El rector asegura que «la cloaca tiene que estar fuera de la Universidad»

El máximo responsable de la UC fue contundente ante todos estos hechos. En su discurso, mostró su férrea voluntad de «aclarar» lo sucedido y no sólo se defendió de las acusaciones que considera falsas y que «causan un daño a la UC que no se puede aceptar», sino que pasó al ataque asegurando que «la cloaca tiene que estar fuera de nuestro sistema. Y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que así sea».

El mensaje de Pazos acaparó el protagonismo en la ceremonia académica de conmemoración de Santo Tomás, en la que, en un abarrotado Paraninfo, se hicieron entrega de las Medallas de Plata de 2018 en reconocimiento a sus exitosas trayectorias a los catedráticos Teresa Rodrigo (profesora, eminente investigadora, catedrática desde 2012 y directora del Instituto de Física de Cantabria) y Juan Antonio García-Porrero (director del departamento de Anatomía y Biología Celular y catedrático de Anatomía y Embriología Humana desde 1981). También se entregaron los Premios Extraordinarios Fin de Carrera a los alumnos más destacados; y los distintos galardones (literarios, de la mujer...) que convoca anualmente la UC. Igualmente, se rindió un homenaje a los profesores jubilados a lo largo del último año.

Ante los máximos responsables del Gobierno de Cantabria Miguel Ángel Revilla y Eva Díaz Tezanos, representantes de distintas esferas de la sociedad regional y profesores e investigadores de la UC, Pazos no escatimó explicaciones sobre las recientes polémicas. Las repaso una a una, empezando por la supuesta falsificación de firmas producida en 2012 en, al menos, tres actas de contratación de personal investigador para beneficiar, presuntamente, a un allegado de Pedro Casares. «Tardé pocas horas en ordenar la apertura de un proceso de investigación interna, mantenido su desarrollo hasta que el discurrir de la acción judicial ha hecho que debamos suspenderlo temporalmente. Además, esa suspensión ha ido acompañada de nuestra solicitud de personación en el juzgado como parte perjudicada para manifestar nuestra voluntad de clarificación absoluta de los hechos», explicó.

Respecto a la recepción del anónimo en la que se comunicaba al rector la colocación de micrófonos en su despacho, amenazando con hacer públicas grabaciones de sus conversaciones en caso de no tomar medidas contra los responsables de la supuesta falsificación de firmas –en la carta se citaba expresamente a Casares y al decano de la Facultad de Económicas y Empresariales Pablo Coto como cómplice–, Pazos recordó que está «en fase de investigación». Y explicó que la amenaza se empezó a cumplir con la publicación de audios, «convenientemente cortados y editados», de conversaciones mantenidas en el contexto de una reunión mantenida en 2015 con diversos representantes sindicales, donde el rector parece reconocer que algunas plazas docentes se adjudican «a dedo». Precisamente el profesor Agüeros, delegado del Comité de Empresa y miembro de CSIF, fue el que presentó la semana pasada una denuncia contra el rector por esa supuesta prevaricación. «Está aún pendiente de tramitación, por lo que no puedo ejercer todavía ninguna de las acciones que me puedan corresponder en mi defensa, aunque indicó que utilizaremos todos los recursos legales para perseguir e intentar que se castigue una conducta tan amenazante», subrayó Pazos al respecto. Añadió que no le preocupa el daño hecho a su reputación personal, que «está acreditada para los que me conocen y para los que saben cuáles han sido las medidas tomadas en mi legislatura en cuanto a la política de provisión de plazas, todas tendentes a establecer un mayor rigor». Pero sí mostró su indignación por el daño causado a la Universidad, que «no se puede aceptar».

El rector adelantó que «el mejor conocimiento de los hechos» en las próximas semanas «permitirá comprender de forma más completa lo que había detrás de los mismos», pero entre tanto, afirmó que la UC va a intentar que «todas las conductas ilícitas sean castigadas», tanto si se trata de personas externas como pertenecientes a la institución. «Nuestra voluntad de extirpar este cáncer no tiene la menor duda, pero, debemos también combatir una cierta degradación moral de las conductas que no pueden tener cabida en nuestra sociedad y mucho menos en nuestra universidad: grabar conversaciones ilícitamente, amenazar e intercambiar grabaciones, intentar chalanear puestos de trabajo u otras recompensas a cambio de no hacerlas públicas –en referencia a que Agüeros intentó chantajear a Coto en 2015 solicitando un aumento de su número de clases remuneradas o la dirección de un máster, entre otras exigencias– , hacer negocio con su publicación...».

El rector concluyó su intervención con la misma contundencia con la que la inició, asegurando que en la UC «no se otorgará nunca, mientras yo esté al frente, un puesto de trabajo de ningún tipo, de ninguna categoría, mediante la amenaza». Y aunque no negó su «intensa preocupación» por la aparición de este tipo de conductas y su impacto en la institución, se mostró «reconfortado por el apoyo y la confianza que me han manifestado la práctica totalidad de las fuerzas políticas de Cantabria, representantes de muy diversas instituciones y numerosos miembros de la comunidad universitaria». «Si alguien cree que lo sucedido iba a hacer flaquear mi compromiso con la Universidad de Cantabria y mi voluntad de gobernarla, me conoce poco. Ambas son hoy más fuertes que nunca», sentenció como punto final. Una aseveración que fue respondida con unos intensos y prolongados aplausos por parte del auditorio que se extendieron alrededor de un minuto.

El presidente del Gobierno cántabro, Miguel Ángel Revilla, que intervino al principio del acto y luego se marchó por razones de agenda, expresó su «apoyo» incondicional hacia «un gran rector», Ángel Pazos, ante «la situación de turbulencia» referida anteriormente. También lo hizo con posterioridad la vicepresidenta Eva Díaz Tezanos. En su intervención, que cerró el acto, la también consejera de Universidades e Investigación, destacó «las excelentes relaciones que hemos mantenido Gobierno y Universidad» a lo largo de la presente legislatura que está cerca de finalizar, afirmando que la UC «va a seguir contribuyendo activamente a convertir este siglo XXI en una gran oportunidad para nuestra tierra». En este sentido, Tezanos aseguró que «hoy más que nunca, necesitamos a nuestra universidad para posicionarnos estratégicamente en los sectores emergentes y de futuro, para avanzar en la sociedad de conocimiento garantizando que Cantabria pueda y sepa aprovechar las oportunidades que esta globalización nos brinda y para desarrollar conjuntamente una estrategia de innovación e investigación que permita incrementar la competitividad y, por ende, la productividad, y generar empleo de valor añadido».