«Las redes sociales han socavado las bases del periodismo auténtico»

-¿Qué le trae por aquí?

-Hemos venido a llevar a cabo dos actividades muy específicas; a presentar los dos últimos números de nuestra publicación y, de otro lado, a conocer las instalaciones y métodos de trabajo de la Universidad Europea del Atlántico.

-Esto último ¿por qué?

-Porque la Fundación Universitaria Iberoamericana, Funiber, está trabajando para la construcción de una universidad española en República Dominicana al estilo de la Universidad Europea del Atlántico.

-Usted ha presentado la revista que dirige a los alumnos de Periodismo.

-Así es, sí.

-¿Qué mensaje ha querido transmitirles?

-El periodismo de hoy es el mismo que el de hace 40 ó 50 años. Y la responsabilidad de un periodista es la misma que entonces. Lo único que ha cambiado a lo largo del tiempo son las herramientas de trabajo que tenemos y, de alguna manera, la mentalidad de quienes lo ejercemos hoy precisamente por estar condi-cionados por esas herramientas. Internet es un instrumento maravilloso... Pero solo si se sabe utilizar bien.

-De otro modo...

-...Si se utiliza mal, el periodista puede hacer un daño enorme, porque, a diferencia de un médico o de un arquitecto, su trabajo afecta a toda la sociedad.

-¿Cómo se ve el periodismo desde la altura a la que elevan 40 años de ejercicio?

-Que ahora existe una mayor libertad de información que antes es, para mí, sin duda, un hecho incontestable.

-¿También en su país?

-Sí. En República Dominicana los medios de comunicación y la propia información en sí misma se han democratizado mucho. Lo mismo que aquí.

-¿Cree que el periodismo ha sabido adaptarse a los nuevos modelos de comunicación?

-Sí, creo que sí. Le decía a los estudiantes que tenemos que hacer un pacto entre generaciones. Nosotros, los más veteranos, tenemos que adaptarnos a los nuevos modelos de comunicación, porque es una realidad que estamos viviendo, y ellos, los más jóvenes, tienen que saber absorber lo mejor del viejo periodismo, porque el gran problema que tienen hoy por hoy es que no leen. Leen titulares y se quedan ahí, pero no se adentran en la información ni profundizan en ella. Y creo que eso es un error que tienen que corregir

-¿El periodismo está perdiendo su reputación?

-Sí. Y sobre todo en América. Allí, el periodista se ha dejado arrastrar por los intereses particulares, políticos especialmente, inclinándose al soborno y manteniéndose al margen de todo cuanto implica la ética profesional, que en países como el nuestro se ha ido a pique.

-¿Usted cree que hemos sabido estar a la altura del momento?

-Sí. Los medios de comunicación han jugado un papel muy importante en esta crisis sanitaria. Creo que, en líneas generales, han trabajado muy bien alrededor de los organismos sanitarios para tratar de trasladar al ciudadano la mejor información posible, información rápida, información útil e información veraz. Sobre todo los medios de comunicación formales.

-Ahora que habla de información veraz. ¿Son las fake news el gran reto al que se enfrenta el periodismo?

-Sí. O al menos uno de ellos. Las redes sociales han socavado las bases del periodismo auténtico, del periodismo profesional. Ahora mismo todos somos periodistas, todo el mundo es periodista. Pero hay que saber distinguir entre el periodista que sale preparado de la universidad y que tiene conciencia de lo que implica sentarse delante de un ordenador y redactar una información verificada y contrastada con la fuente adecuada y una persona que se dedica simplemente a divulgar disparates. Sí, los medios de comunicación tienen un gran reto por delante.

-En su opinión, ¿qué es lo mejor de esta profesión?

-La verdad y la responsabilidad. Son las dos claves del buen periodismo.

-¿Y lo peor?

-La mentira, el soborno y la enorme influencia que, a veces, ejercen sobre el periodismo y el propio periodista determinados intereses personales, empresariales o políticos.