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Lejos de entrar en cualquier tipo de polémica, Carmen Delgado, catedrática de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Cantabria (UC), asegura que el objetivo del estudio que le ha encargado el Gobierno cántabro -que supone la creación de diez comarcas para unificar servicios y reducir costes ... - es «paliar los desequilibrios regionales, que son muy grandes».
Delgado, que ha dedicado ocho meses a este estudio (integrado por un documento de 250 páginas y un anexo con 100 mapas), explica que el proyecto pretende que se avance hacia una equidad territorial, «y eso se hace desde unidades territoriales de determinadas dimensiones, infraregionales y supramunicipales». «El objetivo básico es hacer una redistribución administrativa del territorio sin poner límites ni fronteras. Una redistribución del territorio en unidades que sean más abarcables a efectos de mejorar su gobernanza, que está en relación con la eficiencia de dotación de servicios. De ahí que se denominen comarcas funcionales, que son agrupaciones de municipios con similares problemas, características, intereses y que sean municipios contiguos».
La catedrática de la UC no ha encajado mal las críticas de algunos alcaldes a la redistribución de las comarcas que ha propuesto. «Las discrepancias y la aportación de opiniones contrarias es positivo y debe ser bienvenido porque eso contribuye al enriquecimiento del debate, siempre y cuando los argumentos discrepantes sean sólidos y tan rigurosos al menos como el contenido del estudio que ha realizado la UC bajo mi dirección». De hecho, asegura que era algo previsible y por eso mantendrán una reunión «a mediados de febrero» con los alcaldes para que aporten lo que consideren oportuno. «Eso es enriquecedor, no es algo que se haya intentado evitar en absoluto».
Carmen Delgado | Catedrática de la UC
Carmen Delgado | Catedrática de la UC
En este sentido, señala que el estudio puede ser sometido a cambios. «El debate lo tendrán que tener las instituciones y la ciudadanía. Esto es el comienzo de un proceso que está completamente abierto y debe permanecer así en un futuro».
Delgado explica que, a la hora de establecer las diez comarcas con sus respectivos municipios, se han valorado «varios criterios» como los naturales/geográficos (situación y localización, estructura geomorfológica, condiciones climáticas, caracteres hidrológicos...), demográficos (dinámica de la población desde 1900, evolución reciente -desde finales del siglo XX a la actualidad-, densidad de población...), y económicos. También se han tenido en cuenta los usos del suelo, aspectos residenciales (parque de viviendas), la dotación de equipamientos esenciales, la accesibilidad física y virtual (vías de comunicación), la delimitación de áreas de consumo de bienes y servicios, y las demarcaciones preexistentes (tradicionales y actuales).
«Las demarcaciones que han existido tradicionalmente no se han ignorado», aclara Delgado ante la crítica del alcalde de Santoña, Sergio Abascal (PSOE), que considera que «la comarca tradicional de Trasmiera está desguazada», tal y como se recoge en el estudio.
¿Y cómo se explica que Ribamontán al Mar esté dentro de la misma comarca que Castro Urdiales y en cambio Guriezo no? «En base a un criterio de intereses compartidos y dinámica actual. Ribamontán al Mar está marcada por el crecimiento de población y muy influenciada por la proximidad al área metropolitana de Santander por la acumulación de muchas actividades relacionadas con el turismo. Guriezo no responde a esas características y las diferencias con Castro Urdiales, aunque estén pegados, son muy grandes», aclara la catedrática.
Delgado también quiere precisar que no existe un solo tipo de comarca. «Pueden coexistir todo tipo de comarcas, no son incompatibles ni excluyentes. Las comarcas que proponemos en el estudio no vienen a sustituir a las mancomunidades, pero si una comarca homogeniza y pone en común sus servicios la mancomunidad es innecesaria». El problema que hay, según apunta la redactora del estudio, es que existen una veintena de mancomunidades y muchos municipios no están en ninguna de ellas, mientras que otros están en dos o tres. «Eso es poco eficaz y eficiente. Una vez que esté constituida una de estas comarcas funcionales se pueden compartir los servicios y suplir a las mancomunidades. En estos momentos, hay comarcalizaciones agrarias, sanitarias, judiciales y de desarrollo rural (grupos de acción local)».
Una de las indicaciones que la Consejería de Presidencia dio a Delgado cuando le encargó el estudio fue que se respetasen los límites municipales, descartando cualquier fusión. «Estoy de acuerdo. Si las comarcas que planteamos funcionan, no sería necesario fusionar municipios, no tendrían que desaparecer algunos. La gente se identifica con su terruño, no es necesario violentarlo», entiende.
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