sólo cinco casos de virus de la gripe en la temporada 2020-2021. La respuesta a ese cambio está en las medidas de prevención del covid y en la vacunación, que este año ha sido «mucho más alta de lo normal», dice el jefe de servicio de Salud Pública, Manuel Galán, a punto de cerrar esta semana la campaña de vacunación. En Cantabria, a estas alturas de la temporada 2019-2020, se habían indicado 3.146 casos de gripe en Atención Primaria; este año, en cambio, no se ha notificado ningún caso de gripe, tan sólo once cuadros que pueden compatibles con síntomas gripales.
Las medidas aplicadas para evitar la transmisión por covid han generado una barrera para la gripe, y tanto la mascarilla, el menor contacto social y la limpieza de manos, «que es lo que se recomendaba para la gripe», ha frenado los contagios, pero lo que ha sido «crucial», dice el experto, ha sido unir las medidas de seguridad del covid y la campaña de vacunación: «Si una persona vacunada tiene contacto con un virus gripal, ahí queda cortada la cadena ya que al no generar la infección en su interior, ya no es transmisora», dice, «como un cortafuegos». El resultado de esa doble defensa es que, a día de hoy, Cantabria no ha registrado ningún caso por gripe común: «Es una evidencia que puede servir para demostrar que, si se quiere, la gripe se puede controlar», dice Galán. ¿Y los posibles casos? «Esos once casos de cuadros que los médicos han interpretado como síndrome gripal, se les hizo PCR y todos dieron negativo, es decir, a nivel de laboratorio no ha habido confirmación de casos de gripe». Además, añade, se han producido en pacientes «con edades entre los 16 y 53 años, por lo que tampoco han sido los niños, a los que se suele señalar como transmisores».
Cada año, la onda gripal va recorriendo el globo «del hemisferio sur al hemisferio norte, y si miramos el mapa, lo hace de oriente hacia occidente; tiene ese sentido cíclico como un ocho sobre la capa terrestre en el invierno de cada zona». Este año en su llegada a la zona europea no se aprecian casos de gripe. Pero desde Sanidad no bajan la guardia: «Es más importante la concurrencia de varias medidas que la aplicación de una sola. No es que el virus haya desaparecido, se ha frenado su transmisión al combinar las medidas de seguridad que ha traído el covid y la campaña de vacunación, que este año ha sido más numerosa», dice en alusión al aumento de dosis administradas, sobre todo entre los sanitarios: con el cierre esta semana de la campaña y a falta de cerrar las cifras de todos los colectivos, las cifras que baraja Sanidad dibujan el cambio. Sólo en Atención Primaria, el año pasado se administraron 103.312 vacunas: este año han sido casi 156.000. Además, en previsión de que hubiera más demanda, se adquirieron 51.810 dosis más. El incremento este año se debe a que su administración buscaba no solo prevenir la trasmisión del virus de la gripe, sino también reducir el número de cuadros compatibles con el coronavirus: «La gente ha respondido al llamamiento», dice Galán, que dice haber logrado «una cobertura histórica que se acerca a la cifra fijada por el OMS del 70% con la que se puede alcanzar un control de la transmisión de una enfermedad, el llamado 'efecto rebaño'».
A pesar de la pandemia, la campaña de la gripe no se dirige a toda la población. La vacuna prepara al organismo para que funcione de una manera más eficiente, «o se sufra la infección de una forma parcial o moderada, y sobre todo para evitar que el paciente agrave, dice. Por eso se dirige «solo a las personas de riesgo, ya que el virus de la gripe, siguiendo con el símil del fuego, es como el viento sur: prepara el terreno para que otros agentes vengan detrás y generen una situación más complicada».
El Sistema de Vigilancia de Gripe en España está formado por epidemiólogos y virólogos de las comunidades autónomas, el Centro Nacional de Epidemiología y el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. Según sus últimos datos, remitidos en su informe correspondiente a la tercera semana de enero, se han notificado en total cinco virus en lo que llevamos de temporada. El primero fue en Aragón, donde se notificó entre el 9 y el 15 de noviembre un virus A(H1N1)pdm09 no centinela; le siguió Castilla-La Mancha, con tres de la gripe tipo B no centinela en la semana del 30 de noviembre al 6 de diciembre. Ya en 2021, Aragón informó en la semana del 4 al 10 de enero de la detección de un virus de la gripe tipo A (no subtipado) a partir de una muestra no centinela.
Estos datos contrastan con los de la misma semana del año anterior -antes de la pandemia-, cuando la tasa global de incidencia de gripe se situó en a 54,6 casos por 100.000 habitantes. En concreto, el año pasado por estas fechas se había notificado 182 detecciones centinela (realizadas por la red de médicos encargada de notificar los casos) de virus gripales. A estos hay que sumar 771 no centinela. Es decir, 953 en total.
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