Borrar

Dicen que cada uno de nosotros tiene que crear sus propios recuerdos para, algún día, poder regresar a la melancólica alegría de la patria de ... su infancia. Ahora los adultos inflamos a los niños a provechosos cursos de aprendizajes, destrezas y estimulaciones creativas y emprendedoras, como si nunca hubiesen sido capaces de inventar un mundo de la nada y hasta del aburrimiento con sus propios recursos, sin monitores. Antes, la inexistencia de ludotecas y cursillos nos incitó incluso al desafío de leer, aunque solo fuese en ausencia de otras tentaciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Recreo