El refuerzo a la Guardia Civil viene de Francia

Hoy ambas son gendarmes de la Gendarmería Nacional de Francia y posaron este lunes sonrientes y expectantes en su destino temporal -Cantabria- para las próximas tres semanas. Aquí reforzarán a la Benemérita en la parte oriental de la región, la que más turistas franceses acoge. En 2021, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) Cantabria recibió a lo largo de todo el año a 60.000 ciudadanos galos. Pero la Guardia Civil ha detectado que gran parte de ellos se asientan en sus segundas residencias en verano. Si se añade a esto el turismo propio de la época, hace ya años que se nota «una gran afluencia de franceses» en Laredo y Castro Urdiales y su área de influencia.

De ahí que cuando la Secretaría de Estado de Seguridad pone en marcha el Plan de Turismo Seguro y las Comandancias levantan la mano para pedir refuerzos de otros países, en la de Cantabria se reclamen apoyos de Francia. Los agentes que trabajan en la región se manejan en inglés y, por tanto, no es necesario pedir colaboración al Reino Unido. Tampoco a Italia, porque el entendimiento con los italianos está casi garantizado por aquello del carácter latino, ni a Portugal, por el mismo motivo.

Esta cooperación con la Gendarmería francesa no es nueva. Se inició en 2019, se suspendió con la expansión de la pandemia en 2020 y se retomó el año pasado. Este continúa, en dos relevos. Fuentes de la Guardia Civil dicen que la experiencia es satisfactoria porque las formas de trabajar de estos agentes son muy similares a las del cuerpo que les acoge en España: en Francia, los gendarmes también centran su trabajo en las zonas rurales y también con un amplio espectro de competencias.

Josset y Laurent ponen cara al primer relevo. Saldrán de servicio siempre con su uniforme azul cielo y su arma reglamentaria, para la que tienen autorización. Pero en todo momento integradas en patrullas españolas y con sus mismas labores. Las dos ven su trabajo de estos días como «una oportunidad» para seguir avanzando en su formación.

Según cuentan, se ofrecieron voluntarias para este programa en la idea de mejorar sus conocimientos del idioma -que ya les permiten mantener una entrevista en un español fluido de sobra- y, en el futuro, esperan aprovechar su más pulido castellano en otros puestos y destinos. Josset está especializada en trabajar en orden público en lugares con grandes concentraciones de gente, como manifestaciones o conciertos y también es socorrista. A Laurent, además de su extensa formación en varias disciplinas («tengo intereses muy diversos», confiesa) le encanta todo lo que tiene que ver con la seguridad vial y con el tráfico.

De aquí al próximo 8 de agosto, día en que serán sustituidas por otros compañeros, estarán en controles, en las actuaciones de vigilancia de seguridad ciudadana que se planifiquen por la zona oriental y serán requeridas para echar una mano siempre que un turista de su nacionalidad necesite apoyo ante un problema o conflicto. Otra parte importante de su presencia en la región es «generar confianza entre la población francesa: que los visitantes, al ver el uniforme del cuerpo francés se sientan seguros».

Ninguna de las dos conocía Cantabria, así que aspiran a poder visitar parte de la región en los días libres que tendrán mientras dure su servicio.