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Los comercios de Cantabria inician las rebajas con la mira puesta en el ánimo de los clientes, que, según buena parte de los empresarios del sector consultados por este periódico, «hasta el momento está siendo flojo». La llegada de la variante Ómicron dejó la campaña navideña un tanto «descafeinada» y no son pocas las tiendas en las que las baldas y percheros están cargadas aún de buenos productos. Por ello, esperan que los próximos días, los clientes se sientan atraídos por los descuentos y la amplia variedad de prendas.
Como ocurre en el inicio de todas las rebajas de invierno, los primeros días, la mayoría de los clientes, «vienen a cambiar regalos de Navidad y a echar un ojo, para ver si hay el descuento que buscan», contó Diana González, de la zapatería Lola Cruz, en la plaza de la Catedral. El año pasado, «en Navidades habíamos vendido más. Así, a día de hoy, tenemos una buena oferta», agregó.
Como ella, piensa Sonia Moreno, de la tienda de la calle del Medio, Ana Santos: «esto está muy flojo desde hace tiempo, pero la llegada de la nueva variante ha sido la puntilla. Las cenas de amigos y de trabajo se han suspendido, así que no han tenido ni la necesidad ni las ganas de salir a comprar nada nuevo».
Sin embargo, de esta misma situación hay comerciantes que han sacado ventaja. Según apuntó Paula Vicente, propietaria de Colette, en la calle Arrabal, especializada en prendas de alta calidad, «¡no me puedo quejar, en absoluto! Me ha ido muy bien en los últimos meses. Quizá la razón esté en que como no se sale, ni hay festejos importantes, la gente prefiere invertir en algo bueno, en lugar de en mucho, más barato. Frente a esta tienda tengo otra, Zona Coolto, con precios más asequibles, y la cosa no va tan bien».
En M. de A., en la calle Hernán Cortés, Mar Giribed, apunta que «en general, estoy contenta, pero si tengo que hablar de la Navidad, se ha notado mucho que no ha venido gente de fuera. Muchas familias han estado confinadas y se ha notado en las ventas».
Por el contrario, hay establecimientos en los que el inicio de las rebajas quitan el sueño, como si de la noche de Reyes se tratara. Así sucede con Zara, donde la cola ya estaba formada cuando a las nueve y cuarto de la mañana comenzaron a llegar los dependientes. «La cola en las cajas de cambios está a tope, pero hay mucha gente comprando, como todos los años», apuntó una de ellas.
Sin embargo, las avalanchas de gente y las colas interminables de otros años no fueron la tónica en esta ocasión. Para el mediodía, había trajín, pero sin aglomeraciones. El Corte Inglés también ha comenzado la animación, pero con sosiego. No se quejan de cómo ha ido la temporada ni el inicio de rebajas, y aunque en la tienda física no había aglomeraciones, la venta por internet «ha ganado muchos adeptos».
Para Miguel Rincón, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Cantabria (Apemecac), con la liberación de las rebajas y la subida imparable de las ventas por internet «todo es un desastre. Las rebajas son necesarias para hacer caja y muchas tiendas lo van a pasar mal, porque no se ha vendido nada bien hasta ahora y ya verás como tampoco va ir bien en las próximas semanas».
Gonzalo Cayón (Coercán) coincide en que las rebajas se han «desnaturalizado». A la hora de hacer balance, señaló que «ha habido muchos altibajos todo el año, dependiendo de las restricciones de cada momento». A Agustín Ordejón (Asociación de Comerciantes del Casco Viejo) lo que le preocupa es que «la gente consume lo mínimo, porque no se siente segura. La incertidumbre está desde el inicio de la pandemia».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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