Un rescate sin barreras

Durante el salvamento también se podían escuchar las conversaciones internas entre los puestos de mando, los grupos y el helicóptero. Todo con la finalidad de acercar el trabajo que hay detrás de cada rescate.

En la segunda parte, el salvamento tuvo como protagonistas a una veintena de personas que se quedaban aisladas en varias embarcaciones. Hasta el lugar se acercó en su auxilio otro barco, que los remolcó a la orilla, donde el personal de tierra les facilitó una manta para cubrirse. Cuando esto ocurre, se les pregunta la edad, procedencia y se hace una primera valoración antes de decidir su traslado al hospital. El último ejercicio recreaba el rescate de un náufrago que, tras volcar su barca, disparó un bote de humo para avisar de su posición. Ahí, de nuevo el centro de atención fue la intervención del helicóptero del 112, aplaudida por los más de 400 niños de los colegios de Campoo que siguieron los ejercicios con entusiasmo. También acudieron a ver cómo funcionaba el simulacro personas de diferentes colectivos como Amica, Ampros, Ascasam o la ONCE.

Organizado por el Gobierno autonómico y el Comité Español Representante de Personas con Discapacidad (Cermi), este operativo simulado tenía como finalidad mejorar las técnicas de asistencia de este colectivo. «Los ejercicios son fruto del convenio que tiene la Consejería de Presidencia con el Cermi Cantabria», señaló la consejera Paula Fernández.

¿Cuál es el objetivo de esta actividad? Tiene dos fundamentales. Por un lado es ensayar la coordinación de «todos los operativos que participan en un rescate porque aquí lo preparamos», señaló la consejera. Y es que cualquiera que se acercara al pantano del Ebro pudo observar el despliegue. Participaron el Centro de Gestión de Emergencias 112, el equipo del helicóptero, bomberos autonómicos del parque de Reinosa, Cruz Roja, el 061, Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil. Es decir, estaban presentes todos los servicios y administraciones públicas que, en caso de emergencia en el medio acuático, se verían involucradas.

El segundo: «Trabajar con las personas con discapacidad. No hay barreras ni en un rescate», destacó Fernández. También lo hizo Miguel Gómez, coordinador de emergencias de Protección Civil del Gobierno de Cantabria, que señaló que «este ejercicio demuestra que esas barreras no impiden hacer un rescate». Y a ellos les sirve para aprender y mejorar su asistencia. Además, y por primera vez, «se utilizó la aplicación disponible para móviles» y destinada a personas con dificultades para la comunicación telefónica. Todos los avisos al 112 se hicieron a través de ella, lo que sirvió para evaluar el desarrollo de estas aplicaciones de emergencia que están basada en pictogramas.