La repesca del cribado de cáncer de colon deberá llegar a más de 120.000 cántabros

A falta de los datos oficiales, que no han sido facilitados desde la Consejería –tampoco se ha concretado cuántas cartas se enviaron el lunes, como aseguró Pesquera–, lo que sí confirmaron hace un par de semanas desde Salud Pública, cuando reconocieron que la falta de kits de muestras por el retraso en la licitación del contrato había obligado a suspender las invitaciones hace seis meses, es que se había visto afectada casi una vuelta completa del cribado, que se repite cada dos años. Eso implica que el retraso acumulado atañe a la población nacida entre 1952 y 1970, que debería haber sido convocada en 2021, más los nacidos en los años impares (entre 1971 y 1953) que no fueron llamados tampoco el año pasado. De esas edades hay en Cantabria un volumen de 170.000 personas, de las que habría que descontar a aquellos pacientes que sí que llegaron a incluirse en el escaso tiempo en el que el programa volvió a funcionar, más los que fueron excluidos porque ya tenían realizada una colonoscopia en los cinco años previos, así como los derivados a los servicios de Digestivo directamente desde la red de Atención Primaria porque presentaban sintomatología.

Teniendo en cuenta esas premisas, un cálculo orientativo sitúa en más de 120.000 los cántabros susceptibles de recibir la llamada para participar en el programa de detección precoz del cáncer colorrectal, el tumor más frecuente en hombres y mujeres a partir de los 50 años. Y puestos a calcular, si entre los 34.000 revisados en 2019 se descubrieron 57 cánceres, esa proporción apunta a un mínimo de 200 posibles tumores de colon sin diagnosticar por la parálisis del cribado.