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De joven, Raúl Diego Obregón (Santander, 1976) era bastante reacio al uso de las tecnologías. Su ingreso en la carrera docente le llevó a iniciar ... un «proceso de autoaprendizaje» y a cambiar de idea. Ahora, convertido en maestro de Educación Primaria en el colegio Salesianos de Santander, acaba de recibir un premio nacional de Educación en la categoría de 'Experiencias Inspiradoras del Aprendizaje' gracias a su proyecto 'Caramelos digitales', una propuesta con la que quiere mejorar la capacitación de su joven alumnado. «Una de las claves para ser profesor es apasionarte con lo que haces. Y ser consciente de que la educación se transforma y nosotros tenemos que transformarnos con ella», reflexiona un par de semanas después de recibir el galardón otorgado por el Ministerio.
El proyecto 'Caramelos Digitales' se imparte dentro de la asignatura sobre Competencia Digital que se imparte en la etapa de Primaria en Salesianos y que Diego puso en marcha hace cinco años. Se llama así porque, «en el tiempo que dura un caramelo», el alumnado llega a formarse en el uso de una aplicación que luego puede ayudarle a crear un producto o a orientarse en el universo digital. Y es, además, una forma de «endulzar» el aprendizaje, agrega este profesor que ya logró en 2015 otro premio nacional por el uso de las Tecnologías en la Educación y que, en 2021, formó parte del grupo de trabajo que elaboró el currículo educativo de la Lomloe desde la perspectiva de la competencia digital.
¿Y en qué se forma el alumnado gracias a la asignatura o a los 'Caramelos digitales'? En cuestiones como la gestión de la información -desde aprender a buscarla y archivarla hasta saber reconocer si es veraz o no-; en el uso de herramientas para trabajar en línea; en la creación de contenidos -infografías o podcast, entre ellos-; el control de la huella o reputación digitales -haciéndolo antes de saltar a las redes sociales-, o en programación y robótica. En sus clases, Diego también cuenta que les ayuda a ampliar la perspectiva, es decir, a trascender el mero disfrute de la tecnología para convertirlos en creadores y gestores «críticos» de contenido. Además, todas las herramientas que ha creado son de uso abierto, por lo que «cualquier compañero puede utilizarlas. Pienso que todos estamos en el mismo barco».
Todo esto enlaza bien con su idea de trabajo en el aula. «La tecnología es aliada del aprendizaje» y de la enseñanza, entiende Diego, también coordinador de Innovación en Salesianos. Sin rechazarla ni abrazarla sin reservas -o considerarla un fin en sí misma-, la meta es «extraer lo más positivo». Formar al profesorado es fundamental, añade, y dado que en breve los docentes tendrán que acreditar oficialmente sus saberes digitales, es hora de conocer «las debilidades» y corregirlas.
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