Rebelión de los médicos de Valdecilla contra el Gobierno cántabro por el concurso de traslados

«Es una medida injusta, que se llega sin consenso con el personal, y que tendría unas consecuencias desastrosas para el funcionamiento del hospital», reprochan los responsables de los diferentes servicios de Valdecilla en una misiva que enviaron ayer a la Consejería de Salud. Un texto en el que solicitaban también un informe con las plazas que pretenden convocarse, la norma legal que avala la decisión y la paralización del proceso hasta que los puntos anteriores estuvieran aclarados.

Todos mostraron su descontento en la reunión celebrada el pasado lunes con la directora gerente de Valdecilla, Dolores Acón, y con el gerente del SCS, Luis Carretero, en la que manifestaron su «profundo enfado e incredulidad» ante una medida que «daría al traste con toda la especialización y diferenciación que ha conseguido el hospital en la última década», dado que buena parte del personal interino ha alcanzado en estos años «una formación tan concreta que es el motor de muchos de los puntos que nos han convertido en hospital de referencia nacional y mundial».

Tal fue el revuelo despertado ayer en Valdecilla, cuando lo hablado en aquella reunión terminó por trascender, que obligó al Gobierno a paralizar la convocatoria y a rectificar diciendo que se sentará a «seguir estudiando cada caso concreto». Lo confirmó ayer Juan Ramón Artiga, subdirector de Recursos Humanos y Coordinación Administrativa del Servicio Cántabro de Salud (SCS): «Estamos estudiando que la convocatoria de estas plazas podría tener determinadas circunstancias que pueden ser problemáticas y hay unidades, servicios o actividades en el hospital que pueden verse afectadas por la especialización que requieren».

En la mañana de ayer, representantes de la Consejería mantuvieron numerosas reuniones con responsables del hospital para «evaluar si efectivamente pueden ofertarse estas plazas o hay que replantear las cifras, así como los requerimientos para los médicos que quieran venir a ocuparlas». No es, por tanto, algo irreversible, como ayer martes temían representantes de los médicos interinos de Valdecilla, que también firmaron una carta conjunta para denunciar la decisión. Máxime cuando durante los últimos meses se han venido publicando en el BOC las órdenes de convocatoria de las pruebas selectivas tanto para la estabilización como para el acceso libre mediante el sistema de concurso-oposición para acceder a la condición de personal estatutario fijo.

Los médicos sin plaza fija insisten: «Los distintos servicios del Hospital Valdecilla atienden a pacientes de alta complejidad y por ello está organizado en unidades asistenciales superespecializadas constituidas por médicos con amplia formación y experiencia clínica», escriben en la carta de denuncia. «Existe un riesgo muy elevado de que los profesionales especializados en estos campos se vean desplazados por facultativos sin la experiencia y la formación necesaria para ocupar estos puestos», recriminan a la Consejería de Salud.

Los responsables médicos han denunciado la merma que la medida tendría en la calidad asistencial de los pacientes, pues traería la desaparición de las consultas monográficas, de las terapias avanzadas y de los tratamientos tanto médicos como quirúrgicos que se han desarrollado en los últimos 15 años y en los que el hospital es hoy en día un referente nacional.

La convocatoria de plazas para el concurso de traslados es algo que ha venido funcionando de forma periódica en el SCS como en cualquier otro cuerpo funcionarial dado que es un derecho de los trabajadores con plaza fija del Estado. Lo habitual en la sanidad cántabra y en Valdecilla había sido siempre la disposición de un tercio de la plantilla interina para tal fin. Por eso la sorpresa de los afectados en este caso ha sido mayúscula al comprobar que las plazas superaban con creces el 50% de los médicos interinos que trabajan en la región. «Nunca se abría más el abanico porque siempre se ha comprendido que el grado de especialización de este hospital impedía hacerlo. Porque el personal sin plaza está tan especializado, y el trabajo y los procedimientos están tan ajustados a todos estos profesionales con conocimientos tan específicos, que no tenía sentido desbaratarlo todo», confirman trabajadores del hospital santanderino.

«Por eso ahora esto nos ha sorprendido y por eso, también, estamos dispuestos a seguir negociando sin descartar ninguna otra medida que sea necesaria para dar a conocer lo que está pasando a los pacientes y a toda la sociedad cántabra».

Pero una vez encendida la mecha, ahora el Gobierno regional parece completamente dispuesto a continuar con una negociación con la que pretenden alcanzar un «equilibro» que será bueno para todos. «No podemos dejar de desconvocar plazas para el concurso de méritos porque es un derecho y es así como funciona la lógica del sistema de funcionamiento de la Administración y sus trabajadores, pero seguro que podemos bajar al detalle y encontrar la mejor solución para que ningún servicio, ni ninguna actividad, ningún trabajo, se vean mermados por todo ello», insiste Artiga en respuesta a todos los que han solicitado una revisión de la medida para que entre en los estándares de la «racionalidad».

Dicen los afectados que no se habría llegado a este escenario si se hubieran convocado las correspondientes oposiciones de la Oferta Pública de Empleo (OPE) cada dos años. «Después de esta dejadez no pueden tomar una medida así, a la ligera, porque trae impacto laboral sobre los médicos pero sobre todo, que es más importante, desbarata el hospital por completo», insisten.

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