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Si usted se ha dado una vuelta (andando o en bici) por el circuito del aeropuerto se habrá fijado que hay un camino casi gemelo ... del otro lado de la valla. Dentro de las instalaciones. También se ve si va por la carretera tras dejar la autovía y en dirección al aparcamiento de Aena. O si se ha acercado alguna vez a la playa artificial de Punta Parayas o ha hecho algún recado en las empresas del polígono de Raos que son vecinas de la instalación. Es un camino, un vial, que recorre el perímetro. Eso y los tramos que lo conectan con otras zonas. Es importante porque permite acceder a cualquier espacio, conecta el recinto, cumple funciones de seguridad... Pues bien, ahora mismo, según los técnicos que lo han analizado, presenta «firme ondulado», «depresiones», «parcheos», «ahuellamiento e hinchamiento». Así que Aena se ha puesto manos a la obra para arreglarlo. Y no sale barato. La obra se ha adjudicado por 1.182.033, 55 euros (es la oferta que presentó Servicios y Obras del Norte frente a un presupuesto base de licitación del contrato de 1.268.222,05). Serán nueve meses de obra y el gestor confirma que no afectará al movimiento habitual del Seve.
Desde hace ahora un par de años, los técnicos han estudiado el estado del vial. Fueron varias visitas que han incluido inspecciones sobre el terreno, levantamiento topográfico y trabajos de geotecnia. Se detalla en los pliegos del contrato, donde se fija exactamente qué van a hacer. Se trata de «regenerar el pavimento», completar el «saneo de blandones», la ejecución de «sobreanchos en curvas y tramos rectos» y construir «apeaderos de espera». En paralelo, se hará limpieza y desbroce de los laterales de los viales y también del camino de la laguna que hay en el recinto del aeropuerto.
Las obras supondrán el traslado de varias farolas, la demolición de algún tramo de valla, la ejecución de cuatro plazas más de aparcamiento en el interior y la reposición de la señalización horizontal que se vea afectada. Y también la «adecuación superficial del pavimento en zonas de la plataforma». La parte más sensible de esta tarea es, precisamente, la que afectará a los puntos en los que los viales conectan con la cabecera. Es ahí justo donde los trabajos serán nocturnos («fuera del horario operativo», confirma Aena a este periódico) para no interferir con el tráfico aéreo y el normal funcionamiento del Seve (al menos, el que afecta a los usuarios).
Porque en los pliegos sí que se señala que la obra puede tener ciertos efectos sobre el sistema de navegación (pero de forma indirecta y sin que altere el tráfico), la red de drenaje, la instalación eléctrica o la iluminación. También se detallan las fases en las que se ejecutará la obra. Una previa de un mes de «implantación y trabajos iniciales». A partir de ahí –fase uno–, «obras de rehabilitación, sobreanchos, ensanches y construcción de apartaderos». Lo que llevará más tiempo (seis meses y dos semanas). Lo siguiente –fase dos, según el documento– será levantar los nuevos viales incluidos en el proyecto y, por último –fase tres–, la repavimentación de plataformas (llevará, según el pliego, un mes y una semana).
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