Rescatada en Liébana por segunda noche consecutiva la misma mujer británica

Al igual que en la noche del lunes -día en que quedó atrapada en una zona de maleza entre Pembes y Mogrovejo- el martes se desplegó un dispositivo de búsqueda coordinado por los técnicos de la Dirección General de Interior junto a la Guardia Civil (Greim), los Bomberos de Tama, agentes de Montes y vountarios de la zona. El operativo se inició pasadas las 22.47 horas (momento en que se lanzó la alerta) y sus integrantes encontraron a la excursionista aproximadamente a las 00.30 horas, en un área escarpada. Así como la noche anterior la habían encontrado desorientada pero ilesa, esta vez la mujer presentaba lesiones en una muñeca y en la cabeza, por lo que tuvo que ser atendida por el médico del equipo de intervención de Protección Civil. Finalmente la trasladó en ambulancia hasta el hospital Sierrallana de Torrelavega.

El caso se cerró sobre las 03.00 horas. El equipo de rescate que se convocó esta segunda noche fue algo menor que el del lunes. En el primero habían intervenido un total de 28 profesionales y 18 vehículos, mientras que anoche se dieron cita unas 25 personas con 10 vehículos.

La Guardia Civil, que tomó declaración al hombre que la acompañaba, analizó en la mañana de este miércoles (a la luz del día) el recorrido que habían hecho ambos y ha determinado que «no hay nada extraño» en el suceso. «Tras las primeras indagaciones del Greim (Grupo de Montaña) hemos concluido que ha sido algo totalmente fortuito, cuestión de mala suerte, azar», ha señalado un portavoz.

Aunque en principio a los agentes les pareció «sospechoso» que se repitiera una desaparición haciendo una ruta de naturaleza por segundo día consecutivo, «cuando se ha hecho la inspección ocular del circuito y se ha reproducido el itinerario que hizo la pareja para tratar de saber qué pudo ocurrir», los expertos no han detectado «nada especial». En la Guardia Civil se admite como premisa que es raro que, habiendo tenido un incidente el lunes, la mujer y su acompañante se aventurasen al día siguiente por otro trayecto que acabó en un segundo rescate. Pero, fuera de que eso es llamativo, «no hay nada más».

Este periódico ha podido saber que la pareja es asidua de Liébana, comarca a la que viene todos los años.