«Hay que reírse más y no ofenderse tanto»

-Usted estudió en la Escuela de Arte Dramático de Santander, que ha derivado en la Escuela de Artes Escénicas del Palacio de Festivales. ¿Cómo ve el panorama artístico en Cantabria?

-La Escuela ahora es más completa, incluye formación musical e infantil, además de programas para acercar el cine de la Filmoteca a los jóvenes. La oferta cultural en Cantabria se está incrementando desde hace años, tanto para consumo, como para la formación. Quiero creer que los gobernantes son más conscientes de la importancia de la cultura para la gente, no sólo como fuente de riqueza económica. El aumento de presupuesto cultural en Santander y los asuntos clave de los últimos tiempos (aunque tarden eternamente en llevarse a cabo), como el Archivo Lafuente o el Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria (Mupac), dan la sensación de que algo se mueve en la gestión y el fomento de la cultura.

-Las series están adelantando por la derecha a las películas. Las plataformas digitales son una ventana al mundo, que colocan al actor en otra dimensión. ¿Es muy tentador?

-Los cuatro últimos trabajos audiovisuales en los que estoy inmerso son series. Estamos viviendo un 'boom' de este formato, que evoluciona muy rápido, tendiendo a una duración cada vez más corta y con pocos capítulos. Esto supone un cambio en la forma de consumir. La capacidad de emisión global de algunas plataformas permite disfrutar de las series enteras el primer día de emisión, por cientos de millones de espectadores en todo el mundo.

-Ha escrito guiones. ¿Lo haría para una serie? ¿Sobre qué tema sería?

-Como espectador prefiero las películas con una historia concluyente, además que lo considero más complicado que ir dejando las diferentes tramas abiertas, a veces incluso al final de temporada, pero ¿por qué no? Ahora mismo estoy leyendo un libro maravilloso de episodios espantosos, acaecidos durante la guerra civil española, de Chaves Nogales, que podría ser una miniserie estupenda.

-¿Y la dirección le atrae? ¿Qué actores estarían en esa película?

-Es algo que me preguntan casi desde mi primer rodaje y en casi todos ellos. Me gustaría, pero no lo veo factible por ahora. Supongo que intentaría elegir a los actores idóneos para cada papel, aquí en España hay grandes actores, entre los jóvenes, por ejemplo, Laia Costa o Álvaro Cervantes.

-¿Qué tiene entre manos?

-Estoy ahora mismo con pruebas y ensayos para una nueva serie que transcurre en el siglo XVI, sobre un libro de Isabel Allende. Además de grabar este proyecto, tendré que promocionar y viajar para los estrenos de tres películas y dos series que rodé en los últimos dos años.

-Le gusta el humor. ¿No echa de menos que la gente se ría más?

-Hay que reírse más y no ofenderse tanto, por muy inoportuno, torpe u ofensivo que sea el chiste o chascarrillo ajeno.

-El movimiento 'me too' hace que todos andemos con pies de plomo. Usted tiene fama de guapo. ¿Ha pasado por alguna situación incómoda?

-Sí que he pasado por alguna situación incómoda, pero he visto pasarlo peor a compañeras mías. Creo que ahora somos todos mucho más conscientes y sensibles a según qué comportamientos abusivos e indeseados.

-Una vez se encontró con Arnold Schwarzenegger en el gimnasio. ¿Es usted de cuidarse mucho?

-¡Ja,ja,ja! No soy mucho de gimnasios, la verdad. Hace años que no los frecuento, pero procuro cuidarme con una alimentación completa y saludable y la práctica de deporte... Ahora tendré que volver al gimnasio para acomodarme al próximo papel.

-¿Qué menú me recomendaría, con productos de Cantabria, para no saltarme la dieta?

-Unas quisquillas y una necorita, y de segundo, machote al horno. E incluso como te sirven en el Fuente Dé, de Peña Herbosa: queso picón de Tresviso, de entrante, y cocido montañés coronado todo por un té del puerto, con un chorrito de orujo de Liébana, y un buen paseo, claro.

-¿Y si me la quiero saltar?

-Mismo menú de antes, más una buena quesada pasiega.

-¿Qué lugar ocupa el teatro en su vida? ¿Con qué obra vendría a Cantabria y dónde le gustaría representarla?

-Yo empecé a dar pasitos encima de un escenario aquí, en el Palacio de Festivales de Santander, como figurante en una zarzuela de Alfredo Kraus, y con un montaje de 'Yerma', allá por 1992. Para acabar la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid fuimos al festival de teatro clásico de Almagro con 'La Celestina', pero hasta este año no he debutado profesionalmente; ha siso con una obra de Vanessa Montfort, 'Firmado Lejárraga', dirigido por Miguel Ángel Lamata. Brindamos un entretenido, didáctico y emocionante homenaje a la gran dramaturga María Lejárraga, en el marco del Centro Dramático Nacional. Me encantaría venir con esta función a Santander, pero por ahora no va a ser posible pues tengo ya fechas comprometidas con otros trabajos.

-Viene mucho a Santander. ¿Cuál es su época preferida?

-Vengo cuando puedo. Me encanta cualquier época del año, aunque en verano suelo estar más tiempo y disfruto de playas y la montaña por toda la provincia.