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A. G.
Santander
Viernes, 20 de enero 2023, 08:06
El primer temporal del año, protagonizado por dos borrascas –Gerard y Fein– que barrieron sucesivamente el territorio de Cantabria, dejaron destacados registros y generaron importantes contratiempos en numerosos municipios de la Comunidad, desde desbordamientos e inundaciones a incidencias relacionadas con el tráfico, el viento y ... el oleaje. Una de las mejores formas de retratar la gravedad de algunos de los episodios que han marcado estos días son las cifras que ilustran la intensidad de los adversos fenómenos meteorológicos que se han producido. En ese sentido, el dato más ilustrativo y relevante es el récord de precipitaciones a nivel nacional marcado el lunes por Ramales de la Victoria, donde aquel día se registraron más de 136 litros por metro cuadrado. Pero no es el único. También los datos relativos a las rachas de viento y a las temperaturas registradas retratan la compleja situación provocada por Gerard y Fein a su paso por la Comunidad. En el primer caso, destacan los 118 kilómetros por hora que alcanzó el viento el pasado martes en San Roque de Riomiera, mientras que en el segundo el hito lo marcó Alto Campoo en la madrugada del miércoles, cuando se registró la temperatura más baja del ciclo: -6,4 grados. Aunque el oleaje también generó preocupación y obligó a decretar la alerta naranja con olas que superaron los seis metros y obligaron a permanecer en puerto a la flota pesquera cántabra, en la región no se alcanzaron los registros de otras comunidades autónomas como Galicia, donde las olas superaron los ocho metros.
Si esos fueron los registros más destacados, lo cierto es que hubo otros muchos valores en diferentes municipios cántabros que si acercaron a ellos. En el caso de la lluvia, por ejemplo, destacaron también las precipitaciones caídas en municipios como San Felices de Buelna, con 126 litros por metros cuadrado, Santillana del Mar (119 litros/m²) o Sierrapando (115 litros/m²). Unas cifras que ayudan a entender las inundaciones que sufrieron durante esos días tanto algunas de estas localidades como otras ubicadas en sus entornos.
Lo mismo ocurre al analizar los registros asociados al viento y a las temperaturas mínimas. Porque si las rachas en San Roque rozaron los 120 kilómetros por hora, los datos en otros puntos de la región el martes no distaron demasiado, como demuestran los 115 km/h que alcanzaron en Santander y los 114 km/h con que barrieron Torrelavega. En el caso de los registros térmicos, que marcaron especialmente la jornada del miércoles –definida por las previsiones de Aemet como «el día más frío del invierno»–, hubo otros puntos en los que los valores no anduvieron demasiado lejos de la cifra marcada por la estación de esquí cántabra. Tal fue el caso de Camaleño, que marcó una mínima de -2,9 grados, de Reinosa, donde el registro mínimo fue de -2,9 grados, o de Cubillo del Ebro (Valderredible) durante la noche del miércoles al jueves, cuando se rozaron los -4 grados. Cifras que, como ocurre con las de precipitaciones y los desbordamientos e inundaciones, explican la difícil jornada que se vivió por causa de la nieve tanto ayer como, especialmente, el día anterior.
Este periódico ha ofrecido durante estos días un seguimiento pormenorizado de la situación provocada por el temporal y el impacto de los fenómenos meteorológicos asociados a este en toda Cantabria. Un amplio despliegue informativo que arrancó el mismo lunes con una crónica cuyo comienzo, por desgracia, se acabó convirtiendo en una mala suerte de profecía: «Este lunes se ha iniciado con el paquete de invierno casi al completo: lluvias intensas, vientos y temporal marítimo, así que es mal día para ponerse en carretera». Y así fue desde entonces hasta hoy mismo, cuando las condiciones, a tenor de las previsiones de Aemet para este fin de semana, empiezan a mejorar definitivamente.
Superado lo peor, otro de los datos que permite valorar el impacto del temporal durante estos días son las cifras de llamadas e incidencias atendidas por el Servicio de Emergencias del Gobierno regional. Ayer, el propio 122 Cantabria dio a conocer que desde el comienzo del temporal en la región han sido un total de 1.303 las llamadas recibidas relacionadas con esta causa, las cuales han derivado en 669 incidencias gestionadas. Solo en la mañana de ayer este servicio realizó 25 intervenciones derivadas de las 46 llamadas recibidas en relación a la lluvia, el viento y la nieve. Esta última ha sido protagonista en la región desde el miércoles, coincidiendo con la llegada de una masa de aire frío que ha provocado intensas nevadas. En algunas localidades como Reinosa amanecieron con hasta 30 centímetros de nieve en sus calles.
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