Cruz: «La reforma del edificio de Banesto va a ser un trabajo de introspección»
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El arquitecto andaluz Antonio Cruz Villalón, cuyo estudio dirigirá las obras de remodelación del inmueble, visitó este jueves SantanderNACHO GONZÁLEZ UCELAY
Santander
Viernes, 23 de noviembre 2018, 07:16
El arquitecto andaluz Antonio Cruz Villalón giró este jueves una visita relámpago a Santander para incorporarse al jurado que decidirá los premios Ortega-Alloza del Colegio de Arquitectos de Cantabria e impartir, de paso, una conferencia en la que contó a sus colegas todos ... los detalles relacionados con su participación en la construcción del estadio Wanda Metropolitano -la casa del Atleti- y otros recintos deportivos que llevan impreso su sello de autor.
Sevillano de cuna y de acento, el ponente está considerado como el 50% de Cruz y Ortiz Arquitectos, el estudio que fundó en el año 1974 de la mano de Antonio Ortiz García y al que Ana Patricia Botín ha en-cargado el proyecto de reforma del edificio de Banesto ubicado en la santanderina calle Hernán Cortes (antigua sede de la eléctrica Viesgo) incluido dentro del plan de rehabilitación que Banco Santander llevará a cabo en su emblemática sede del Paseo de Pereda.
De esto último se va a encargar el británico David Chipperfield, ganador del concurso de ideas convocado para dar forma a una iniciativa que permitirá a la entidad trasladar su preciada colección de arte a su sede en la capital cántabra y convertir esta en un espacio abierto a los ciudadanos en el que también cabrán una casa museo del banco y su «oficina del futuro».
Pero de aquello primero, la responsabilidad recaerá en su estudio, que aborda este encargo sin fecha, «porque el proyecto implica modificaciones en el plan urbanístico que dependen del Ayuntamiento», y sin la presión que supone la culminación de un trabajo complejo, «porque no lo es».
«En realidad se trata de un encargo relativamente controlado porque trabajaremos sobre un edificio que, por su carácter monumental, no permite excesivas intervenciones», explicaba ayer Cruz Villalón. Así, el exterior, decía el arquitecto, «quedará como está».
La actuación, por tanto, se centrará en los adentros del inmueble, donde Cruz Villalón y Ortiz García van a realizar lo que ellos llaman «un trabajo de introspección» que les debería permitir extraer del interior sus mejores características «para aplicarlas al propósito final», que es, de acuerdo con sus planes, «dotar al patio de una mayor presencia en el edificio».
Avalado por una trayectoria profesional que adornan varios premios, algunos con timbre internacional, el 'matrimonio' Cruz/Ortiz estampará en la antigua sede del Banesto la firma de un estudio de prestigio que durante los últimos treinta años ha recibido encargados de Holanda (la restauración del Rijksmuseum), Suiza (la construcción de la estación de ferrocarril de Basilea), Alemania (la fabricación del pabellón español en la Expo de Hannover 2000), y, por supuesto, España, donde recientemente ha levantado el flamante Wanda Metropolitano.
En ese largo periplo por Europa («no acabamos de encontrar una vía de penetración en Estados Unidos», dice Cruz sin perder la esperanza), los dos arquitectos han aprendido que la profesión a la que se dedican «varía mucho en función del país en el que se ejerza».
«Una de las cosas que más difíciles resultan de entender es el papel que se pide al arquitecto en España, donde se nos hace actores de una obra prácticamente en su totalidad a diferencia de otros países en los que sólo es responsable de los aspectos formales», asegura el andaluz, que como no tiene una idea precisa del trabajo que se hace en Cantabria prefiere valorar al sector desde un ático más general.
«Los arquitectos españoles estamos en general bien considerados. Tenemos una muy buena formación y un elevado grado de capacidad», resume el sevillano Cruz Villalón, que, con todo, admite carencias «provocadas no tanto por los arquitectos en sí sino por las exigencias del sector inmobiliario, que no termina de entender que la calidad es un plus que, en muchas ocasiones, el comprador agradece».
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