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Además del lobo, el centro logístico de La Pasiega y la política industrial, la carpeta con más páginas en la agenda reivindicativa que llevó María ... José Sáenz de Buruaga el pasado septiembre a su reunión con Pedro Sánchez en La Moncloa fue la que tenía que ver con el tren. La jefa del Ejecutivo regional puso sobre la mesa los retrasos en las obras del AVE, la falta de avances en el proyecto de la conexión rápida a Bilbao, la situación de la comunidad autónoma en el corredor Atlántico... La mayoría de asuntos tenía que ver con peticiones para infraestructuras o servicios que los ciudadanos, en el mejor de los casos, disfrutarán a medio o largo plazo, pero la líder popular incluyó una reclamación mucho más concreta y, sobre el papel, más sencilla de conceder:la mejora del servicio de larga distancia entre Santander y Madrid. Mejora en cuanto al número de frecuencias diarias, mejora en cuanto al número de asientos ofertados y mejora también, en la medida de lo posible mientras que no está lista la línea de alta velocidad, de los tiempos del desplazamiento en ferrocarril.
El pasado septiembre Cantabria reclamó que se utilicen trenes Avril, más rápidos y con más asientos, pero el Ministerio por ahora lo descarta
Qué decía Buruaga Pedía estas mejoras ante el «retraso» en la llegada del AVE y para «paliar la desventaja competitiva»con otras autonomías
Qué dice Renfe Asegura que, «a corto plazo», no está previsto ningún cambio en el corredor que comunica Santander y Madrid
A falta de que el Ministerio de Transportes o la empresa pública estatal Renfe den una respuesta oficial al Gobierno de Cantabria, la compañía ha confirmado a este periódico que no tiene prevista la introducción de ningún cambio en los servicios de Alvia entre la capital cántabra y Madrid. Al menos «a corto plazo», según recalca la compañía ferroviaria.
La petición que Buruaga que entregó por escrito al presidente del Gobierno central se apoyaba en dos argumentos. Por un lado, en el «retraso evidente» –entonces aún no se sabía que los dos primeros tramos en tierras palentinas, que tenían que haberse acabado en 2024, no cumplirían los plazos previstos– de la llegada del AVE a Cantabria. Y por otro, en los tiempos actuales del viaje, que «restan competitividad». «Se trata de paliar parcialmente la desventaja competitiva en la que Cantabria se encuentra respecto de otras comunidades autónomas», señalaba el Ejecutivo regional mirando de reojo a Galicia, Asturias o Castilla y León, donde ya cuentan con servicio de AVE.
En esa línea, en el caso de los problemas de los cántabros para conseguir billetes en los Alvia por la elevada demanda que existe en el viaje a Madrid, Buruaga ofreció como soluciones ampliar el número de vagones en este tipo de trenes o, de lo contrario, la sustitución –al menos parcial, en alguna de las frecuencias diarias– de los Alvia por las nuevas máquinas Avril, pero ambas opciones han sido descartadas.
«Tampoco está prevista a corto plazo la sustitución de los Alvia por parte de los trenes Avril», remarca Renfe a preguntas de El Diario Montañés. Cabe recordar que el Ministerio de Transportes incorporó el pasado 30 máquinas de este tipo fabricadas por la empresa Talgo. Las incorporó bastante más tarde de lo previsto, pero lo hizo. Ninguna de ellas para servicios en Cantabria.
¿Qué diferencias hay entre un tren Alvia y uno Avril? Pues además de que se trata de máquinas más modernas, con todo lo que eso conlleva en cuanto a fiabilidad, reducción de las averías y comodidad para los usuarias, las segundas tienen una capacidad de entre 500 y 600 asientos. Es decir, casi el doble. Además el tren Avril está diseñado para alcanzar los 330 kilómetros por hora tanto en vías de ancho ancho internacional como de ibérico. Es decir, que podrían circular con normalidad por la línea de AVE entre Madrid y Palencia y, a partir de ahí, podrían continuar con normalidad por la línea convencional hasta Santander.
En el caso de Asturias, donde desde noviembre de 2023 la línea de alta velocidad llega hasta Pola de Lena y luego los servicios de AVE continúan hasta Gijón y Oviedo por la antigua línea, la incorporación de los Avril supuso la reducción de otros 15 minutos adicionales el tiempo de viaje respecto al Alvia.
Precisamente los tiempos del viaje en tren a Madrid desde Cantabria están siendo afectados desde septiembre y hasta junio por unas obras en la vía que lleva a cabo Adif entre Valladolid y Palencia. El retraso ronda los 21 minutos y hacen que el Alvia desde la capital cántabra a la capital española necesite más de cuatro horas y media. Renfe no ha compensado a los viajeros con una reducción en el precio del billete y el Ministerio tampoco detalla si esta obra pondrá fin a las averías de catenaria en la zona de la actuación.
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